𝟘𝟠-༊

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Peinó su cabello hacia atrás,sintiendo como la brisa de su ventana pegaba directamente con su cabello,despeinandolo de forma suave,tomo aire,y lo sacó de forma lenta,disfrutando tanto el respirar el aire fresco y frío que llenaba sus pulmones con felicidad y frescura.

Acomodó sus gafas en el puente de su nariz,y sus ojos centrados en el libro lo hacían volver a sumerger toda su conciente mente en una lectura que apenas se tomaba el tiempo de poder protagonistar de nuevo en su imaginación.

No iba a culpar a la universidad de su falta de tiempo para poder  sentarse a leer un buen libro,pues,la universidad al parecer era más fácil de lo que muchos lo contaban.

Incluso el haber visto el año pasado como su hermana,incluso,se dió un año sabático por el miedo a fracasar en ella se le hacía algo ridículo ahora que lo vivía,y sabía la facilidad que tenían las cosas ahora.

Aún que gran parte de ello, podía ser que en si,toda su vida se podía tratar de la escuela,o al menos sería la definición más corta de la vida del azabache.

---¡Má,Nayeon está aquí! ¡Regresó más tarde!

El grito se Jihyo y la puerta siendo cerrada fue suficiente para levantarse de su asiento,dejando su lectura como si nada,eh ir a la sala junto con su madre.

---Oh,Kookie ¿Vas a salir también?

No obtuvo respuesta,no cuando aquel chico se recostó en el sofá,colocando su cabeza en el regazo de su madre como tal niño pequeño de cinco años,pidiendo amor y protección de su progenitora.

---Ya veo,mi bebé quiere que le canté ¿No es así?

Sentir como las manos de su contraria retiraban de su rostro sus gafas,y el escuchar como doblaba las patitas del artefacto para colocarlo en la mesita que tenían a lado del sofá,fue suficiente para que la calidez llegará su cuerpo,y el como las manos de su madre acariciaban sus cabellos pelinegros y como su voz rondaba sus oídos,era suficiente para que cerrará los ojos somnolientos.

Siempre fue diferente.

Jeon,un apellido que ambos hermanos portaban,pero,entre ellos siendo genuinamente diferentes, genuinamente especiales y talentosos. Quizás uno más que otro, quizás uno se destacaba en más cosas,pero no había un quizás,por qué los dos estaban en un rango que ambos querían sobre pasar.

Cuando la señora Jeon tuvo a luz a su primer hija,juraba ver como entre llantos esa luz,esa luz que ahora portaba Jeon Jihyo,siendo tomada como la perfección misma,como una de las flores más bellas del jardín y como un diamante en bruto que,aún que lo taparas,el brillo aún sobre pasaba por las sombras.

Lo amaba,sabía que su hija amaba la atención,sabía que amaba que la amaran,sabía que amaba ser un diamante,pero también sabía que de los dos hijos que tuvo,ella podía ser una de las más extrovertidas,pero que menos pensara las cosas y más influenciable podría llegar a ser.

Por qué si,amaba llamar la atención,pero no importaba como lo hiciera,solo amaba los ojos sobre ella.

Y fue el primero de septiembre hace dieciocho,casi diecinueve años,tuvo a luz a su segundo hijo,y fue cuando Jihyo tuvo que saber que la atención hacia ella tenía que dividirse para alguien más,recuerda los lloriqueos,recuerda como el llanto que antes había sido nulo,ahora aumentaba cuando su padre lo sostenía en brazos,y las risas no faltaban ante lo dicho.

Podía sentir la calidez del cuerpo de su hijo,el como esa mirada suave de Jungkook era diferente a la de Jihyo.

Suspiró,mirando como los ojos cerrados y respiración suave de su pequeño eran como la melodía que ahora cantaba.

El brillo de ambas de sus creaciones eran diferentes.

Lo supo desde que esos pequeños infantes comenzaron a crecer día a día junto con ella.

Una riendo escandalosamente,y el otro,riendo de forma suave mientras se ocultaba atrás de su pierna,abrazándola con ternura.

Sonrió con suavidad ante el recuerdo de sus pequeños.

---Patito,patito cuak cuak...

Escuchó como la voz suave de su hijo murmuraba eso con delicadeza,y el sonreír,mientras asentía con la cabeza fue suficiente para volver a cantar.

Mientras Jihyo disfrutaba de pequeña las canciones ruidosas en inglés,el helado de fresa y chocolate con crema batida y chispitas de colores encima,el olor a las flores y los caramelos sabor a fresa,Jungkook amaba el helado de vainilla con galletas de chocolate,las canciones suaves en japonés y el olor y chicles a mentolado,la señora Jeon podría seguir diciendo,que sus hijos son uno de los más bonitos contrastes que pudo resibir en toda su vida.

Soltó una carcajada discreta.

Aún recordaba esa vez,la primera vez en la que su querido hijo canto en un recital para el día de las madres,y casualmente,fue culpa de Jihyo que eso pasara.

El como su hija insitaba a el pequeño de la familia,empujándolo de imprevisto al escenario,un escenario en donde se suponía que la pequeña,de ese entonces, catorce años, tenía que cantar,pero el haber comido paletas heladas fue un error que tuvo que pagar,regresando al escenario en donde ella empujaba al pequeño niño de doce años,el cuál se aferraba como gato a punto de bañar al piso.

Negó con su cabeza divertido ante la imagen,y el ver cómo ahora era su esposo el cuál era el provocate de que la puerta se abriera,y encontrará ahora esa bonita imagen de su pequeño hijo con el amor de su vida hizo que sonriera, cálido.

Algunos se arrepentirán de su vida.

Un Jeon jamás se arrepiente,por qué,no importa la felicidad o desdicha,todo sucede por algo en esta vida.

Y la universidad,la universidad era difícil,pero Kook se esforzaria para que pareciera todo lo contrario.










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Lloren

Lloren

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¡𝐇𝐞𝐲! ¿𝐌𝐞 𝙂𝙪𝙨𝘁𝗮𝘀? [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora