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¿Cómo se debe reaccionar cuando alguien te dice que no eres tan tonto como pensaba? Es decir, sé que no soy la persona más inteligente del mundo, durante la secundaria reprobé algunos exámenes y, en repetidas ocasiones, mi madre me llamaba así cua...

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¿Cómo se debe reaccionar cuando alguien te dice que no eres tan tonto como pensaba? Es decir, sé que no soy la persona más inteligente del mundo, durante la secundaria reprobé algunos exámenes y, en repetidas ocasiones, mi madre me llamaba así cuando me comportaba literalmente como un tonto. Durante unos segundos no dije nada; no sabía si sólo dedicarle una sonrisa al rubio que estaba mi lado, por que vaya, comentarios así sinceramente no me afectaban o algo por el estilo, mucho menos viniendo de Jay. Jay podría llamarme de tantas maneras fuera posible, pero nunca alguna era enserio o con malas intenciones. Mi mente era un pequeño caos.

— Deja de pensar tanto las cosas— me dijo él mientras se acostaba a mi lado—. Sólo te dije que no eres tan tonto como creí.

Entonces decidi que debía dejar de tratar de desmenuzar cada palabra que salía de su boca. Toda mi vida he sido alguien observador y bueno escuchando, pero eso a veces me traía conflictos internos, como cuando mamá no estaba muy feliz, yo pensé de manera extremista que alguien había muerto, pero sólo era que perdió un par de billetes en el centro comercial.

— Lo sé— le dije frunciendo un poco mi nariz.

Él se dedicó a observarme durante unos segundos con una expresión neutral, tronó los huesos de sus dedos y chasqueo su lengua contra sus dientes. Miró hacia el techo.

— ¿Cuál es tu mayor miedo, Jungwon?

¿Mi mayor miedo? Creo que nunca lo había pensado, durante toda mi vida he conocido a gente que posee distintos miedos; miedo a la oscuridad, a los payasos, a la soledad, incluso a lo desconocido. Me cuestioné a mi mismo cuál era el mío...

— Creo que no tengo uno, o al menos no lo he descubierto aún.

Me miró nuevamente, al parecer le era entretenido analizarme, o al menos esa fue mi conclusión desde que siento su mirada sobre mí todo el tiempo. Y no me mal entiendan, no me molesta ni mucho menos me incomoda, pero creo que, en mis 19 años de vida, nadie me había mirado de una forma tan penetrante como Jay.

— Interesante...

— ¿Cuál es el tuyo?— cuestione mirando como la pequeña lámpara que estaba en mi mesa de noche comenzaba a llenarse poco a poco de polvo.

Se mantuvo en silencio un par de segundos, sacó el aire y se acomodó mejor en mi cama. Lo imité.

— Esto podrá sonar un poco raro, pero le tengo miedo a los ruidos fuertes que son repentinos.

— ¿Ruidos fuertes?

— Sí, si escucho fuegos artificiales, o algo tan simple como un globo explotar, puedo asustarme mucho. Es horrible...

Traté de analizar todo, ni siquiera sabía que ese tipo de miedo existia. No mentiré, esperaba una respuesta similar a "le tengo miedo a la muerte" o algo por el estilo, por que, sinceramente, no me esperaba algo -y me atrevo a llamarlo un poco decepcionante. Tampoco estoy minimizando su miedo, es claro que para él debe ser terrible.

Entonces recordé lo que me contó cuando estábamos en el puente. ¿Su propio padre lo lanzó al mar? Era jodidamente...

— Te he dicho que dejes de pensar tanto las cosas— me sacó de mis pensamientos— ¿En qué pensabas? ¿Te decepcionó mi respuesta?

Bajé la mirada y divisé mi suéter negro a punto de caerse de la silla frente a mi escritorio.

— Si...

— Lo sabia, tu lenguaje corporal es muy obvio. ¿Qué esperabas que dijera?

Comencé a sentirme un poco incómodo, pero no por su culpa, sino conmigo mismo.

— La muerte... — murmuré—. Hace un rato me hablaste sobre lo que te hizo tu padre, pensé que dirías algo así.

Sus ojos se pasaron por mi rostro de arriba hacia abajo, de mis ojos, a mi nariz, a mis labios, a mis cejas. Luego se giró un poco sobre sí, apoyo su espalda en el colchón y abrazó mi peluche de piña.

— Dejé de tenerle miedo a la muerte cuando mamá murió. ¿Sabes por qué? Por que ella se lo buscó, se drogaba hasta más no poder y luego sufría los efectos malos. Entonces me di cuenta de que si alguien no moría de forma natural o algún accidente, era completamente su culpa. Mamá se buscó su propia muerte, ella sólo queria escapar de papá y terminó dejándome sólo a mi.

La tranquilidad con la que decía cada palabra me abrumaba un poco. Sus ojos miraban fijamente el techo que sólo se iluminaba con la polvorienta lámpara a mi lado. Su madre quería escapar de su padre... Fue ahí cuando comencé a cuestionarme sobre muchas cosas que pasaban dentro de mi cabeza.

— ¿Recuerdas cuando te dije que la vida era una mierda? ¿Que las personas se iban corrompiendo una a una hasta que todo terminaba siendo simplemente una mierda insignificante?— preguntó él.

— Si...

— Esas son mis razones. Mi padre corrompió a mi madre hasta que ella simplemente no pudo más y se suicidó con un montón de pastillas. Es mi más claro ejemplo. Aunque por supuesto, cada quien tiene una perspectiva distinta de la vida.

Todos mis recuerdos ahora se basaban en esa platica con Jay, cuando soltaba el humo del cigarro por sus labios. Recordé todas y cada una de las palabras que me dijo esa noche. Esa noche, también entendí que yo probablemente tenga un punto de vista distinto al de Jay, y no por eso su forma de pensar es errónea, simplemente todos vivimos cosas distintas en la vida. Caí en cuenta de lo triste que debió ser para el que su madre haya muerto, es decir, apenas tiene 20 años... No sé mucho de su padre, pero no me atrevo a preguntarle sobre él aún.

— Yo... También recuerdo que me dijiste que dejara de preocuparme por alguien que... Que no valía la pena, como tú. ¿Por qué lo dijiste?

Volvió a mirarme y sonrió.

— Deja de pensar tanto... No vale la pena que tu cabecita esté llena de pensamientos tontos. Sólo ignora lo que dije.

Se levantó de mi cama, acomodó su suéter verde con las mangas pellizcadas, volvió a tronar los huesos de sus dedos de sus manos y agitó su mano hacia mí. Salió por la puerta, segundos después salió de mi casa y lo vi, por mi ventana, caminar entre las oscuras y frescas calles.

¿Mencioné que mi mente era un pequeño caos? Bueno, ahora, Park Jay logró que mi mente sea un desastre total.

¿Mencioné que mi mente era un pequeño caos? Bueno, ahora, Park Jay logró que mi mente sea un desastre total

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𝗦𝗧𝗥𝗔𝗪𝗕𝗘𝗥𝗥𝗜𝗘𝗦 𝗔𝗡𝗗 𝗖𝗜𝗚𝗔𝗥𝗘𝗧𝗧𝗘𝗦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora