Después de eso me quedé encerrada de alguna manera en mi misma ¿Qué estaba haciendo? ¿Era yo esa? ¿La que se lía con chicos que no volverá a ver o que sale con uno que en realidad solo ve como un amigo? Yo no era esa, de ninguna manera. A todo el mundo nos gusta sentirnos queridos o deseados es algo normal, al menos eso espero.
Quizá ese deseo de sentir que alguien cree en ti, de que alguien te vea como la persona más bonita y maravillosa del mundo. Parece que te dan alas y por un momento te hacen sentir en la cumbre del mundo. Como si fueras alguien invencible que vive en un paraíso donde querer es poder.
Lo malo de eso es cuando la realidad impacta frente a ti y a mi me acababa de estallar en la cara. Nadie puede hacerme sentir invencible si yo no me creo invencible y el amor es muy diferente al cariño. Camuflar las cosas lleva a confusiones y yo acababa de descifrar un complicado problema que haría que cambiara 180°.-¿Estás bien?
-Sí, no te preocupes Dy. Todo va perfecto.
-Te veo rara
-Calla anda, ¿a qué hora nos iremos mañana?
-Pues no he preguntado a Isaac
-Vale, da igual
Me dió un abrazo y besó mi frente.
-Voy a irme con María a dar una vuelta.
-Vale, pásalo bien.
Estuve todo lo que pude en mi habitación intentando ordenar mis pensamientos y mis sentimientos pero estaban metidos dentro de un caótico ''orden''. Aunque al final subieron y me hicieron bajar porque estaban preparando la cena. Preparamos una cena mejicana con fajitas, burritos y nachos. Fue muy divertido porque los chicos compraron guindillas extra picantes e hicieron un concurso para ver quien aguantaba más pero ninguno aguantó demasiado.
-¿Qué tal estás preciosa?
-Bien.
-Eso no suena muy convincente.
-No te preocupes Hugo.
-Ven anda.-dijo ofreciéndome un abrazo.
No me resistí porque la verdad era que necesitaba un buen abrazo.
-¿Mejor?
-Sí gracias.
-Me gustaría que me dijeras qué es lo que te pasa...
-Es mejor así, además estoy mejor y no es nada importante ¿Aún no han llegado María y mi hermano?
-Bueno, fijo que están muy bien los dos. No te preocupes por ellos, saben cuidarse.
-¿Qué pasará cuando nos vayamos?
-Pues seremos muy buenos amigos y te visitaré bastante.
-¿Y si tengo novio?
-He dicho amigos por eso. De todos modos no te agobies, aún no te has ido. Disfruta del presente que es el único tiempo que existe.
-¿A qué te refieres con eso?
-El futuro es obvio que no existe y el pasado todos pensamos que si pero como no lo estás viviendo no puedes saber si existe o no.
-Me acabas de descuadrar.
-A veces pienso y ya alguna que otra vez puedo llegar a ser profundo.
-¿Chicos venís a jugar a las cartas?- preguntó Cassandra.
Estuvimos la mayoría de la noche jugando a varios juegos de cartas, María y mi hermano volvieron y se unieron a la partida. Nos dieron las tres de la mañana jugando hasta que la gente empezó a irse a las habitaciones. Yo iba a dormir con Hugo en su cuarto pero me dieron remordimientos porque me seguía dejando llevar así que me quedé un rato más fuera.
-No deberías seguir aquí, hace demasiado frío.
-¿Isaac?
-Sí, no tengo sueño aún. Te toca inventarte otra excusa de por qué estás aquí.-dijo muy sonriente.
-Hugo me ha dicho que vaya a dormir con él.
-¿Y qué pasa?
-No sé si quiero. Estoy un poco perdida después de lo que hablamos.
-Yo también...Pero si quieres ir puedes, no tienes por qué preocuparte por mi. Entiendo que te guste Hugo y sé que somos amigos. No voy a hacer ni decir nada pero si quieres ir ve.
-¿Quieres que me quede?
-No es lo que yo quiera, a mi no me importa lo que hagas.
Esas palabras me hicieron daño, mucho y en un arrebato de orgullo me levanté sin decir nada y me fui a dormir con Hugo.
................................................................................................
PERDÓN POR HABER TARDADO TANTO EN SUBIR CAP PERO COMO ES VERANO LA VERDAD QUE PASO POCO TIEMPO EN CASA Y AÚN MENOS ESCRIBIENDO ESPERO QUE OS GUSTE ESTE Y PROMETO SUBIR PRONTO UN BESO

ESTÁS LEYENDO
Princesa en la pista
RandomCerré los ojos, estaba nerviosa, muy nerviosa. No estaba segura de lo que se suponía que debía hacer. Me levanté de la cama y me puse las rodilleras, el culote y mi camiseta. Cuando me miré al espejo sonreí. Yo era ese número, estaba con mi equipo...