HASTA QUE TU MUERTE NOS SEPARE

Viajes en el tiempo parte. 1

Ya había pasado un tiempo desde que el nuevo estudiante Akechi Toma había ingresado a la escuela, las cosas para el psíquico se habían complicado, incluso parecía que su humor se encontraba por los suelos, ahora aparte de soportar las idioteces de sus auto nombrados amigos, tenía que cuidarse más de aparentar ser una persona normal para evitar que el joven rubio con mente de detective lo descubra, eso sumado a que al parecer la joven peli-negra y el no habían podido juntarse seguido como antes, debido a que ahora las chicas no dejaban sola a la chica de apariencia frágil, ya que según ellas, Alis necesitaba aprender a salir de su zona de confort, aunque claro sin comportase como unas acosadoras.

Por suerte para el psíquico ya había terminado la jornada escolar, permitiendo que este pudiera regresar a su casa, aunque acompañado de los idiotas de Nendo y Kaido, pero a fin de cuentas podría relajarse de ser hostigado de la presencia del rubio...o por lo menos esa era su intención, para desgracia del peli-rosa su vida nunca será fácil.

-Hola Kusuo, lamento acércame así pero tendrías un minuto?- si al parecer el rubio había seguido al joven psíquico a su casa para interceptarlo.

-Tenías que ser tu- el peli-rosa ya sabía de ante mano de la presencia del joven rubio, así que no se sorprendió.

-Eh, no pareces sorprendido de verme- como siempre Akechi era tan intuitivo que podía notar lo que los demás no.

-Que, quieres?- ya lo sabía, pero no quería parecer más sospechoso.

-Lo siento, pero te seguí, para repasar tus acciones saliste con Nendo y Kaido a las 3:35 de la escuela, aunque ellos se encontraban platicando tu nunca te les uniste, después hicieron unas cuantas paradas antes de llegar a tu casa, donde no te despediste de ellos- al parecer el joven había seguido a Kusuo desde hace 6 meses donde había recolectado información- veras Kusuo tu siempre haces lo mismo todos los días, pero en estos días hiciste 3 cosas diferentes que han llamado mi atención y quiero decírtelas...¿te importaría si comparto mis resultado?

El joven no tenía opción, al parecer después de un tiempo el joven por fin lo había acorralado, decidió dejar entrar a Akechi a su casa pero sin avisar a sus padres los cuales seguramente revelarían sus poderes ante las insistencias del rubio.

-Veras todos los días vas a la escuela tomado de las manos con Suzuki, después pasas todo el día con Nendo, Kaido y Kuboyasu, los cuales te siguen a todos lados, luego en el almuerzo te diriges al comedor para ver las gelatinas de café y regresar al salón a comer tu almuerzo, junto con algún postre que Suzuki trae, por ultimo regresas a casa con Kaido, Nendo y en ocasiones con Kuboyasu....pero estos últimos días he visto 4 acciones que prueban que eres un psíquico- la voz del rubio era segura, eso junto con su mirada habían inquietado al psíquico.

Al parecer el joven detective había estado siguiendo al peli-rosa hasta llegar el punto de memorizar sus horarios, por suerte o para desgracia del psíquico Akechi no había notado o relacionado a la joven peli-negra con él, pero si había estado presente en la ocasión donde había convertido en pierda a Nendo y Kaido, cuando se involucró en un asalto con Hairo e incluso en su día libre donde había probado a uno de sus clones para ir de compras...pero en todas esas ocasiones el psíquico había estado al pendiente a su alrededor, por lo que pudo poner a personas que sirvieran como señuelos para encubrirse.

-Ves fue inútil el seguirme, nunca encontraras nada de mi- el psíquico tenía una sonrisa de satisfacción que pronto fue borrada.

-Por ultimo llegue al punto más importante, ese día no te seguí pero logre encontrar al luchador de sumo, el francotirador y el mago que aparecieron en todas las escenas, la parecer todos habían sido tele transportados a esos lugares y luego pensaron que era un sueño, eso no podría ser posible a menos que fueran psíquicos verdad- y otra vez el rubio pudo darle la vuelta al juego- ahora dime Kusuo, dime la verdad de lo que hiciste ese día, dime la verdad de lo que nos pasó ese día.