Era un día hermoso en la ciudad de Hidariwakibara-Cho , en las calles se podía apreciar a los jóvenes quienes disfrutaban de su fin de semana antes de volver a sus estudios, incluso los alumnos de la P.K se encontraban entretenidos con alguna actividad, si todos se divertían...todos menos cierto peli-rosa el cual ya se encontraba al borde de un colapso mental después de lo sucedido en la escuela con cierta peli-negra la cual no había contactado al psíquico en toda la mañana.
-Ne Kuu estas bien?- como siempre la madre del joven había percibido la ansiedad de su hijo.
-Alguna vez te has sentido perdido- el joven se encontraba boca arriba en su cama meditando lo que la joven provocaba en él, por desgracia el joven se encontraba en un callejón sin salida con la única solución el refugiarse en su madre.
-De que hablas cariño- la madre del psíquico se empezaba a preocupar por la dirección en la que su hijo hiba- te sientes mal.
-No se...últimamente no sé qué me pasa mama, a veces me encuentro tranquilo y sereno como siempre...pero últimamente me siento nervioso, ansioso como si esperara más...pero no sé qué es eso que deseo- por primera vez en años el joven se estaba abriendo a su madre como un niño buscando ayuda.
Kurumi se encontraba en silencio, no sabía que responder, tal vez era por la impresión de que Kusuo se había abierto con ella busca de ayuda o tal vez solo era el hecho de lo tierno que se veía su hijo con ese ligero sonrojo en su rostro.
-Cuando empezaste a sentir esto?- tal vez era algo simple, pero la mujer sabía que con su hijo se debían tomar las cosas con calma.
-Desde hace un buen tiempo- no quería decir que todo esto era ocasionado por su compañera nueva, amenos no tan pronto por lo cual prefirió voltear su rostro hacia la pared.
-Eso no responde mi pregunta Kuu y hay algo en particular que haya pasado en ese tiempo?- para este entonces la madre del psíquico ya estaba acostumbrado a que su hijo lea sus pensamientos.
-Ahhh...bueno todo comenzó cuando una nueva compañera llego...ella es algo especial, digamos que es una mujer muy terca y algo molesta- el joven no pudo evitar soltar una risa al recordar como la joven lo molesta y en ocasiones las muecas que esta hacia inconscientemente- pero también es dulce y considerada- su risa solo ensancho más al recordar como ayudaba a Mera- pero también me provoca mucha ansiedad- entonces recordó toda esas veces que el rozaba con la joven- y no sé porque me siento así...es como si esperara algo más...pero no sé qué espero de ella....y sinceramente no estoy seguro de querer saberlo- al final el joven había soltado todo lo que le atormentaba.
La mujer mayor se quedó sin palabras, nunca pensó que su hijo pequeño se enamoraría, mucho menos que esto sucediera mientras él era aún joven, internamente la mujer estaba agradecida de que Kusuo pudiera experimentar esto, ya que independientemente de la persona de la que su hijo se enamorara esta sería feliz mientras su hijo lo sea.
-Veras cariño...no sé cómo explicarte esto pero estas enamorado mi Kuu, es por esto que estas esperando que ella te de alguna señal de que siente lo mismo- la joven no sabía cómo explicarle a su hijo de una forma que él lo entendiera y lo aceptara, pero por desgracia su mente fue más rápida que su boca.
-No es cierto...yo no puedo estar enamorado de ella- y como su madre había predicho el joven no quería aceptar la posibilidad de estar enamorado de ella...menos el hecho de toda esa ascienda era debido a que el joven quería que la joven le diera alguna reacción de su sentimientos- creo que mejor me voy- y antes de que el joven fuera detenido por su madre este decidió teletrasnportarse.
Pero como si fuera una jugada del destino el joven psíquico apareció en la entrada del departamento de la causante de todos sus sentimientos.
-Esto es una broma- el joven se encontraba frustrado en la entrada del departamento de Suzuki y era comprensible después de negar que sentía algo por la joven su mente le jugó una mala pasada y ahora se encontraba en el lugar donde ella vivía- ahora debo esperar antes de irme a casa.
