My first love (Chaelisa)

LISA

POV LISA.

-No estás realmente saliendo con Trace Manoban, ¿verdad? - Nayeon le dice a Jennie en algún lugar a mi derecha.

Cálculo se llena, los estudiantes atraviesan las puertas y siento a Rosé en algún lugar detrás de mí, pero no me vuelvo para mirar.

-Por supuesto que no -responde Jennie -. Eso implicaría hablar. Y hablar es lo único que no hacemos.

Sonrío para mí misma. Me gusta Jennie, simplemente porque la mayoría de los Santos no admitirían ante el mundo que duermen en mi casa. O cualquier casa en el pantano.

Es la prueba de que Rosé es una jodida cobarde.

Mi teléfono vibra con otro mensaje de texto, pero lo mantengo boca abajo, debajo de la palma de mi mano en mi escritorio. No me importa cuánto me quiera. No me importa si ella "dio el primer paso" y le contó a su mamá sobre nosotras, o cuántas veces ha llamado en las últimas cuarenta y ocho horas.

Y está bien si no puede traer su trasero hasta aquí ahora mismo frente a todos y jalarme en sus brazos.

Simplemente no volveré a confiar en ella por menos.

Me duele el pecho, todavía siento lo mucho que hubiera querido hundirme en un agujero para siempre cuando Jackson me recogió la otra noche. Me merezco algo mejor que ella.

-Hola. - Yuna me sonríe mientras abraza sus libros y camina hacia el asiento detrás de mí.

-Hola.

Mi teléfono vibra debajo de mi mano y presiono el botón de encendido y lo apago por completo.

-Me estoy probando esto. -Y siento que mi chaqueta de cuero que cuelga del respaldo de mi silla se desliza detrás de mí-. Es la mejor chaqueta -dice Yuna-. Quiero una. ¿Puedes comprarlas añejadas así?

Me obligo a reír un poco, como lo he hecho durante toda la semana, para que Rosé sepa que no me ganó.

-Sí, esa se llevó a la maduración en barriles de roble carbonizados.
-Se queda con los ojos muy abiertos-. Estoy bromeando. -Supongo que soy la única aquí que sabe cómo hacer bourbon, gracias a Army-. En realidad son solo años de desgaste -le digo-. Tienes que ponerte manos a la obra.

Se levanta de un salto, parándose a mi lado mientras mete los brazos en mi chaqueta, y ni siquiera me importa que no pida permiso. Quiero que Rosé me vea tener tantas interacciones que no la incluyan como sea posible.

Miro a Yuna, su cabello rubio rozando sus hombros mientras agarra ambos lados de la cremallera y modela el cuero desgastado. Su falda se ensancha mientras gira y casi podría ser Rosé.

-Te queda -digo.

-Definitivamente sexy -dice Curtis Harbour a mi izquierda-. Incluso más sexy si no tienes nada debajo.

-Puaj. -Yuna hace una arcada.

Pero luego sus ojos se vuelven hacia mí y algo pasa detrás de ellos, casi como si se preguntara si me gustaría cómo se vería eso.

Pero me imagino a Rosé, en cambio. Acostada en mi cama mientras abro la chaqueta y beso su cuerpo debajo.

Aprieto mis muslos.

-Está bien, apúntame a tu proveedor -me dice Yuna, quitándose la chaqueta-. Voy a conseguir una.

Pero la detengo.

-Úsala -digo, esperando que Rosé escuche cada maldita palabra, y no me importa lo infantil que parezca-. Puedes llevarla por hoy, si quieres.

Escucho un crujido, un grito ahogado y luego el grito de Nayeon: