CAPÍTULO 15

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Dirijo mi mirada inmediatamente hacia Damiano que niega lentamente con la cabeza advirtiéndome de que no es una buena idea. Mi lado dominante y orgulloso decide jugar a picarle un rato y yo me acerco a Victoria con mi copa en la mano.

– Me apunto– digo sonriendo colocándome a la derecha de la rubia.

Los chicos se miran entre ellos y levantan sus copas dándonos a entender que ellos también participan. Miro de nuevo al italiano y desafiándome con la mirada levanta lentamente su copa uniéndose al juego.

Nos sentamos al rededor de la mesa. Thomas es el que empieza preguntando.

– Ethan, ¿verdad o reto?

El moreno se mueve inquieto en el sofá y tras unos segundos de silencio se decide a responderle.

– Reto.

Thomas se gira como buscando a alguien por la pista de baile y detiene su mirada sobre una chica pelirroja de tez blanca que baila junto a sus amigas.

– Acércate a esa chica de allí – la señala–, y consigue que te bese en menos de cinco minutos.

Ethan se levanta indeciso y tras dejar su copa en mi mano se acerca a la pista de baile. Tras susurrarle un par de cosas a la chica vemos como esta se acerca a él para bailarle. Nos miramos todos sorprendidos y los chicos no tardan en gritar cuando la pelirroja agarra a Ethan para besarle.

El chico vuelve poco tiempo después con nosotros sonriendo al escuchar el vitoreo de sus amigos. Seguimos con el juego y esta vez es Victoria quien decida lanzarme la pregunta a mi.

– Anna, ¿verdad o reto? –pregunta subiendo y bajando las cejas.

Me río por la cara que está poniendo y tras darle un largo trago a mi copa respondo.

–Verdad.

– Joder Anna que aburrida –se queja la rubia.

Yo me encojo de hombros y con un suave movimiento de mano le invito a hacerme la pregunta.

– ¿Verdad que antes has echado un polvazo con Dam cuando habéis salido de la discoteca?

Miro instintivamente al italiano y le veo sonreír contra el borde del vaso antes de beber.

– Siento desilusionarte Vic, pero no. No hemos echado un polvazo –digo enfatizando esta última palabra.

– Insisto, joder Anna, que aburrida.

Yo me encojo de hombros y fijo mi mirada en mi vaso intentando evitar los ojos de Damiano que me queman la piel.

– Me toca –dice el italiano con voz ronca.

Me giro para mirarle sorprendida mientras me acomodo en el sofá, expectante ante su pregunta.

–Leo, ¿verdad o reto? –pregunta con su clásica sonrisa de superioridad.

Vale, definitivamente esto no tiene buena pinta.

Leo le mira incómodo y desliza su mirada sutilmente hacia mí, imagino que viendo lo que estaba por venir.

– Verdad... –responde el chico con inseguridad.

– ¿Seguro? –le pregunta el italiano con frialdad.

El chico asiente sin separar su mirada de la de Damiano.

– ¿Es verdad que te hubiese gustado besar a Anna antes y habértela llevado al baño para fallártela?

Dejo salir de mi garganta un grito ahogado y poso el vaso con fuerza sobre la mesa. Aniquilo con la mirada al italiano y me giro para ver que Leo ha pasado de una posición de sumisión a una dominante, con ganas de pelea.

Sin sentimientos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora