LISA

363 38 9
                                    

POV LISA.

Me apresuro a recorrer el pasillo del teatro del colegio y atravieso la puerta. Dejo la mochila contra la pared, y mi falda de cuadros azules y negros me roza los muslos cuando empiezo a correr.

Jeremy Boxer y Adam Sorretti llevan brazos llenos de madera y tela, y un par de galones de pintura cuelgan de sus dedos mientras los empujo y me dirijo a la lista de reparto que ya veo colgada en el tablón de anuncios.

Mi corazón se acelera. Vamos. Las últimas ocho horas de clase, de práctica y de espera han sido una tortura, pero me sentiré como una cometa el resto de mi vida si una cosa me sale bien en los próximos dos segundos.

Aprieto la palma de la mano contra la pizarra para detenerme mientras muevo el dedo índice por la lista, sin buscar mi nombre primero.

Me detengo, al ver a Mercutio, y me deslizo hacia la derecha, esperando pero ya sabiendo antes de verlo.

Loren.

Dejó caer el brazo, luchando contra las ganas de llorar mientras miro fijamente la lista y exhalo con fuerza. Trazó la línea que va de Mercutio a Loren tres veces más sólo con los ojos para asegurarme antes de que se me ocurra escudriñar la hoja en busca de mi nombre para ver si me han elegido para algo, a pesar de haber perdido el papel que quería.

Y ahí estoy.

Enfermera................... Lisa Manoban.

Sacudo la cabeza y me doy la vuelta, conteniendo sólo un momento. Joder. Salgo disparada, mi decepción se transforma en una rabia que sé que no me servirá de nada, pero esta vez no la voy a dejar escapar. Abro de golpe la puerta del despacho de la señora Lambert, que está vacío, y luego me alejo por el pasillo, me acerco a las bambalinas y la veo inclinada sobre una mesa de dibujo, revisando los diseños.

Me muevo alrededor de la mesa, situándome frente a ella.

—Cuatro años —digo, retomando el tema exactamente donde lo dejamos la última vez que el director de teatro y yo tuvimos esta conversación.

Me mira, con su cabello corto y castaño recogido detrás de las orejas.

Continúo.

—Casi cuatro años de diseños de escenografía y cosiendo trajes y completando cualquier otra tarea servil que me hayas pedido —le digo—.He pasado más tiempo aquí que con mi familia.

—Tienes un papel.

—¿La enfermera? —prácticamente escupo.

—No querías a Julieta.

—¡Romeo no habría querido a Julieta si hubiera pasado más de un baile con ella antes de casarse!

Le estoy gritando a una profesora, pero estoy más cerca de ella que de nadie, así que sé que me soltará el rollo como una mamá que te sigue queriendo aunque la cagues.

Me agarro a la mesa de redacción por ambos lados, taladrando sus ojos con los míos.

—Mercutio es el personaje más dinámico de la obra. Poder reinventarlo, quiero decir...

Y me detengo, sin ver el sentido de decir lo que he dicho antes. La oportunidad de reinventarlo sería un sueño hecho realidad. ¿Qué demonios podría hacer Loren aparte de estar bien con una bragueta? E incluso eso es discutible.

Hace rodar sus planos.

—La administración no permitirá que una mujer haga un papel de hombre.

My first love (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora