Cap. 30 "No pronuncies su nombre"

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La puerta se cerró detrás de él, sus pasos era lo único que rompía el silencio en aquella sala vacía.

La poca luz que se divisaba por las cortinas indicaba el fin del atardecer, los colores naranjas entraban por las hendiduras de la tela gastada iluminando con pequeños destellos.

Los pasos del rubio se habían detenido para contemplar la belleza del sol apagándose, el silencio ensordecedor le traía calma. Su mente aún asimilaba lo ocurrido, pero su corazón ardía en ira y dolor.

Así que está es tu decisión Potter...

Dió un último vistazo al lugar el cual poco a poco se quedaba en completa oscuridad, no tenía sentido que la serpiente estuviera ahí si el León no estaba.

....

La sala de Slytherin estaba vacía, lo que indicaba la hora de la cena. El rubio pasó de largo, no tenía hambre y lo último que quería era tener que lidiar con cualquier Gryffindor.

Estaba cansado de pensar, solo quería olvidar todo y seguir con su vida como si nada hubiera pasado, como si su tiempo con Harry hubiera sido solo uno más de sus sueños guajiros. Al final Ginny tenía razón en algo: la felicidad no iba de la mano de Draco y Harry.

El rubio soltó unas carcajadas al vacío, se había prometido no llorar... Aún cuando su confianza había sido pisoteada.

Me dijiste que confiara en ti...

Limpió una lágrima que salió sin permiso de sus ojos plateados.

Siguió su camino hasta llegar a la habitación, tomaría algo de ropa y se daría un baño aprovechando que todo el mundo estaría en el Gran Comedor. Al abrir la puerta fue recibido por las miradas curiosas de sus amigos.

Pansy fue la primera en correr hacia él, abrazándose a su cintura; la pequeña podía intuir por el rostro de su mejor amigo que las cosas no habían terminado bien.

Blaise se unió al abrazo.

-¿Cómo estás?- le susurro el moreno al oído.

-Enojado.- Sonrió débilmente, rompiendo
el abrazo para poder mirar de frente a sus
amigos.- Con ganas de matar a alguien.-

-Dime a quién y yo lo hago.- Habló decidida la pelinegra.

-Tonta, jamás permitiría que te ensucies las manos.- Revolvió su cabello. Camino hacia su baúl para sacar algo de ropa limpia, la idea de tomar un largo baño caliente aún era tentador.

-¿Vamos a cenar? Aún queda tiempo.- Dijo Pansy, viendo la hora.

-Tomaré un baño, vayan ustedes.- El rubio se dirigió a la puerta.

-Draco.- lo detuvo el moreno.- ¿Qué pasó con Potter?-

El rubio no se tomó la molestia de voltear.

-No vuelvas a pronunciar ese nombre.- Dijo para luego abandonar la habitación.

....


Enamorado de una SerpienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora