CENIZAS INSEPULTAS

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Últimamente la misma frase repiqueteaba en su cabeza una y otra vez.

La primera navidad, después de la guerra, en la que el trio de oro se pudo reunir, Ron y él le contaron a Hermione lo mucho que Robards les exigía, lo agotador que toda la situación era en sí. La alfa sin embargo, que nunca estuvo de acuerdo en que dejaran sus estudios y aceptaran el trabajo de auror se limitó a contestarles con una sola frase "en esta vida no se puede tener dos glorias".

En ese entonces no le había dado gran importancia, solo rodó los ojos y cambiaron el tema; pero ahora parecía que tomarla en cuenta era inevitable.

Draco había empezado a recordar pero no precisamente algo acerca de ellos sino sus años en Francia, ya había tenido fugaces memorias de ello en el hospital pero ahora eran muchísimo más explícitos. El consuelo que podía tomar era que la posibilidad de recordar lo de ellos era más alta. Pero también significaba que tenía que contarle lo que pasó y eso no lo dejaba tranquilo.

El segundo caso lo consideraba menos personal, hace 4 días el Wizengamot anunció una nueva ley para omegas, Harry no entendía cómo funcionaba las leyes mágicas y a decir verdad tampoco quería que alguien se lo explicara, pero por la reacción de todos sabía que está en específico era sumamente controversial.

Por ejemplo la simple presentación de la ley provocó una batalla de duelos entre los miembros de la Junta de la Ley Mágica en donde los aurores tuvieron que intervenir. Hermione no pudo acompañarlo a su cita médica porque su celo se había adelantado y usualmente después de pasar ese hecho con Pansy su humor estaba de maravilla; pero ahora estaba como loca.

Si bien aquello le dio más tiempo haciendo que sus amigos se olvidaran un poco de su salud y de que tenía que empezar a romper su lazo; también le dio un ambiente en constante tensión, amigos estresados y muy ocupados, además de por supuesto más trabajo.

No podía disfrutar ni siquiera de una comida tranquila, justo como ahora.

-¡Es una estupidez! Es decir ¿quien siquiera piensa en una posibilidad como esta?, la comunidad mágica ha pasado años intentando cambiar, avanzar y ahora quieren aventar todo por la borda...

Los platos de Harry y Ron apenas ocupaban una pequeña parte de la mesa que aunque pertenecía al comedor del ministerio se encontraba rodeado de papeles de su amiga.

Teniendo en cuenta que Ron planeaba renunciar en un par de semanas, llegaron al acuerdo de comer como mínimo una vez a la semana juntos pero definitivamente la idea no era esta.

-Hermione ¿no vas a comer?- comentó Ron apretando la mandíbula tanto que el omega pudo sentir toda la fuerza de voluntad que aquella simple frase le costó.

-No se habla de nada más en ningún lado, quizás podríamos darnos un respiro- apoyó Harry en un intento de evitar una pelea entre los dos alfas.

-Bueno... si quizás tienen razón, podríamos tirar algo y sería un desastre- la alfa empezó a recoger todas sus hojas hábilmente; pero antes de cantar victoria una voz resonó.

-¡Herms!- aun sentada unos brazos la rodearon y una cabellera rubia apareció- querida, por Dios ¿Dónde habias estado? ¿te has enterado de la estupidez que planean hacer? he estado buscándote como loca pero todo el ministerio es una locura pensé que... oh hola chicos, ¿en que estaba? Ya me acorde, llegué a pensar que quizás te habían despedido o algo así.

-¡Uli!, hola justo de eso hablábamos-mencionó la castaña en tono alegre.

-Pero íbamos a comer y a cambiar de tema-gruño el pelirrojo, sin embargo contrario a lo que pensó una sonrisa enorme apareció en el dulce rostro de Uliana.