Capítulo X: ¿Soledad?

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El amanecer se acercaba y las naves descendían en las puertas de los campamentos esperando ser abordadas.
Kristal estaba lista pero le preocupaba su amiga.

—¿Estarás bien?

—Si. Buen viaje —se abrazaron

—Gracias, verás que no tardaré. Nos vemos

—Nos vemos

Absolutamente todos se habían ido, ni siquiera Lena que estaba obsesionada con el general había quedado.

Comenzó su día sin planes, era probable que el general también se hubiese ido y ,si, estaba sola. Merodeó el bosque y subió hasta un paisaje verde, se sentó y observó todo el lugar

—Entre quedarme y regresar era lo mismo. Sea el lugar que sea, soledad ¿No? —suspiró —soledad y locura, ahora hablo sola. Es perfecto —ironizó

Se miró la mano donde una hermosa mariposa celeste que se había posado, alzó lentamente la mano para apreciarla. Después  de sonreír y soplar para que volara la quedo mirando

—Sé libre.  No como yo... —murmuró —basta Emily, no ha pasado ni una hora y ya hablas sola —se abofeteó pero se arrepintió —si duele, terminaré por suicidarme.No. No lo hice cuando llegué, no lo haré ahora —suspiró con tranquilidad

—¿Puedes callarte un momento?

Aquello la sorprendió y aterró, se levantó rápidamente y miró a quien no creía.

—General, ¿cuánto lleva ahí?

—Ya estaba aquí

Era cierto, no había observado los árboles y justamente él estaba arriba de uno.

—Lo siento, con permiso... —se retiró a paso apresurado —“Rayos”

Se avergonzó tanto que regresó a la cabaña y se encerró todo el día. No había almorzado y no le preocupaba porque no sentía hambre y probablemente tampoco cenaría. Tampoco había pensado en la posibilidad de,  ¿qué comería? Si bien les daban sus comidas cuando el campamento estaba lleno pero ahora estaba sola

—“Maldición”

Maldijo mentalmente mientras se dirigía al campo de entrenamiento, no tenía ánimos de entrenar pero no se le ocurría nada más, la noche comenzaba a caer y ella merodeando en aquel lugar que podía ser extremadamente peligroso.
Suspiró y se sentó a observar las estrellas podía pasar la noche entera apreciándolas como si ellas le pudiesen dar la respuesta a algo.

Volvió a suspirar con cansancio. Definitivamente estaba sola y apenas comenzaba aquello

—Oye... —nuevamente aquella voz

—¿Si?

—¿Piensas pasar la noche aquí?

—No, volveré a la cabaña —se levantó

—¿Que pretendes hacer este tiempo?

—No lo sé...

—Mientras el campamento esté desocupado como ahora, no servirán comida

—Genial

Comenzó a caminar ante la mirada del general

—Puedes quedarte conmigo —dijo por lo bajo

—¿Qué?

—Quedarte sola en todo un campamento, no es una decisión muy sabia

—No creo que lo que usted dijo sea muy prudente

—Se reciben beneficios y sabes cómo, este podría ser uno

—Entonces prefiero no recibir nada —se incomodó

LO DESCONOCIDO - TRILOGÍA DEL UNIVERSO 1/3  [COMPLETA] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora