Sin sentimientos

CAPÍTULO 7

Damiano fija sus manos en mis caderas y me presiona ligeramente hacia su cuerpo, instintivamente rodeo su cuello con mis brazos. Dejo salir un suspiro al sentir su torso pegado al mío. El italiano pasea su mirada desde mis ojos hasta mis labios varias veces apretándome más hacia él.

– Me está molestando el vestido que llevas puesto –dice bajando sus manos hacia mis piernas haciendo que le rodee la cintura con ellas. 

– Si no me hubieses tirado a la piscina probablemente ahora ya no lo llevaría puesto – susurro sobre sus labios. 

Su respiración se acelera y sonrío.

Ya me ha ganado dos veces en este juego, y ahora me toca mover ficha a mí. Así que agárrate Damiano David, has entrado en terreno pantanoso.

Se mueve sin dificultad por la piscina, sin soltarme, hasta encontrar la pared. Apoya mi espalda en ella y yo subo mis brazos al bordillo sin separarme de él. Habiendo liberado mi agarre, el chico aprovecha para subir el vestido por mis piernas y quitármelo del todo. Se aleja ligeramente de mí, contemplando cada milímetro de mi piel, y a continuación pasa su mano desde mi cuello hasta la parte baja de mi vientre. Suspiro de forma pesada y tiemblo. Damiano me regala una sonrisa y posa sus labios sobre mi cuello. Me estremezco al sentir su lengua en el punto justo y le atraigo más a mi con las piernas. Sonríe contra mi cuello y yo tiro ligeramente de su pelo haciendo que suelte un gruñido. Su mano pasea vacilante entre mis muslos mientras sus labios succionan mi piel.

Me ha marcado. Damiano acaba de plasmar sus labios en mi cuello.

Se aleja de mí unos centímetros y acaricia con el pulgar la marca que acaba de dejar sobre mi piel.

– Y esto– dice dejando un suave golpe sobre el círculo rojo–.  Para que el socio de tu jefe y todos los que te rodean sepan que a partir de hoy, eres mía.

Me estremezco ante sus palabras. Sé que no lo dice en sentido literal, pero no puedo evitar recordar las veces que Fede me repitió esa frase una y otra vez tras humillarme públicamente por bailar con algún amigo e incluso por hablar con Matteo. 

Damiano frunce el ceño ante mi reacción y me agarra de la barbilla obligándome a mirarle.

– Oye, ¿estas bien? ¿te ha sentado mal lo que he dicho?– pregunta con tono de preocupación buscando mi mirada desesperadamente.

Clavo mis ojos en los suyos y niego con la cabeza despacio.

Odio que Fede me siga jodiendo aún sin estar con él. Odio que su nombre ronde por mi cabeza todos los días. Y odio que no me deje disfrutar de momentos como este.

Me acerco lentamente a Damiano y rozo suavemente mi nariz con la suya. El italiano no separa sus ojos de los míos y sonríe de lado ante la caricia.

– Yo...  estoy muy jodida Damiano. Tengo muchos monstruos corriendo detrás mío que no me dejan tomar el camino que quiero y me presionan para seguir el que ellos mandan –confieso con los ojos cerrados.

– Pues déjame conocerlos, solo entonces podré ayudarte a ahuyentarlos –propone acariciando mi mejilla.

Me apoyo ligeramente sobre su mano y suspiro.

– Ojalá fuese tan fácil –murmuro.

– Tengo todo el tiempo del mundo Luca, no me importa esperar.

Ignoro el hecho de que me haya llamado por mi apellido y dejo asomar una sonrisa al escuchar el tono delicado con el que habla. Ha pasado de querer follarme contra la pared de esta piscina a escucharme y mostrar interés por lo rota que estoy; todo en menos de diez minutos.

Y por eso me aterra Damiano.

Me aterra porque solo hace dos noches que nos conocemos y siento que ha pasado toda una vida. Me aterra porque sé que si no lo impido acabará metiéndose de cabeza en mi día a día. Y sobre todo me aterra saber que si permito que entre, algún día tendré que verle salir, y no estoy preparada para volver a sentirme vacía...  tan vacía como aquel día.

Hola otra vez!! Me daba cosa dejaros a medias con el capítulo que he subido esta mañana, así que aquí os dejo otro, corto pero bueno; espero que os sacie hasta mañana.

Cualquier sugerencia para la historia u opinión no dudéis en dejármela por aquí sin problema :)

Att: delukka <3