— ¿Estás seguro de esto?
— Completamente.
— Pero...
— Pero nada. Deja de preocuparte tanto— contestó Jay mientras jalaba a Jungwon suavemente del brazo.
Se dirigían a su anterior punto de encuentro; el parque.
Eran alrededor de las 12pm. El silencio reinaba en las calles, viento suave recorría la zona y pisaban las hojas secas que se encontraban en el suelo debido a la falta de luz. Minutos antes pasaron a la tienda de convivencia comprando lo de siempre, una leche de fresa y la cajetilla de cigarrillos. Casi se habla convertido en rutina, incluso siempre veían al mismo chico que pasaba las cosas para cobrarlas Era una situación que disfrutaban. Bueno, a Jungwon no le agradaba lo que Jay compraba sinceramente, era como comprar un pasaje a la muerte...
¿Podría sonar exagerado? Exacto.
Pero en su defensa, tenía un tío hermano de su padre que fumó desde muy joven y murió debido a un problema de oxigenación por el cigarro. Ese mismo tío era como un ejemplo que tuvo desde pequeño para no hacerse adicto a casas de ese estilo.
Llegaron a el área de los columpios y Jay se detuvo de golpe.
— ¿Qué ocurre?
— Cambiaron los colores de los columpios.
Realmente el menor ni siquiera se había dado cuenta pero al parecer su chico tenía buen ojo.
Ahora los columpios eran amarillo y verde, incluso se veía que tenían poco uso tras la recién pintada, no estaba desgastado ni se notaba el óxido a simple vista.
Miró a el mayor encogerse de hombros y tomó el columpio verde, el tomó el amarillo.
— ¿Por qué estamos aquí?
— Quiero estar un rato en paz... Contigo.
Y es cierto, desde que su vida se convirtió en una aventura pasando de casa en casa e ir a lugares recurrentes donde había mucha gente, no habian tenido un rato para ellos sin el miedo de que el señor Park los encontrara en la habitación de Jay.
El sonido de un plastico rompiendose indicando que el más alto habia abierto su compra hizo a Jungwon desviar la mirada. De pronto una idea pasó por su mente. Sacó de su mochila el bote de leche, mientras su mayor buscaba el encendedor en su bolsillo le quito habilmente el cigarro y cuando este se inmutó de eso, le dio un beso.
La mano de Jay acarició la mejilla de Jungwon y lo atrajo aún más fundiéndose en un apasionado beso hasta que les alcanzó el aire.
— Por favor...
— ¿Qué ocurre?
— No fumes hoy.
Sus ojos mostraban suplica, los contrarios mostraban una especie de arrepentimiento.
ESTÁS LEYENDO
𝗦𝗧𝗥𝗔𝗪𝗕𝗘𝗥𝗥𝗜𝗘𝗦 𝗔𝗡𝗗 𝗖𝗜𝗚𝗔𝗥𝗘𝗧𝗧𝗘𝗦
Fanfiction𝗝𝗔𝗬𝗪𝗢𝗡 | ❛❛Siempre me dejas queriendo más... Las fresas y los cigarrillos siempre saben a tí.❜❜ A Jungwon le gustaba ver al chico de mirada triste que salía a fumar sentado sobre el columpio, en medio de la noche. © hyukind