-Saiki...que haces aquí- una voz conocida se presentó a espaldas del peli-rosa- no esperaba verte hoy- el psíquico giro sobre si para encontrarse a la causante de su conflicto emocional- bueno quieres pasar tengo unos brownies recién salidos del horno...quieres pasar- su voz sonaba tranquila y dulce como siempre.
-Bueno...creí que sería bueno pasar a verte y ver que no hayas caído desmayada- era una excelente excusa para pasar tiempo con ella.
-Bueno pasa- Suzuki no era tonta podía ver que el peli-rosa no estaba bien, pero siendo sincera no sabía cómo ayudar a la persona que la había estado manteniendo viva todo este tiempo.
Ninguno sabia como comenzar la conversación, por un lado estaba un peli-rosa nervioso al ver a la peli-negra cortando los brownies y preparando café, esta sin duda era una escena demasiado cálida a la vista del psíquico. Mientras tanto Suzuki tenía un leve sonrojo al sentir la mirada magenta sobre ella, ahora era esta la que tenía la sensación de una corriente eléctrica pasar por su columna.
-Y...ya me quieres decir porque viniste a verme...sé que no es solo porque está preocupado por mi...tus ojos están intranquilos y puede sentir como emanas más energía de lo usual- la peli-negra ya había servido los cafés y un plato de brownies en la mesita que tenía en su sala principal.
Saiki no se esperaba esa respuesta, el creía que nadie podría vero leerlo con esa cara seria que portaba, porque el trataba de que sus emociones estuvieran controladas, pero debió saber que ella era diferente no por nada se sentía tan a gusto con ella.
-Que harías si te sintieras tan a gusto con alguien que desearas algo más con ella pero sin saber que es- tenía miedo sí, pero alguien lo podía culpar no, él se estaba confenzando.
Un escalofrió subió desde la punta de sus pies, ver al peli-rosa de esa forma la tenía con el corazón en la boca, pero para ella el significado de esas palabras eran ajenas a su conocimiento, porque haya nunca le dijeron que era el amor, lo más cercano que conocía era el cariño que la doctora a cargo de ella le había mostrado...y eso no salió muy bien.
-Mhn...creo que me has tomado por sorpresa, sabes no sé cómo responder a esto...pero creo que si esa persona no hace ese algo que espero, tal vez yo deba hacer algo para provocarlo- su voz sonaba nostálgica y por ese momento pudo sentir como unas lágrimas amenazaban con salir, porque ella no sabía el significado de lo que le dijo Kusuo, pero deseo tanto el saberlo y odio tanto el no, que simplemente pudo sollozar- lo siento sabes hace algunos años nuca pensé que podría hablar con alguien de esta forma y por primera...quisiera haber podido ser o tener la posibilidad de ser normal- el peli-rosa se mostró sorprendido por las gotas que se resbalaban de la mejilla rosada de la joven- sabes te envidio Saiki...tú tienes unos amigos que te aman...y unos padres maravillosos...tienes todo lo que yo he deseado...a pesar de ser psíquico eres más humano que yo...y bueno yo estoy sola....si llegar a morir nadie me extrañaría.
Ahora era Saiki el que no sabía qué hacer, nunca se había involucrado con una persona al punto de querer consolarle, pero ver a aquella joven que a sus ojos parecía fuerte quebrarse...eso lo derrumbo, así que iso lo único que se le ocurrió, abrazo a la joven entre sus brazos y envolvió ese pequeño cuerpo mientras se recostaba en el sofá donde estaban. El solo se dedicó a acariciar a la joven mientras esta soltaba leves sollozos.
-Yo nunca te dejare sola...eres importante para mí, eres la persona que amo- en ese momento ambos jóvenes se quedaron dormidos en ese sofá, mientras seguían abrazados.
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Se que es corto pero queria tener un poco mas de momentos de Alis con Kusuo antes de empezar con el drama.
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HASTA QUE TU MUERTE NOS SEPARE
Fanfiction-Dime cómo te llamas-le pregunto el niño de cabellos rosas. -No lo sé...nunca me han dado un nombre- le respondió la niña vestida de harapos. El joven solo se dedicaba a ver a la joven, a simple vista la podría confundirla con una muñeca de porcelan...