Estaba mi pecho desnudo sobre Robin, estaba acariciando mi espalda, mientras veíamos una película en su cama, sinceramente solo estaba poniéndole atención a el, y a sus hermosos ojos azules, me di la vuelta para mirarlo con atención, y solo tuve un pensamiento muy fuerte, y era amor, ¿Acaso amaba a Nathaniel Robinson?
-¿Que tanto piensas Bonita?- mis ojos se abrieron demasiado cuando me interrumpio
-¿Yo?, en nada- le esquive la mirada y conteste cortantemente
El me sonrio y después me besó, y mordió un poco mi labio
-Dime la verdad- murmuró aún mientras me besaba
Separe mis labios y solo me quede en silencio por un rato.
-No te rías, pero creo que- sonreí apenada antes de decirlo
-¿Te amo?- dije con una sonrisa-¿Me amas?- respondió en el mismo tono en que yo hablé
-Te amo- respondí con firmeza, solo lo dije sin pensar, no podía mentirle aunque quisiera
No dijo nada como por cinco segundo, pero los senti eternos, después sonrió y me beso denuevo.
-Yo también, y esto es una locura, pero también siento amor por ti
Solo me ensima en el y lo abrace, el rodeo mi trasero con sus manos, estaba enamorada de un hombre ¡Muchooo!, mayor que yo, y era una locura, pero si el es una, entonces estoy enamorada de la locura.
-Levantate, vamos a cenar- dice mientras se levanta
-¿A donde vas a llevarme Robin?- digo sarcástica
-A donde quieras honey- me guiño un ojo y después se metió a su clóset
Me dejé caer en la cama, y sonreí mientras miraba el techo, y solo pensaba en una cosa "Dijo que me amaba".
Me vestí rápido y Robin me llevó en su auto para un lugar donde venden comida rápido, decidimos ir a un lugar tranquilo, básicamente fuimos a una plaza comercial y buscábamos algo que nos encantará a los dos
Bajamos del auto y caminamos por la plaza buscando un lindo lugar, la verdad caminar con Robin, tomada de la mano, se había vuelto uno de mis lugares favoritos.
-¿Pizza?- arrugue mi nariz y negue
El me sonrio y después beso de forma tierna mi nariz
-¿Por?
-Siempre como eso cuando estoy sola- baje mi mirada
-Vamos por hamburguesas- tomo mi rostro, lo apretó un poco y después me besó suavemente
-Ahora me tienes a mi.Sonreí, caminamos por esa hamburguesa, que sinceramente fue un manjar de dioses, la mía tenía queso extra y la de Robin era de pollo.
-¿Me das un beso sabor a hamburguesa?- dice mientras yo tenía la boca llena
Yo negue entre risas y el bajo la cabeza
-Me gustaría quitar la bandeja de comida, ponerte sobre la mesa y tener sexo aquí mismo- tomo su refresco y le dio un sorbo
-Pero no tengo ganas de terminar en prisión, así que vamos a casa-Mamá llega en media hora- literalmente hice un puchero y actúo como un niño pequeño
-Es que no juego cuando te digo que no puedo vivir sin ti- puse mis ojos en blanco
-Ve a comprarme un helado de vainilla y te espero el auto, lo haremos en el estacionamiento- digo en un tono mandón, el asintio con una sonrisa y corrió para la zona de postres mientras yo salía del restaurante.
(...)
Mañana era el cumpleaños de mi madre, así que me obligó a acompañarla a entregarle invitaciones a sus amigas, ya que haría un picnic en nuestro patio, la verdad mi madre y yo teníamos muy mala relación y el problema era que ella pensaba que nos llevábamos de maravilla.
Invitamos por suerte a May, nos habíamos vuelto cercanas, y May dijo que traería a los demás chicos, así que no la pasaría tan del asco.Íbamos en su auto de regreso a casa, como siempre no hablamos mucho, bueno, no hablamos nada, estacionó el auto frente a la casa y yo sin decir nada baje para entrar a la casa.
-Espera, faltan los vecinos- asentí con pesadez.
Otras 2 horas, con los Italianos se tardó media hora, con la señora Constans 1 hora y con los Roones 10 minutos, ni si quiera se porque los invito, ni le caen bien.
-¿Son todos?- pregunte cuando regresamos de la casa de los Roones
-Falta el chico que se mudó al lado de la casa
Mierda, ¡Va a invitar a Robin!
-¿Que?, pero ni lo topas- digo un poco nerviosa mientras caminamos para su casa
-Y por eso lo voy a invitar, que pena, ni la bienvenida le dimos- dice antes de tocar su timbre
Bueno madre quiero decirte que yo si se la di, digo.... hay mierda.
-Holaa...- dice alegremente mientras me ve, pero su cara fue más seria cuando vio a mi madre
-Buenas tardes- dice más calmado-Hola, soy Angélica, la de la casa de al lado, ella es mi hija Emily- yo sonreí amablemente
-Disculpe que hasta ahorita nos estamos presentando con usted- Robin solo nego y sonrio, diablos es mal momento para deciar que me ponga en cuatro.-Queria invitarlo a una pequeña reunión que tendré por mi cumpleaños, espero asista y podamos conocerlo mejor- le entrego una invitación y después sonrio
-Ahi estaré Señora...- no termino la frase
-Solo llámame Angélica.
El asintio, y después nos fuimos a la casa, mierda eso fue muy random.
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Pettle honey
Teen FictionEmily Thorne, una chica de 17 años, que queda completamente enamorada de su vecino, Nathaniel Robinson, un joven abogado de 35 años, la diferencia de edad de ambos es bastante, pero la química que ambos tienen, se siente a kilómetros, Emily es la de...