My first love (Chaelisa)

ROSÉ

POV ROSÉ.

El corte en la comisura de mi boca duele. Lo toco con la lengua, encorvada en la silla de madera mientras contemplo el asiento vacío del padre McNealty en su despacho.

Dios, fue mejor que una droga. La sensación que se arremolinaba en mi estómago y mi corazón latiendo como si estuviera colgado a treinta metros de altura, sólo sosteniéndome con una mano.

Ella es mejor que una droga. Siempre supe que lo llevaba dentro.

-Si alguna vez vuelves a acercarte a mí - Lisa aprieta los dientes en
la silla a lado de la mía-, te cortaré.

La miro. El zumo de naranja que me tiró mancha también su polo blanco.

Pero casi sonrío, al ver el desagarro en su manga. Me defendí, ¿verdad?

-¿Cortarme? -me burlo de ella, observándola mientras me ve pasar mi mano por el interior de mi muslo, subiendo la falda del colegio-. ¿Dónde?

Finjo frotarme, gimiendo.

Su boca se tuerce en un gruñido.

-Zorra.

Me doy la vuelta, sonriendo para mí misma. Lesbiana.

Sentada con la espalda recta, levanto las uñas, inspeccionando los daños. Hicieron falta tres profesores para separarnos. Lo único que lamento es que no haya empezado esta mierda después de las clases, cuando no nos hubieran interrumpido. Estoy en muy buena forma como ella. Esto podría haber durado horas.

Suena el segundo timbre, y ahora llegamos oficialmente tarde a la quinta hora. ¿Dónde diablos está?

-Van a investigarlo, ¿sabes? -dice Lisa, y puedo ver que me mira de reojo-. Averiguaran de dónde salió ese video, y cuando lleve esto a Internet con mi certificado, todo el maldito mundo pedirá tu cabeza. Sobre todo porque sólo tengo diecisiete años.

Joder. Me olvidé de eso. Es menor de edad.

Toco el esmalte rojo ya astillado de las uñas, ignorando el salto en los latidos de mi corazón.

-¿Y quién te va a creer? -Giro la cabeza y me encuentro con sus ojos oscuros bajo sus largas pestañas negras-. Soy Rosé Park.

Rubia y como una bomba. Todo lo que a la administración le gusta exhibir en sus folletos de reclutamiento.

Sus ojos se estrechan.

La miro de arriba abajo.

-Y tú eres una rata de basurero que probablemente espera una larga e ilustre carrera haciendo trucos en el sucio suelo de sus casas de mierda.

Lisa se lanza y me agarra por la nuca. Jadeo.

Me agarro a los brazos de la silla para apoyarme cuando nos pone cara a cara, y endurezco la mandíbula, mirándola a los ojos. El marrón oscuro se ilumina con motas de oro cuando me mira fijamente, y puedo oler los melocotones en su largo cabello negro.

Mi corazón late muy fuerte. Sí.
Como una maldita droga.

Me mira fijamente con furia, y me preparo para el impacto cuando sé que debería apartarme.

Pero no quiero que me deje ir. Tardamos tanto en llegar aquí.

Odio a Lisa Manoban. La odio, carajo, y felizmente nunca amaría nada si pudiera odiarla toda mi vida. Mis ojos se llenan de lágrimas, y no sé por qué.

Pero no pestañeo.

Vamos. Me tiembla la barbilla.

Vamos. Quiero esto.