Mientras tanto la joven peli-negra ya se encontraba en la sala principal de su departamento para encontrarse con su compañera, la cual tenía algunas bolsas de despensa. Esta había salido para encontrar alguna información sobre la residencia del joven, por lo cual la peli-roja había dejado a su amiga al cuidado del peli-rosa con la segunda intención de dejarlos solos, puesto que esta pensaba como la mayoría de sus compañeros que el de accesorios extraños tenía cierta atracción por la estudiante nueva.
-Encontraste algo sobre donde vive Saiki- la joven pelinegra procedió a tomar las bolsas de despensas que la peli-roja traía para poder acomodarlos en su cocina.
-No, al parecer Hairo se encuentra entrenado junto al equipo de voleibol, Kokomi y Chiyo al parecer se fueron de compras y no he encontrado a Kaido, Kuboyasu y Nendo por ningún lado- la voz de la joven era lenta mientras le explicaba a su amiga - y por desgracia no cuento con teléfono para contactarme con alguno de ellos- la joven se sentía inútil en ese momento, quien pensaría que en este momento necesitaría de un celular, un celular que no podía tener por la falta de dinero.
-Eh, pero no es necesario tener celular para comunicarse con alguien...yo tampoco tengo celular, lo más parecido que tengo es el teléfono de casa, de hecho creo que las personas sobrevaloran mucho ese aparato- la peli-negra noto la decepción de su amiga, por lo cual trato de animarla, lo cual funciono siendo prueba de esto la sonrisa de su amiga- además ya no debemos buscar donde vive Saiki.
-Eh, porque?- la joven ya se había dirigido a la cocina para organizar los ingredientes de los postres que había comprado para empezar a preparar los postres del día siguiente, ya que esto era lo que haría su amiga al terminar su turno pero por el accidente de su compañero peli-rosa este plan había sido cancelado llevando a que la joven de lentes se ofreciera para evitar el retraso de su amiga en sus planes.
-Oh...ya despertó- todo aquello lo había dicho de forma natural, sin tomarle mucha importancia.
-Ehhh, pero, ¿porque no me lo dijiste antes?, ¿está bien?, ¿puede caminar?- la joven tomo los hombros de su compañera mientras la sacudía, causando el mareo de la peli-negra a la cual ya se le podían ver los típicos ojos en espiral.
-Se me olvido, si y si- la joven paro los movimientos de su compañera al ver el rostro de esta tornarse mas pálido de lo normal- de hecho ahora debe estar comiendo la gelatina que le deje- todo esto logro calmar a la peli-roja.
Por otro lado el psíquico ya se encontraba terminando el café que la joven le había dejado, mientras disfruta de la escena que ocurría del otro lado de la puerta, todo esto con una ligera sonrisa debido a la interacción de la joven con su amiga, las cuales ya se encontraban riendo por la escena que montaron, mientras todo esto sucedía el psíquico era acompañado por el mismo canino de antes, el cual parecía no querer dejarlo ya que este seguía siendo vigilado por el supuesto osito de peluche que Suzuki tenia de mascota, al parecer la molestia que el canino le tenía se volvió en odio, después de no solo quedarse acostado en la cama de su madre, si no que este había osado en (según la perspectiva del canino) insinuarse en aparearse con su madre, lo cual solo provoco que el psíquico pase de ser una persona a un tomate en un segundo.
-Yare, yare...sabes, no tengo la menor intención de aparearme con Suzuki- el psíquico ya se había fastidiado de los pensamientos que el can tenía hacia el y la peli-negra, es mas el peli-rosa trataba de apartar esas imágenes que solo le provocaban que el estuviera mas nervioso- ni siquiera estoy interesado en ella.
-Claro y yo estoy loco por imaginarte todo sonrojado- enseguida el perro se defendió, después de todo el hecho de pensar que aquel joven tuviera ese tipo de relación tan íntima con su dueña, mas el hecho de que este estuviera negando la supuesta relacion que poseía con la joven solo provocaba mas odio en el interior del animal.
-No estoy sonrojado...estaba- los pensamientos del psíquico estaban revueltos y la moción de los sentimientos que la joven le provocaba, no ayudaba.
-Claro y el hecho de que no quieras salir a afrontar a Suzuki por penada es producto de mi imaginación, niño, soy perro no ciego- el perro ya fastidiado de la reacción del joven, por lo cual se dirigió en dirección a la puerta del cuarto.
El joven no lo iba a admitir, pero en ese momento el perro tenía razón, no podía negar que le desagradaba Suzuki del todo, pero esto no lo admitiría en voz alta. El canino de apariencia robusta se paró en dos patas para después girar la perilla, abriendo la puerta en el proceso, dejando en descubierto ante las jóvenes a Saiki sentado en la cama de la joven con la taza de café entre sus manos.
-Saiki, me alegro de ver que te encuentras mejor, nos asustaste después de desmayarte, aunque eh de admitir que lo me asusto más fue el hilo de sangre que salía de su nariz...- después de saludar a su amigo de manera cálida, la joven recordó la escena del joven en suelo con cierta pena- me pregunto qué fue lo que le paso.
-Lo mejor será que dejes de indagar en ello- el joven se avergonzó de la imagen mental que su compañera tenia de el y como había hecho tal escena delante de la peli-negra- gracias por dejarme descansar en tu casa Suzuki, pero creo que lo mejor será que me valla yendo, no quiero aprovecharme más de ustedes.
En ese momento el joven solo buscaba irse de ese lugar, aun no entendía como una salida tranquila había terminado en una visita incomoda al departamento de la joven. Enseguida Chisato se volteo hacia Suzuki, cambiando de una mirada preocupada a una mirada de cachorrito, con la cual parecía extorsionar a su amiga para que acompañaran a su compañero de instituto hacia su casa, hecho que parecía funcionar, ya que la cara de Suzuki mostraba una mueca de rendición, esto solo provoco la leve risa imperceptible del psíquico, al ver como aquella joven fría y sádica, se ablandaba por las acciones de la joven de lentes, la cual pareció finalmente acceder a la petición de su amiga después de un rato de que esta la viera con ojos de cachorro, puesto que llamo al canino para después colocar una pechera de cuero y una cadena.
-Alicia y yo creemos que lo mejor será acompañarte a tu casa, para asegurarnos que llegues a salvo- las intenciones de la peli-roja eran buenas, pero si supiera lo que sus amigos sabían se daría cuenta que ni una explosión nuclear podría dañar al joven...amenos que Suzuki lo haya debilitado lo suficiente como para no esquivarla o frenarla con sus poderes.
-No creo que sea necesario- el psíquico ya se encontraba en la puerta, puesto que lo único que deseaba el joven era alejarse de la peli-negra.
-No insistimos, verdad Alis- la mirada de Chisato se dirigió a la recién nombrada y como si fuera un hechizo la joven contesto a lo dicho por su amiga, con una mirada menos hostil...claro que a comparación de las miradas dadas hacia la mayor de los Mera, todas las miradas de la joven eran hostiles.
-Chisato tiene razón...lo mejor será que te acompañemos Saiki- la mención de su nombre de una manera mas calmada junto al hecho de aceptar la petición de su amiga sin rechistar, logro impactar al psíquico y como si la mirada de advertencia de la mestiza fuera suficiente para rendirse, el de mirada magenta acepto, mientras lo indicaba con un movimiento de cabeza indico que lo siguieran.
Después de que todos los jóvenes salieran del departamento, la dueña de este le dio la cadena del canino a la peli-roja mientras cerraba la puerta de su departamento. Para así iniciar el viaje hacia la casa de Saiki, mientras que ambas amigas se dispusieron a platicar sobre sucesos que habían vivido los días anteriores y una que otra receta en proceso.
-Ya está anocheciendo- la mirada de la peli-roja se enfocó en el cielo- creo que pronto comenzara mi trabajo en el restaurante,
-No podría tener peor suerte- al leer los pensamientos de su compañera Saiki se sintió la persona más desafortunada de la tierra.
-Chisato...no tenías que trabajar hoy en Le Rose- no es que la joven quisiera quedarse sola con el peli-rosa, pero esta sabía que su compañera necesitaba el dinero, por lo cual trataba de ayudar a la joven en todo lo que podía, esto incluyendo el recordarle su horario.
-Si...lo siento- la joven realizo una leve reverencia hacia su amiga quien sostenía la cadena de su perro- se que no te gusta estar con personas que no conoces bien, pero te pido que termines de acompañar a Saiki...por favor Alis- todo esto lo dijo la joven con un leve sonrojo por utilizar a su amiga de esta manera.
-La vida me odia- y por primera vez Alicia y Kusuo estuvieron de acuerdo.
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HASTA QUE TU MUERTE NOS SEPARE
Fanfiction-Dime cómo te llamas-le pregunto el niño de cabellos rosas. -No lo sé...nunca me han dado un nombre- le respondió la niña vestida de harapos. El joven solo se dedicaba a ver a la joven, a simple vista la podría confundirla con una muñeca de porcelan...