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Se levantó, se apresuró a ducharse, para después arreglarse, preparar a Alnair, y bajar a desayunar, había logrado dormir lo suficiente para hacer frente a lo que le esperaba ese día, o al menos eso quería creer, después de dejar a su pequeño con Molly; pues Narcisa estaría en San Mungo, se dirigió al ministerio, lo hizo vía flu, de esa manera entró directamente al cuartel de aurores, en donde fue recibido por sus compañeros a base de gestos de felicidad y alivio, así como de conversaciones en donde remarcaban lo dichosos que se sentían por saber que él estaba bien y le daban sus mejores deseos para el asunto de Draco.

Harry era uno de los pocos omegas aurores y aunque tal vez no debería ser así, el resto de ellos, alfas, se encargaba de cuidarlos en la medida de lo posible. Se encargó de responder todo con gesto amable, cordial y alegre, lo más alegre que pudiera lograr en esos momentos, porque para él, mientras Draco no despertara sano y salvo, nada estaba bien. Cuando al fin quedo libre fue hacia la oficina de Robards.

Al llegar se detuvo ante la puerta para tocar; un "adelante" le indicó que podía continuar, la abrió y entró, al otro lado del escritorio estaba sentado Robards, parecía inmenso en los papeles que estaban regados frente a él, levantó el rostro y al verlo su expresión cambió, Harry no quiso reconocer que era lastima lo que veía en sus ojos.

-Hola Harry- dijo con la tranquilidad que usualmente caracterizaban a los betas como él- por favor siéntate, sabes no era necesario que vinieras con el uniforme, tengo entendido que el Jefe del Departamento de Seguridad Mágica te ha concedido incapacidades por el resto del mes desde que despertaste.

Tomas Smith era un alfa y era el actual jefe del Departamento de Seguridad Mágica, uno por encima de Robards. Se había presentado el mismo día que despertó para verificar que estuviera bien, pedirle disculpas por lo acontecido, remarcarle que no se presentara hasta dentro de 1 mes y ofrecerle su ayuda en lo que necesitara, Harry no sabía exactamente como había llegado a ese puesto, por el tiempo que llevaba conociéndolo sabía que Tomas era el tipo de persona que sostenía la puerta para que entraras, así estuvieras a 10 metros de distancia aún.

-Buenos días, si así es, pero este sigue siendo mi lugar de trabajo y pensé que sería poco ético no traerlo.- contestó de forma despreocupada. Era verdad que estaba de incapacidad, pero si llevaba el uniforme era más por costumbre que por otra cosa.

-El juicio de los hombres que atraparon será la semana que viene; en el pergamino encontrarás todos los detalles de lo que necesitas saber, el fiscal te ha anotado como testigo de sus crímenes- conforme hablaba su voz iba bajando, suspiró y continuó- para tu tranquilidad se designó que la prensa no tendrá cabida aquí, por eso se tuvo que esperar a que las cosas se enfriaran un poco para terminar con esto.

Asintió.- ¿han encontrado algo sobre los que escaparon o del informante que tienen en el ministerio?

-Me temo que no, hemos pensado que tal vez huyeron del país, se ha informado a las autoridades de nuestros países vecinos al respecto pero por ahora no hay nada, tampoco del informante.- Harry no tenía muy claro si le alegraba o lo enfurecía que aquellas personas estuvieran lejos.Finalmente, después de que su jefe preguntara por Draco y recibiera la misma respuesta respecto a su estado, que había escuchado un par de semanas antes, se retiró mucho más intranquilo, decidió que le haría una breve visita a su alfa.

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Narcissa tenía un libro leyendo, cuando alguien tocó la puerta; aunque ya había detectado el olor a menta de su yerno desde hace unos minutos, fingió sorpresa, ella era una omega así que sus instintos estaban más desarrollados que los de su hijo y su marido que eran alfas.

CENIZAS INSEPULTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora