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Harry habría querido estar ahí para Draco y contarle de su propia boca todo lo que necesitara, pero a primera hora de la mañana recibió una lechuza del propio Tomas Smith exigiendo que regresara de sus incapacidades y se presentara a trabajar, los síntomas del lazo no lo dejaban del todo, pero decidió ir porque sabía que si lo estaban reclutando un día antes de que las incapacidades se acabaran era una autentica emergencia.

No se equivocó, se supone que sacarían a los criminales (que atraparon durante el incidente) de la prisión en donde estaban para llevarlos a juicio 24 horas después; sin embargo justo al entrar al ministerio hechizos comenzaron a llover, la gente alrededor entró en pánico, los aurores que los llevaban y los que ya estaban presentes, trataron de moverse rápido, se dividieron entre atacar y proteger pero de poco sirvió, si bien solo hubo tres heridos de la gente que trabajaba ahí, los 5 presos habían sido asesinados.

La misión era secreta, solo los involucrados sabían acerca de esta, los prisioneros iban disfrazados con multijugos, su apariencia era la de unos aurores que ese día no se presentarían.

Así que cualquiera que los viera entrar, pensaría que solo era un grupo de oficiales que llegaban de una misión; sin embargo los atacantes habían sabido más que perfectamente a quien apuntar, a que hora entrar y por donde salir, casualidad no era.

Todo el ministerio era una locura, los omegas con su olor a miedo, los alfas con su aroma protector tratando de tranquilizarlos, los betas tratando de poner fin a la locura y Harry luchando por no vomitar; además debía verse muy mal como para que sus compañeros insistieran en darle la aburrida tarea de tomar testimonios.

Justo cuando acabó de hablar con una omega, alguien lo llamó, al voltear se encontró con Robards, le hizo una seña para que se acercara y empezaron a caminar juntos hacia la salida.

-Escuché que Tomas te hizo venir, lamento mucho que tengas que dejar a tu familia.

Nadie que no fuera cercano a ellos sabía que Draco ya había despertado, Harry lo pensó un momento, Robards era alguien de confianza.

- Draco despertó- El beta detuvo su andar y volteo a verlo con cara de auténtica sorpresa.

-¿Él te dejó venir?... es decir, tras lo que sucedió dudaba siquiera que te permitiera salir de casa, ¿está bien?, ¿testificaría para el caso?

-Él no recuerda el incidente- decidió que no debería entrar en detalles- los médicos dicen que lo más probable es que nunca lo haga.

Robards solo asintió, para después pasarse las manos por el rostro y regresar a su andar.- Genial otra buena noticia, como si no bastara con saber que los únicos culpables que teníamos están muertos; en estos momentos Smith debe estar con el ministro, esto se nos está saliendo de las manos y lo más probable es que después de esa reunión vaya contra mí y obviamente yo contra ustedes- dijo mirando a Harry de forma divertida aunque eso no quitaba la amenaza implícita que llevaba la oración.

-¿Cree que el soplón del ministerio haya dado la noticia?- Robards se detuvo nuevamente ya afuera del ministerio, lo miró por un segundo y contestó.

-Sin duda alguna; sin embargo la misión era secreta solo los aurores que los traerían y tu servidor sabíamos todos los detalles, yo personalmente fui con Smith y le plantee el porqué del secreto, el dio su autorización sin saber realmente nada. Podríamos considerar a los aurores pero son mis hombres Harry, si estaban involucrados era por algo- observó al frente y metió las manos en los bolsillos de la capa mientras parecía perderse en sus pensamientos.

Al igual que el hombre a su lado, lo reflexionó un poco, las personas de las que hablaban eran sus compañeros y sabía que ninguno de ellos era capaz de apoyar a ese tipo de personas desalmadas. Pero entonces ¿de quién estaban hablando?

CENIZAS INSEPULTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora