LO DESCONOCIDO - TRILOGÍA DEL UNIVERSO 1/3 [COMPLETA] ✅

Capítulo IV

Un nuevo día se hacía presente y Emily no estaba con sus mejores ánimos

—Espero que estén de humor y con energías porque hoy necesitarán concentración —avisó tan imponente como siempre —se enfrentaran a hologramas de Reptilianos, pero no cualquier holograma indefenso, este está bien equipado. Cuando se enfrenten simulará un enfrentamiento real, los ataques que ustedes le proporcionen y den en el blanco serán representados aquí —mostró una pantalla —mostrará cuán letal es su ataque, cuando acaben con ellos solo desaparecerán. En caso de que ellos los toquen recibirán descargas eléctricas equivalentes al ataque, así que no se contengan. ¿Algún voluntario?

Pasó un peligris, Emily al ver el holograma quedó helada, era exactamente igual al que vio y el miedo regresó.

—Toma una espada

—Señor, no la hemos utilizado...

—El peligro es el mejor instructor, toma la espada —el chico hizo lo pedido

—Estas pálida, ¿Te sientes bien?  —susurró Kristal sacándola de sus pensamientos

—Si, no es nada

—Siguiente

Pasaron todos los que querían mientras Emily posponía lo suyo

—Tú —la señaló —adelante

No tuvo más opción que avanzar, tomó una espada mientras ocultaba su nerviosismo

—Concentración —repitió el general presionando un botón

—“Aquí voy” —tomó aire

El Reptiliano se hizo presente avanzando a ella de manera peligrosa y comenzó a atacar. Emily esquivaba guiándose solo por los movimientos, no se atrevía a mirarlo hasta que la golpeó tirándola varios metros.

—¿Te rindes? —el general detuvo el holograma un momento y se paró a su lado

—No —respondió con frustración

—Como quieras —nuevamente lo puso en movimiento

Emily finalmente lo miró sin poder evitar los recuerdos, la atacó pero lo detuvo con la espada poniéndose de pie. Lo miró fijamente para alejarlo levemente y agacharse de espaldas pasando la espada por las piernas del Reptiliano, en el piso cortó su cabeza con un movimiento para después desaparecer.

—Bien, los que pasaron pueden retirarse

—Kristal, yo...

—Está bien —la interrumpió —descansa —sonrió

—Nos vemos luego —se retiró a paso apresurado

Contuvo como pudo las lágrimas hasta la cabaña, tomó una ducha mientras las lágrimas se mezclaban con el agua. Estuvo así por varios minutos y al salir se recostó intentando dormir para olvidar.

Despertó después de un rato y el almuerzo había pasado, solo se quedó ahí hasta que regresó su compañera

—Hoy te tocó quedar a ti —intentó sonar normal

—Si —sonrió

—¿Cómo te fue?

—Recibí unos golpes pero me fue bien —entró al baño  —¿Quieres hablar? —salió después de unos minutos

—En otro momento —suspiró levantándose —es hora de cenar

Todo fue como siempre hasta ver las clasificaciones

—Recuperaste tu puesto —avisó Kristal

—No me lo creo, puesto 50. Si cometo el mínimo error mañana nuevamente caeré última —suspiró cansada