Harry observa la escena frente a él; se encuentra en una habitación grande, al menos para ser en San Mungo, las paredes son blancas, lo que hace que se vea bien iluminada, hay dos ventanas en la pared que está enfrente de donde se encuentra sentado las cuales se encuentran abiertas, en ellas se visualiza un cielo azul y sin ninguna nube a la vista, finalmente, justo frente a él se encuentra una camilla, nada fuera de lo normal excepto por la persona que está recostada sobre ella, Draco, su Draco, solo de verlo su omega se inquieta, siente un hueco en el estómago y un nudo en la garganta comienza a formársele.
A primer vista cualquiera pensaría que Draco está perfectamente bien, recuperándose de alguna cosa sin mucha relevancia, descansando porque en unas horas lo darán de alta; su piel reluce con la luz natural que entra de las ventanas, las hebras de cabello rubio relucen sedosas y brillantes, se mantienen ordenadas, como si su dueño hubiera hecho el esfuerzo de arreglarlo exclusivamente para esa ocasión, el rostro aristocrático permanece impasible, su pecho sube y baja tranquilamente con cada respiración.
Pero Draco está lejos de ser dado de alta, ha permanecido en la misma posición por poco más de un mes, el único cambio que ha pasado en él desde que llegó al hospital son los moretones, raspones y cortadas que han desaparecido gracias a los cuidados de los medimagos.
El recuerdo de aquel día reluce en la mente de Harry, cierra inmediatamente los ojos como si eso borrara el recuerdo, error, se vuelve más nítido, imágenes aparecen como si el solamente fuera testigo de los hechos y no uno de los involucrados, las lágrimas llegan a sus ojos y tiene que hacer acopio de su fuerza de voluntad para no llorar otra vez. Aprieta los puños hasta que siente el dolor de sus uñas clavándose en la piel y se maldice nuevamente, como ha hecho mínimo cada hora de cada día desde hace casi tres semanas, por ser terco, por no haber cedido, por aventarse al peligro como si fuera inmortal, sin pensar en las consecuencias. Inmediatamente, como si estuvieran parados a su lado, resuenan las voces de sus amigos volviéndole a explicar que no es su culpa, que ha sido un accidente y que ambos han sido víctimas. Suspira liberando el aire que no sabía que retenía, se acomoda en el sillón en el que ha estado viviendo últimamente, vuelve a mirar al frente.
Permanece quieto, perdido en su mente hasta que la puerta que se encuentra relativamente cerca de él se abre, voltea imaginando que es alguna de las enfermeras que suelen revisar a su alfa, pero un aroma dulce conocido le informa que no es así, lo confirma cuando Pansy asoma la cabeza y al encontrar su mirada, la pelinegra en la puerta le sonríe brillantemente.
-Hola Harry
-Hola Pans
La chica entra y se para a los pies de la camilla; como de costumbre viste increíblemente sofisticada, su rostro se centra en la figura de Draco-Harry la observa- a simple vista permanece impasible pero nota un deje de tristeza en los ojos, después de un momento su mirada se posa en su persona, la tristeza cambia a una determinación que advierten a Harry sobre lo que viene.
-Hablé con los chicos – esta vez se gira completamente hacia él y eleva un poco más su voz- dicen que sigues en lo mismo.
Harry suspira, se agacha un poco, coloca sus codos sobre las rodillas, une sus manos y levanta la cara, vuelve a repetir lo que ya ha mencionado antes.
-No voy a irme, no puedo dejarlo solo, me necesita... yo lo necesito, tengo que estar aquí si despierta.
Pansy hace una mueca
- Harry, Draco te necesita vivo, mírate, no te has cuidado como los medimagos recomendaron, te la pasas aquí día y noche, no comes ni duermes bien, el tener a tu alfa en este estado solo hace que te estreses, has pedido pociones para dolores de cabeza y también para nauseas- Pansy levanta la mano para detener su protesta- a mí no me vas a decir que si te cuidas o que las pociones eran para los vecinos porque tú y yo sabemos que no es así, puedes convencer a los demás con esa carita de perrito regañado pero conmigo topas pared.
Harry baja la mirada y se recuerda a sí mismo, que Pansy no le va a dejar las cosas fáciles como el resto, por algo es la omega de Hermione, su destinada, además después de discutir con todos no tiene el espíritu suficiente para volver a pelear por lo mismo. Pansy camina hacia él y se agacha en cuclillas para estar a su altura, una de sus manos toma su mentón suavemente y lo eleva.
-Draco no es el único que te necesita, sé que Molly y Narcissa lo cuidan bien pero esta tan asustado como todos tal vez incluso más porque no acaba de entender nada. Harry no te estamos pidiendo que te vallas de vacaciones lo que resta del mes, o que abandones a tu alfa a su suerte, solo que descanses uno o dos días, en los que los demás nos podemos turnar para ocupar tu lugar- Harry piensa en su pequeño Alnair, un niño brillante y noble, sabe que en esos momentos debe estar haciendo lo que esté en sus manos para no causar problemas, su pequeño cachorro es lo que lo ha mantenido de pie tanto tiempo, vuelve a mirar a Draco y suspira, Pansy tiene razón, piensa que unos días lejos de ahí no le harán mal, su omega se inquieta, pero entonces piensa en su cachorro y en lo mucho que se esfuerza por ser paciente, y esperar a sus padres, y el omega sede.
-Bien, podemos hacer el cambio hoy a las 7 de la noche.
Pansy vuelve a sonreír, se para, eleva la cabeza y sonríe como si hubiera ganado la lotería.
-Tenemos hechos los horarios, te rolaría Ron, mañana a primera hora del día le tocaría a Herms y...
-¿Tienen un horario?
-Sí, Hermione lo planeo desde que empezamos a quererte sacar de aquí, pensamos que de esa manera si nos ponías trabas te daríamos las soluciones, cada que uno de nosotros venia en su respectivo turno a convencerte traía un horario.
-¿Y tú eras el último recurso?- Harry no puede evitar sonreír al imaginar a sus amigos planear todo para lograr su objetivo.
-No en realidad, Ginny era el último recurso, ella, su varita y una amplia selección de hechizos que sabíamos te iban a convencer de inmediato.
Harry soltó una ligera carcajada antes de contestar- Estoy seguro de que Astoria no lo hubiera permitido
-La idea fue de Astoria- la sonrisa de Pansy se agrandó más
Harry negó divertido con la cabeza, sintiéndose un poco reconfortado. A pesar de todo podía sentir el amor de las personas que rodeaban a su familia, a su pequeña familia herida en estos momentos.
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CENIZAS INSEPULTAS
FanfictionHarry Potter es un omega que solo tiene un deseo en estos momentos, que su alfa despierte, pero siempre se tiene que tener cuidado con lo que se desea, Harry lo entiende al enterarse que su Alfa despierta sin recuerdos de los últimos 15 años, lo que...