JON
PISTA 24. DID I MAKE YOU UP? - HALF·ALIVE
El día que volé de vuelta a Los Ángeles sentí el impulso de arrastrar a Telmo a otro avión y mandarle a casa antes de que todo se fuese más a la mierda y me viera caer en picado. Pero el chaval quería pasar su último mes de vacaciones aquí y nadie le iba a hacer cambiar de opinión, así que le dejé con Hans y Lota como niñeras, para que se fueran haciendo a la idea de lo que era tener un adolescente a su cargo, algún día les tocaría a ellos.
Y yo... Yo me fui solo, cagado de miedo y podría decir que hasta con las piernas temblorosas. Estuve muy tentado de mandar un mensaje a Dafne antes de subirme al avión para vernos en cuanto llegara, pero al final preferí no hacerlo y darle su espacio.
Ella sabía que iba a estar por allí, si quería saber algo de mí me lo diría. Tampoco me había escrito desde que regresó a casa, habían pasado dos días y no tenía noticias de ella. No sabía si había conseguido hacer entrar en razón a Diego o no, lo que sí sabía era que el día anterior la habían acosado desde su casa hasta el trabajo. Alguien había descubierto quién era y ahora una docena de paparazis la seguían de acá para allá. No tenía buena cara en las fotos que le habían sacado, pero eso bien podía ser porque estuviera hasta las narices de ser perseguida por mi culpa. Eso explicaría por qué no me había escrito ni llamado.
Pero quién sabe, lo mismo me ignoraba por otro motivo, tampoco le di más importancia cuando frente a mí se abría un escenario de lo más tétrico. Más paparazis, una novia falsa, una ruptura, explicaciones, dar portazo a la discográfica y prácticamente chantajearla, perder los pocos ahorros que tenía de los últimos dos años, empezar de cero y una alfombra roja del brazo de una mujer impresionante de largo cabello oscuro.
El gran y absurdo pero de aquello era que deseaba cruzar esa alfombra, que para mí era el infierno en la tierra, del brazo de otra morena de ojos verdes que se negaba a dejarme entrar en su vida en los términos que mi cuerpo pedía. Pero yo era un caballero, al menos me gustaba pensar que lo era, y respetaba esa decisión con todo el dolor de mi corazón y un pinchacito que brotaba de éste, extendiéndose hasta el sur de mi cuerpo, haciéndome dudar de mis principios mientras cerraba los ojos y contenía las ganas de un mundo distinto.
Cuando llegué a Los Ángeles me recibió un coche privado en la misma pista de aterrizaje. Había comprado el billete más caro que había encontrado con tal de huir de la gente y de los posibles comentarios, cotilleos, fotos robadas y demás incidentes que me acompañaban desde hacía unos días. Estaba viviendo una de esas extrañas e inusuales —al menos para mí— fases de fama incontrolable, y ya solo me faltaba tener un amigo con avión privado para huir por completo de toda socialización y contacto con el mundo exterior y el lado más oscuro de la humanidad. Pero no tenía amigos tan influyentes, ni yo tenía tanta pasta; así que viajé en un avión normal y corriente.
Lo que sí fue un arrebato de súper estrella fue la insistencia de Heather por mandar a su chofer a buscarme.
Según la breve llamada que mantuvimos antes de subirme al avión los paparazis estaban como locos, unos cuantos habían saltado la verja de su casa. Dafne no era a la única que estaba siendo asediada. Y ya se habían apostado unas cuantas docenas de ellos en el aeropuerto junto a cientos de fans a la espera de que yo aterrizara en cualquier momento. Por eso, pese a lo extravagante de tener a un señor trajeado con un coche blindado todo para mí, dispuesto a pasearme de acá para allá, no rechisté y acepté su oferta. Aunque tampoco creo que me hubiese permitido rechazarla.
—Buenos días, señor Ibai. ¿Está listo? —preguntó tomando mi maleta y cargándola en un espacioso maletero.
—Buenas —correspondí al saludo y me encogí de hombros—, listo ¿para qué exactamente?
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El día que te olvide 2 © ✓
RomanceDafne se muda con su nueva pareja a Estados Unidos. Allí espera empezar una nueva vida, terminar sus estudios, trabajar y por fin ser feliz. Pero tiene un miedo inconfesable....¿Y si se cruza con Jon? Sabe que no le quiere, que en realidad lo suyo n...