Cuando llegué a mi habitación me senté en la cama mirando al techo sin poder llorar pero con demasiadas ganas. Un terrible sentimiento de frustración me absorvía.
Llamaron a la puerta-¿Puedo pasar?
Era mi hermano pero no me apetecía verle, no en ese momento.
-Vete, voy a dormir ya.
Él entró en mu habitación ¿a caso no había sido lo suficientemente clara? No le había dicho que se fuera pero mucho menos que entrara.
-Sé lo que piensas.
-Tú no sabes lo que pienso, si estás encantado porque se van a ir.
-No te confundas, a mi no me hace ninguna gracia que se vayan, pero creo que es mejor aprovechar el tiempo con ellos a estar con cara de perro.
-Pero es que ya casi pasan más tiempo fuera de casa que con nosotros.
-Tranquila Noe. Ellos van a trabajar para que nosotros podamos tener una vida acomodada.
-Me da igual eso, quiero llegar a casa y que me pregunten como estoy, poder hablar con ellos sin sentir que son desconocidos.
-Estoy yo para todo eso.
-Lo sé...
-Venga anda, túmbate y si no consigues dormir me despiertas, ¿vale?
-Sabes que no lo voy a hacer.
-Al menos te recuerdo la opción, descansa anda. Buenas noches
Salió de mi cuarto y cerró la puerta.
Pasaron unos días, las clases empezaban y pronto empezarían los partidos de temporada, al fin.
-¡Dylan!
Grité cuando sentí la almohada en mi cara.
-Deja de remolonear que hoy es el primer día de clase
-¿Y si no vamos? Hoy no se va a hacer nada.
-Me queda un año en el instituto Noe, hay que empezar con buen pie el curso y a ti ya te toca cuarto que no se regala.
-Vale, vale, lo he pillado pero no me rayes la cabeza por favor.
Me levanté y escogí un pantalón corto alto vaquero con una camisa corta de color coral. Por último dejé mi pelo suelto aunque era raro que no me hiciera coleta.
-Noe, venga baja ya a desayunar que Isaac va a llegar en nada.
-¿Qué?
-Que te des prisa, no seas pesada.
Bajé las escaleras corriendo y me tomé un cola cao lo más rápido posible.
-¿Cómo que viene Isaac a por nosotros?
-Pues claro, se ha matriculado en el mismo instituto
-Ahora sereis compañeros de clase.
-Exactamente creo que tú serás su compañera de clase
-¿Qué?
-Bueno, cuando estuvo en Palencia dejó los estudios y ahora le han dejado volver en nuestro instituto.
-Madre mia, la que me espera.
Mi hermano se rió pero a mi no me hacía tanta gracia en realidad. Aunque fijo que me iba a reír bastante este curso, mejor no quejarse demasiado por si a caso.
-El coche ya está aquí, ¿estás lista?
-Cojo ahora la mochila, ve bajando al coche.
-Sí, date prisa

ESTÁS LEYENDO
Princesa en la pista
AléatoireCerré los ojos, estaba nerviosa, muy nerviosa. No estaba segura de lo que se suponía que debía hacer. Me levanté de la cama y me puse las rodilleras, el culote y mi camiseta. Cuando me miré al espejo sonreí. Yo era ese número, estaba con mi equipo...