Capítulo 10

220 26 0
                                    

7:18am

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

7:18am

Pase la brocha de rubor finalizando mis mejillas y me levanté, rocié mi perfume sobré mi y lo dejé sobre el pequeño tocador.

Tome la mochila de piel negra dirigiéndome a la salida. Bonnie me siguió mientras ronroneaba en mis piernas desplazándose entre estas, baje mi vista.

—Cierto, lo olvidé—me quejé por lo bajo y me apresuré, tome la bolsa de su alimento y vacíe un poco sobre su plato.

Me incliné hacía ella y la acaricié mientras comía, recuperé mi postura y salí apresurada.

Corrí por las próximas dos calles y me detuve al llegar a la parada de autobús. Ví a Dawon. Me apresuré y al escuchar mis pasos el giró a mí. Sonreí en saludo.

—¿Botas nuevas, eh?—miró hacía abajo.

—Son bonitas, ¿verdad?—moví mi pie modelando en el airé.

—¿Que voy hacer contigo Han Yeeun?—me miró un leve irritado y giró de nuevo hacía el frente.

—¿Cuál es el problema conmigo?—cuestioné dirigiéndome a él e hice una pequeña mueca.

—Tú problema comienza de pies a cabeza—se aproximó a mi y tomó mi saco,—¿Buscas que alguna agencia de entretenimiento te detenga en la calle para reclutarte como idol?

—¿Qué?—me burlé,—Sí mi vida no es perfecta, al menos mi outfit puede serlo. ¿Piensas que tengo suficiente tiempo libre para fantasear con algo así?—me quejé entre dientes.

—No te veo muy ocupada—hizo una mueca.

—Tan sólo me gusta vestirme bien pero no puedo decir lo mismo de ti—traté de molestarlo,—Eres bastante ordinario.

—Sabes que sí subes al autobús de esa manera el resto de los hombres pensarán que les estás coqueteando. Además sigues sonriéndole a todo el mundo—me regañó.

—Lo siento por ellos—me recargué en la parada de autobús a su costado.

—¿Eh?—giró con interés y un poco desconcertado.

—Siento que piensen que una mujer que sonríe por amabilidad está coqueteando, y siento lucir como el tipo de persona que jamás tendrán. Tengo estándares altos, ¿lo sabes?—sonreí divertida evitando reír por su rostro ofendido.

—Woah...ya veo—afirmó,—Tienes un buen autoestima por tu aspecto, ¿eh?

El autobús llegó.

Diosa de las citas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora