Diosa de las citas

Capítulo 8

La alarma comenzó a timbrar.

—Alexa—murmuré y me senté sobre la cama aún adormilada,—Detente—titubee a la bocina inteligente.

—Buenos días. Espero que tengas un maravilloso día. El clima es agradable con temperatura de quince grados y cielos despejados...-está siguió hablando.

—Día maravilloso, mi pie.

Me dormí a las tres de la mañana, siento que mis ojeras saludarán por el resto del día.

{..}

Salí de la cafetería y bebí el smoothie de fresa.

7:49AM

Me apresuré.

—Disculpa—un hombre me detuvo, me quité mis audífonos un poco desubicada,—Lamentó si te sorprendí.

—Ah...¿se le ofrece algo?

—Soy Sa Hye Min. Trabajo en una agencia de modelaje local—me extendió la tarjeta de presentación,—Sí le interesa, ¿podría contactarnos?

—Lo siento, no estoy interesada en el modelaje.

—¿Qué? Eso sería un desperdicio a su belleza y juventud.

El vió mi rostro serio y comenzó a reír un poco nervioso.

Sonreí y reí sarcástica junto a él, mi rostro volvió a ser serio.

—Usted es bastante gracioso—murmuré en sarcasmo entre dientes,—Estoy viviendo. ¿Por que desperdiciaría mi juventud y belleza? Mi vida es valiosa.

—Ah...Señorita no me malinterprete, por favor—siguió sonriendo incómodo y nervioso, al ver mi rostro el también se tornó serio y aclaró su garganta.

—Sí me permite, tengo cosas que hacer—seguí mi caminó y él camino a mi costado apresurado.

—Sabe...Srita, hace poco abrió una tienda de cosméticos local. Necesitamos modelos, caras nuevas para está línea de cosméticos—explicó con sus manos.

Entonces consígalos. ¿Por qué pierde el tiempo conmigo?

Desearía poder decir eso.

Permanecí escuchando por educación.

—Se le pagará bien. Y además, podrá quedarse con el kit de cosméticos nuevos.

—Ah, eso es grandioso—exclamé sarcástica riendo bajo, me detuve y tomé la tarjeta de presentación,—La guardaré. Sí llegó a llamarlo, me pagará el doble, ¿eh?—lo señalé, el estaba por hablar cuando lo interrumpí,—No se preocupe. No lo haré—aclaré, sonreí sarcástica y me despedí con la mano en el airé apresurada.

—¡Le daremos incluso el triple si acepta!—gritó a mis espaldas.

Me apresuré y subí al taxi, cerré la puerta y lo ví observarme desconcertada.

El sonriente levantó su mano en el airé y se despidió de mí.

¿Que le sucede? Ni si quiera lo conozco.

El taxi avanzó.

{Narrador Suho POV}

—Asistirá tu novia a la reunión, ¿verdad?—su madre preguntó con curiosidad al beber una taza de té a su costado.