No pude dormir hasta oír como llegaban todos. Me hubiera gustado ir a verle pero supuse que sería mejor al día siguiente. Cerré los ojos y suspiré, estaba demasiado cansada.
Estaba sumida en un sueño profundo pero de pronto noté algo. Me desperté de golpe y vi como alguien me tapaba la boca. Estaba tremendamente asustada.
-¡Sh! Pequeña luchadora soy yo, Hugo.- dijo en un susurro
-¿Qué?
-Ven
Vi su sonrisa pero aún no era muy consciente de mis actos. Obedecí y como él dijo, fui con él. Bajamos al salón pero yo estaba helada.
-¿Dónde vamos? Estoy helada
-Contaba con eso pero estás muy guapa con ese pijama.
-Pero muriendo de frío.
Se rió fijo que pensaba que era una quejica pero fue él el que me había sacado de la cama sin decirme para qué.
-Toma ponte esto encima.
Me dió un chandal, seguramente suyo pero contra el frío nada mejor que algo calentito, cómodo y ancho.
-¿Por qué me has despertado?
-Porque antes me lo he pasado muy bien y quería verte recién levantada.
-Pues podías haber esperado un poco más...
-Eso sería perder horas de poder estar contigo. Venga, vamos fuera.
Antes de volver a seguirle cogí dos mantas, tenía pinta de hacer mucho frío ahí fuera. Caminé detrás de él hasta que se giró.
-Creo que este es buen sitio para sentarnos.
-Sí, sobre todo a ver a nuestro amigo el resfriado.
Él rió pero yo lo decía completamente en serio.
-Creo que eres especial, ¿sabes? Que estás destinada a hacer grandes cosas.
Es difícil describir cómo me estaba mirando. Creo que solo podría decir que notaba que me tenía aprecio por su forma de mirarme, era lo que me transmitía.
-Me conoces de apenas unas horas.
-Da igual eso, tienes ese brillo en los ojos, esa forma de hablar... Como si estuvieras llena de energía y optimismo.
-Puede que te haya dado la impresión equivocada.
-No creo, sinceramente eres diferente.
-¿Diferente? ¿Eso es bueno o malo?
-Ni bueno ni malo pero si tuviera que escoger una de las dos para ti, te diría que bueno.
La verdad es que no me sentía cómoda con el ritmo de la conversación, actuaba como si me conociera de toda la vida y solo había estado unas horas con él. Me parecía muy majo pero es que él hablaba como si en cuatro horas hubiera podido calarme, era de locos.
-Nos esperan dos buenos días por delante.
-Sí y la verdad es que me gustaría acabar con una buena amistad contigo.
-Claro que sí, además si jugaís cerca de donde yo vivo algún partido tendré que pasarme.
-Me haría mucha ilusión, la verdad.
-Pues ahí estaré entonces.
-¿Te puedo hacer una pregunta?
-Hazla, otra cosa es que responda
Nuevamente volvió a reírse aunque yo siguiera hablando en serio.
-Si ahora tengo unas terribles ganas de besarte y pedirte que nos tumbos a ver estresllas... ¿Me aguanto o me dejas?
-Como Dylan se enteré se enfadará.
-Te pregunto a ti no a Dylan
En ese momento no sabía que hacer. Ese mismo día lo había dejado con Asier.
Ese mismo día había estado celosa porque Isaac prefería a su amiguita antes de estar un rato conmigo.
Ese mismo día me había sentido tan cómoda con Hugo con la guitarra.
Miré sus labios e inconscientemente morfí los míos, era extraño pero sí que me apetecía besarle.-Aguantarse es malo.- reí
Paso su mano por mi mejilla dereche acariciádola suavemente, después apartó cuidadosamente mi pelo de mi frente y de mis hombros. Estaba haciendome desear el roce de mis labios con los suyos, y lo consiguió.
En ese momento no aguanté más y me estiré hasta alcanzarlo como si necesitara saciarme con ese beso.
Cuandi nuestros labios se separaron dándose una tregua él se tumbó en la hierba y yo me recosté a su lado.-Siempre me han gustado las estrellas. Me recuerdan a cuando era niño y hacía excursiones con mi padre.
-Yo no suelo poder verlas y menos así. Algún día veré una lluvia de estrellas, tiene que ser precioso.
-Lo es, ojalá algún día te pudiera llevar a verlas a mi pueblo.
-Hugo, lo siento pero necesito preguntarlo, ¿qué ha significado el beso?
-Tenía ganas de besarte, no te preocupes sé que no me quieres y no tendremos nada. Vivimos muy lejos y todo eso peroe gustaría estos dos días estar así de bien contigo.
-¿Por qué conmigo? ¿O es que simplemente es como tener compañía?
-Ya te dije antes, eres diferente a las chicas que conozco. No soy de los que van un día con cada una si es lo que piensas. Simplemente no me gusta dejar pasar a la gente especial. Sé que no podemos tener nada pero quien sabe dentro de unos años. Me haces pensar demasiado Noe, quiero disfrutar esto contigo.
-Todo esto es muy raro pero me caes bien.
-Supongo que soy diferente.
Pude notar su sonrisa incluso sin verla. Era completamente cierto, aquél chico era diferente. Cuando giré mi cabeza atrás hacia la casa vi que estaba la luz del salón encendida.
-Igual volvemos ya, ¿no? Es que hay gente en el salón
-Como quieras, yo te sigo ahora.
Era gracioso tenerle detrás de mi siguiéndome, empecé a andar en zig zag. En realidad quería comprobar si lo jaría también o si seguís andando normal. Él también empezó a zigzaguear hasta que eché a correr.
Antes de llegar a la casa me alcanzó y me abrazó delicadamenre rodeando mi cintura.-Me va a costar soltarte y no llevarte para dormir conmigo.-susurró.
-Pues tienes que soltarme antes de llegar a la casa
-¿Por qué?
-Porque hay alguien y ese puede ser mi hermano.
-Vale anda, no te preocupes.
Me soltó pero caminaba a mi lado con una mano posada en mi espalda. Cuando llegamos a la casa no pude evitar dejar de sonreír de pronto. Mientras, Isaac me miraba fijamente.
-¿Vamos?
-Ahora subo Hugo, voy a quedarme un poco aquí.
-Vale.
Él seguía sonriente, besó mi frente y subio hacia donde los dormitorios.
-Parece que te lo estás pasando bien.
-Tú tampoco te quedas atrás.- dije completamente seria ¿Cómo se atrevía a decirme eso después de estar todo el día con la babosa de Cassandra?
-Sí bueno, la verdad que no está mal la chica.
-Eres muy cínico ¿sabes?
-¿Yo? Eres tú la que lo ha dejado hoy con su novio, estaba tristísima y a lo poco está casi liándose con un chaval del que no sabe nada.
-Eso ha sido muy sucio.
-Espera... Lo siento.
-Pasátelo bien con Cassandra.

ESTÁS LEYENDO
Princesa en la pista
RandomCerré los ojos, estaba nerviosa, muy nerviosa. No estaba segura de lo que se suponía que debía hacer. Me levanté de la cama y me puse las rodilleras, el culote y mi camiseta. Cuando me miré al espejo sonreí. Yo era ese número, estaba con mi equipo...