Acabamos desayunando unas napolitanas de chocolate y mi Cola Cao. Estaba enganchada, las mañanas no eran mañanas sin un buen Cola Cao.
-Bueno, ¿qué plan tienes hoy Noe?
-Ni idea, posiblemente quede con Nerea porque tengo que entrenar ¿Y vosotros qué?
-Entrenamos también pero vamos a ir a tomar el Sol.
-Vaya dos viejos estáis hechos.
-Dylan, mira lo que nos ha llamado tu hermana.
-Es que ella está en la flor de la vida amigo.
-Bueno chicos, me voy ya.
-Espera, ¿vienes a comer?
-No lo sé luego te hablo.
-Mañana llegaran papá y mamá.
-Lo sé, pero ¿qué quieres decir con eso?
-Ains Dylan tu hermana es muy inocente. Noelia, no vengas a comer y disfruta de tu último día de libertad.
Dijo mientras me guiñaba un ojo. No sabía si era un mensaje subliminal para que quedara con Asier o para que simplemente quedara con mis amigas. Pero la idea de Asier ya se me había pasado por la mente como tentadora.
-Tampoco era eso, haz lo que quieras pero con cabeza.
-Dejad de preocuparos.
Subí a mi cuarto y me puse una falda blanca negra y plateada y una camisa corta blanca. Además me puse un collar negro y plateado que me encantaba. Me pinté un poco la raya del ojo y ya me estaba calzando cuando llamaron a la puerta de casa. Era Nerea, estaba segura así que agarré el bolso y bajé de mi cuarto.
-¿No vas demasiado arreglada?
Noté la voz de mi hermano a mi espalda. Hoy estaba pesadito el pobre.
-Voy como cualquier día, luego te llamo.
-Si queréis os llevo a algún lado
-No es necesario Isaac. Gracias, hasta luego.
Abrí la puerta y ahí estaba mi amiga.
-Menos mal que has llegado, ya está mi hermano pesado.
-¿Tu hermano?
-Sí, mi hermano.
-¿Nadie más?
- Que idiota que eres, sí también estaba Isaac
-El amor es tan bonito
-Nerea, te dije que no mezclaras alcohol y drogas.
-Pero es que me gusta ver unicornios amarillos
-¿Amarillos?
-Pues sí, amarillos.
-¿No hay mejor color para un unicornio?
- Es mi unicornio y le veo del color que quiera.
-Vale, vale solo era una pregunta. No se si llamar a Asier
- Te ha dado con Asier ¡Eh!
-Es que no sé, hay algo que me gusta pero no sé cuanto, como ni que...
-¿Y ahora vas a buscar ese algo?
-No sé es que tampoco va a venir hasta aquí a verme
-O sí, pruébalo.
No pensé más y le llamé me apetecía verle y tenía rato hasta la tarde.
-Buenos días Noelia
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Princesa en la pista
RandomCerré los ojos, estaba nerviosa, muy nerviosa. No estaba segura de lo que se suponía que debía hacer. Me levanté de la cama y me puse las rodilleras, el culote y mi camiseta. Cuando me miré al espejo sonreí. Yo era ese número, estaba con mi equipo...