Capítulo 10✨

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Roberta: Si claro- respondió ella sarcásticamente y el la miro

Diego: Vamos a mi habitación?- dijo el de repente y ella quedo sorprendida- no seas mal pensada... quizá no lo dije de la mejor forma... yo... a hacer lo de trigonometría.

Roberta: Ah claro... y no mal pensé -.-

Diego: Es obvio que sí, ya vamos.- dijo subiendo y ella lo siguió a su habitación, era una casa enorme. Llegaron a su habitación, y era la típica habitación de un hombre. -Ponte cómoda, siéntate...

Roberta: Gracias- respondió ella y se sentó en su cama.

Diego se puso a sacar sus cosas, haciendo tiempo antes de acercarse demasiado a ella, cuando se sintió más tranquilo, se sentó a su lado con su guía

Diego: Ok, que tal si vamos respondiendo y si no recuerdas te voy explicando- sugirió el y ella asintió, bien, entonces el primer ejercicio...- comenzaron a responder todo, Roberta sabia la mayoría de las cosas, Diego solo la observaba respondiendo todo, maldita sea! Porque no podía dejar de mirarla??? Observaba cada detalle en ella, cada movimiento, cuando acomodaba su cabello, cuando se reía sola, cuando sonreía sin darse cuenta, cuando fruncía en entrecejo, cuando mordía sus labios... era una mujer realmente hermosa, para Diego ella era la perfección hecha mujer...

Roberta: No entiendo este.- dijo ella sacando a Diego de sus pensamientos

Diego: Ah!! Es fácil... mira, lo único que tienes que hacer es...- comenzó a explicarle todo, se acercó a ella para poder explicarle mejor, tomo su lápiz y comenzó a escribir unas cuantas cosas, ella comenzó a respirar agitadamente ante la proximidad de Diego... era demasiado, sus cuerpos estaban rozando y ella se sentía nerviosa, jamás se había sentido nerviosa... pero el aroma de Diego era tan exquisito...- entendiste?- dijo mirándola a los ojos y se dieron cuenta de lo cerca que estaban sus rostros, le devolvió la mirada de forma fija y él se dio cuenta de que además de tener un cuerpo perfecto y un rostro hermoso, sus ojos eran los más bonitos que había visto en su vida... y tenían una intensidad que casi te era imposible quedarte fijo viéndolos sin quedar hipnotizado...

Roberta: Aha, si entendí- respondió ella y el desvió su mirada a sus labios cuando ella hablo, observo su forma, tenían una forma perfectamente delineada, se veían tan suaves, tan rosas, tan... besábles.

Roberta únicamente notaba su respiración agitada, y después comenzó a sentir en aliento de Nicola contra su rostro, ese aliento tan sexy... él era sexy, por más que quisiera negarlo, era el hombre más guapo que había visto en su vida, a pesar de todo... lo único que pudo hacer, fue mirar los ojos tan hermosos que Diego tenia, pero cuando se dio cuenta de que la mirada de este se desviaba a sus labios, ella hizo lo mismo y solo podía deseas acortar esos centímetros entre ellos para sentir la suavidad de esos perfectos labios que ya había probado una vez...

Y así, como si sus pensamientos y deseos hubieran sido escuchados por él, sintió como unos labios chocaban contra los suyos de una forma extremadamente dulce que la dejo sin respiración y que la hizo cerrar sus ojos y suspirar, pero no fue la única que suspiro, el chico hizo lo mismo, ambos suspiraron al sentir sus labios juntos así que sin detenerse, comenzaron a moverlos a un ritmo lento, parecía que querían aprender la textura de sus labios... poco después comenzaron a besarse de una forma un poco más apasionada, y Diego sin poder evitarlo, puso una mano en la cintura de la chica y ella subió ambas manos a su cuello y comenzó a acariciarlo, el volvió a suspirar, que idiota! Como podía suspirar mientras besaba a la mujer que tanto odiaba? La odiaba... no, el jamás podría odiarla.

Seguían moviendo sus labios juntos, hasta que Diego sin resistirlo, la tomo con ambas manos y la recostó en la cama, cayendo el sobre ella, pero nunca dejo que su cuerpo la aplastara por completo, solo pegaban ligeramente, sentía bajo su cuerpo, la silueta más perfecta del mundo, tenía una forma impresionante, pero lo que más lo impresionaba a él, era lo bien que se sentía tener su cuerpo junto al de ella y la forma en que encajaban juntos... ella también pensaba lo mismo, que el cuerpo de ese chico quedaba con el suyo a la perfección y eso era algo un poco alarmante... Diego subió una de sus manos por el costado de ella y acaricio levemente su cuerpo, deseándola demasiado, luego con la otra acariciaba sus piernas, definitivamente su figura lo estaba matando y ahora la estaba examinando con sus manos en lugar de con sus ojos. Paso sus manos por cada parte del cuerpo de Roberta y sentía que jamás se cansaría de eso, recorrió cada centímetro y luego se separó de sus labios para besar su mandíbula dulcemente y sonrió, sonrió porque la estaba besando? Ella también lo hizo, no porque fuera un simple beso, era porque él la estaba besando y tocando de la forma más dulce y delicada que podía existir. Roberta se estremeció bajo el cuerpo de Diego, cuando sintió el cierre de su vestido bajar y acto seguido sintió como su vestido abandonaba su cuerpo lentamente, no sin antes sentir unas caricias bajo el, que la estremecían demasiado y la hacían desear mas por primera vez en su vida.

El amor todo lo puedeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora