Sentimientos errados

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Era un día normal para Suzuki y Saiki, otro día donde iban a la academia P.K con las mano entrelazadas, otro día donde se la pasaban platicando de las recetas de la joven y como el psíquico le pedía que le guardara una porción de estas o eso sería lo normal si no fuera porque el peli-rosa tenía un mal presentimiento.

-Entonces presientes que algo malo pasara- la joven estaba confundida, pero decidió confiar en la intuición del psíquico, después de todo este podía ver el futuro.

-Si es la misma sensación que tuve cuando....-y en este momento el peli-rosa se preguntó si era buena idea el decir que el día que ella llego tuvo el presentimiento...bueno en realidad el sentimiento fue peor, incluso llego a creer que moriría.

-Mmm...cuando qué?- si había algo que caracterizaba a Suzuki era lo curiosa que era con las personas que quería y eso involucraba a Saiki- vamos no me dejes con la duda S-A-I-K-I- y para desgracia del psíquico cuando la joven tenía curiosidad se comportaba de forma levemente infantil.

-Veras cuando llegabas pude sentir lo mismo que ahora pero en vez de sentir que algo malo pasaría pude sentir como mi muerte llegaba- no quería decirle lo últimos, no después de ver como Suzuki se derrumbó ante sus ojos hace tres días por sentirse un monstro, lo cual a los ojos del psíquico no podría estar más equivocada, tal vez por su habilidad esta no podía tener la misma interacción con otras personas, pero eso no impedía que tuviera una actitud cálida y protectora con la gente que ama.

-Saiki sabes que cuando tenemos las manos entrelazadas puedo leer tu mente y tú la mía verdad- la voz de la joven retumbo en su mente recordando ese pequeño detalle, se arrepintió de pensarlo, tenía miedo de que la joven se molestara con el- tranquilo no estoy molesta contigo, de hecho me alivia el hecho de que no tengas una sensación similar- enseguida la peli-negra relajo sus facciones bajo la mirada del psíquico.

-Porque?- la pregunta salió inconscientemente de los labios del psíquico ocasionando la risa de la joven- no puedo ser curioso- tal vez la voz del joven era neutra, pero eso no evitaba que Suzuki disfrutara de estos momentos con Saiki.

-Ahhh...siento que mi garganta se secó- y como si fuera karma la voz ronca de la joven provoco la leve risa de su acompañante- mhn...bueno veras no soy la única con habilidades extrañas de dónde vengo...pero soy la mejor y la fecha limite no se ha cumplido.

-Y que pasara cuando la fecha limite llegue- por primera vez el peli-rosa temió mas por alguien que por que su secreto saliera – que pasara contigo- en ese momento el pensar que algo le pasara a la joven le provoco un amargo sabor en su boca.

-No te preocupes ya tengo resuelta una parte, no dejare que te toquen, para eso deben pasar sobre mi cadáver- eso último tomo por sorpresa al psíquico, no creía como el semblante de la joven cambio de forma drástica, su semblante sonriente cambio a uno serio y sombrío, pero su agarré seguía siendo cálido.

-Así que pasaste a ser mi verdugo a ser mi guardián- su tono era alegre, cualquiera que lo viera pensaría que lo habían cambiado, pero no el gran e indiferente Saiki Kusuo trataba de hacer reír a la peli-negra-

Una calor se originó en el pecho de la joven, la cual solo atino a sujetar la mano del psíquico más fuerte mientras bajaba su rostro avergonzado. El resto del camino se la pasaron en anécdotas triviales, estabas querían llegar hasta lo más que pudieran a la escuela, mientras que el peli-rosa se había olvidado de su mal presentimiento. Llegando a la academia el sentimiento de que algo malo pasaría regreso.

Después de la primera campanada la maestra a cargo del grupo se dirigió en el centro del pizarrón, para dirigirse a su grupo con una sonrisa.

-Buenos días, el día de hoy se nos unirá un nuevo compañero- la mujer le dio la bienvenida a un joven rubio con los ojos abiertos- bueno puedes presentarte.

HASTA QUE TU MUERTE NOS SEPAREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora