Capítulo 16

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Desperté con demasiada ansiedad, tenía mucho frío, y no dejaba de temblar por lo que papá me había dicho, estaba ebria, y con frío, estaba regresando a casa, y aunque estaba muy mareada, logré orientarme, aunque ya era algo tarde, estaba a unas cuantas casa de llegar a mi casa y me encontré con Robin, estaba caminando para su casa, la verdad bufé en cuanto lo vi, y maldesi mi día, no quería un ataque de ansiedad, no quería que me hiciera más daño, solo quería pasar por delante sin que me hablara.

-Emily- suspiro y yo seguí de paso

-Emily por favor- yo bufé denuevo y el me metió a la fuerza en su porche
-Solo me invito a cenar, ¿Que es lo que pasa?- acaricio mi pelo, no quería hablar, solo quería actuar, no me importaba que me explicara algo que no tiene explicación, un problema en donde no hay solución.

Lo mire seriamente, lo odiaba tanto, pero mi apetito sexual estaba al tope, de verdad deseaba coger con el, y más estando en el estado que estaba, con todas las cervezas que tenía ensima.
Lo empuje para ma banca blanca y en medio de la calle, le quité el cinturón mientras nos besabamos, el hizo lo mismo, senti sus dedos dentro de mi, estaba acarisiandome con delicadeza, solté un fuerte gemido, me puso la palma de su mano en la boca, para que nadie me escuchara porque prácticamente estábamos en la calle.
Me puse ensima de el y mi cuerpo y el de el se hicieron uno solo, enserio lo nesecitaba tanto, yo realmente lo deseaba más que nunca, pero esta vez estaba más hambrienta, quería disfrutarlo porque sentía que esta seria la última vez, no me importó estarlo haciendo en su porche, ni que alguien nos viera, solo quería que esto no terminara jamás, y que fuera eterno.

(...)

May estaba comiendo pudín conmigo en el jardín de la escuela, estaba hablándome del como se sentía por dentro, pero yo solo recordaba la deliciosa sensación de tener el pene de Nathaniel dentro de mi.
Se quedó en silencio y después yo la miré fijamente.

-Papá me pidió que me mirara con el- solte de repente, May soltó el pudin que tenía en la boca

-Nunca hablas de él- dice seria, pero antes se tomó unos minutos para responderme

-Pense que no le importaba, creo que mi madre esta enamorada de Nate, y... creo que lo mejor es irme con el- baje mi mirada

-Emily, si eso es lo que quieres, te apoyaré, eso es lo que hacen las amigas- me miro con una media sonrisa y sentí tantas ganas de llorar, jamás había sentido un apoyo así de nadie, había olvidado lo fiel que era May.

Saliendo de la escuela regrese a casa un poco confundida, y dudosa, no sabia como se lo tomaría mi madre, tampoco sabia si era lo correcto, mis ojos se pusieron llorosos, me sentía muy vulnerable, y también bastante sola, solté un par de lagrimas y después suspire, levante mi mirada para llegar a casa y vi que Robin se estaba bajando de su auto, el camino muy rápido hacia a mi.

-¿Paso algo?, ¿Que tienes?- dice muy nervioso y asustado

Negue mientras caminaba para el porche de mi casa, estaba agachada, no quería mirarlo a los ojos porque sabía que si lo miraba iba a llorar más.

-¿Podemos hablar en mi casa?- negue mientras metía la llave para entrar a la casa, el toco mi mano con delicadeza y me obligó a mirarlo a los ojos
-Solo un momento Emily- aún lo estaba mirando, yo asentí mientras una lágrima rodaba por mi mejilla.

Me tomo de la mano y me llevo a su casa, nos sentamos en uno de sus sillones, y yo suspire al verlo llegar hacia mi con una taza de té

-Ahora si, hablemos, ¿Que tienes?- dice con mucha insistencia

Tome un sorbo del té, y después lo deje en el portavasos que estaba en la mesita de noche.

-Mi madre se esta portando horrible, y quiero salirme de su casa, y... mi padre me invitó a quedarme con el- baje mi mirada

-¿Porque no lo haces?- dice mientras limpia mis lágrimas

-Porque es en Canadá, lo único que me detiene es May mi amiga y..., pero ella dijo que estaba bien

-¿Y...?

Lo mire directo a los ojos
-Y tú- el me besó intensamente y empujó para el sillón, su mano tocó delicadamente mi cuello y bajo muy suavemente para abajo y apretó un poco mis senos para después besarlos, cambiamos de posición y ahora yo estaba ensima de el, haciéndolo denuevo, porque éramos intensos, y cada vez que lo hacíamos arrojabamos fuego en la habitación, fuego intenso que quemaba nuestros cuerpos.

-Yo me iré contigo a donde sea- susurro mientras yo movía mis caderas.

-Te amo- susurre.

Pettle honeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora