Capítulo XVI: Descargo

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Kristal se había marchado y el día transcurría tranquilo, aunque para Emily solo pasaba, no le interesaba, solo estaba en la cabaña sin mover un músculo.
Después de la cena pensó mucho si iría o no al campo hasta que decidió hacerlo.
Cuando llegó no quería entrenar ni nada, solo se sentó a esperar mirando las estrellas.

—Terrana —el general se acercó pero no quería mirarlo

—¿Que necesita?

—Levántate... —lo hizo  —¿estuviste motivada? —hizo referencia a la noche anterior

—Podría decirse... —se limitó a responder

—¿Lo estás ahora?

—Podría probarlo

—¿Cuál es tu problema? —se molestó

—¿Y cuál es el suyo? —cuestionó del mismo modo

—Un momento sonríes y otro me atacas, no puedes ser más rara

—¿Sabe qué? —no pudo controlarse —¿sabe cuál es mi problema? ¿Quiere saber? Usted es mi problema. Porque no sé cuál es su maldito problema conmigo, ¿que le hice? Si me quería muerta debió hacerlo al principio, ahora no le será tan fácil o quizá sí, no lo sé, incluso puede hacerlo en este momento... —sintió un nudo en la garganta

—¿De qué hablas?

—No se haga el desentendido, sé del "plan" en la prisión. Sé que fue usted quien me hirió pero, ¿Por qué? Yo le confíe mi vida, confíe en usted y realmente creí cuando dijo que mientras esté en su equipo estaría segura, solo fueron puras mentiras. ¿Porque nos desprecia? ¿Porque me odia? —preguntó lo último con dolor

—¿Cómo lo sabes?

—¿Acaso lo negará? —estaba al borde de las lágrimas

—No es de tu incumbencia

—Diga lo que quiera, usted es un maldito idiota que no merece mi lealtad. No merece nada

—Y según tú, ¿Quién si? ¿El segundo general? Ese tipo te haría mucho daño pero  parece que es lo que quieres. Después de todo eres una terrana con costumbres de libertad, solo te haces la difícil con él...

No dijo más ya que Emily lo abofeteó con fuerza y sin contener las lágrimas, ya no podía.

—Terrana, tengo nombre, Emily, ¿lo sabía? Si no lo hacía ya lo sabe. Aquella terrana murió el día que llegó aquí y no permitiré que me diga esas cosas —estaba furiosa

—Siempre serás una terrana

—¡¿Cuál es su problema?! —exclamó pidiendo una respuesta —¿Cuál es su maldito...

No pudo terminar ya que el general se había acercado y besado con fuerza. De manera salvaje, reclamando y callándola. Emily se sorprendió pero se negaba a aceptarlo, estaba demasiado molesta, intentó alejarse golpeando su pecho pero no cedía solo se aferraba acercándola por la cintura.
Logró separarse con lágrimas, iba abofetearlo de nuevo pero la detuvo para volver a besarla. Siguió negándose hasta que dejó de hacerlo, sólo se relajó envolviendo sus brazos en el cuello del chico.
Un beso, uno inexperto de su parte pero se dejaba llevar, el general también había relajados sus manos rodeándola por la cintura con suavidad. Poco a poco ese beso se convirtió en suave y dulce, una extraña dulzura. El enojo había desaparecido pero no el dolor.

Después de un momento se separaron

—¿Porque hace esto? —susurró

—Retírate

El general habló con seriedad y alejándose repentinamente. Emily se confundió más, se frotó los ojos y le dio la espalda

—Es un idiota —murmuró antes de retirarse

LO DESCONOCIDO - TRILOGÍA DEL UNIVERSO 1/3  [COMPLETA] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora