Extra 1

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Draco hacía las maletas para regresar a casa, esa mañana había recibido otra carta de su padre y por algún motivo se sentía ansioso. La noche anterior se había dejado ver al lado de Harry y temía que los rumores ya hubieran llegado a los oídos de sus progenitores.

Mentiría si dijera que no estaba nervioso de la reacción de sus padres, en especial le preocupaba lo que Lucius fuera a decir; pero ya lo tenía decidido, no quería seguir ocultando su relación con Harry.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido chirriante de la puerta, al girar se encontró con la mirada esmeralda de su novio… Draco amaba esa palabra.

-¿Estás listo?- Pregunto acercándose a él para estrecharlo en un fuerte abrazo.

El rubio solo asintió. Harry bajó las maletas de la cama con la intención de ayudarlo, pero sus ojos lo delataban parecía la mirada de un cachorro quién estaba siendo abandonado.

-¿Pasarás la navidad en el colegio?- preguntó el rubio por hacer plática, pero él ya conocía perfectamente la respuesta.

-Sí, ya le había dicho a mi padrino.- Contestó arrastrando las maletas a la salida.

-Pero puedes decirle que siempre no ¿Cierto?-

-No puedo hacer eso.- Sonrió.- Él… tiene una cita, y no quiero arruinar el momento.-

-Oh no lo sabía.- La preocupación en la voz de la serpiente comenzaba a notarse.- ¿Estarás solo?-

-No te preocupes por mí.- Miro al chico.- estaré bien, otros chicos estarán aquí así que no estaré solo.- se acercó para besar los labios del ojigris.- Te voy a extrañar.-

Harry siguió su camino, arrastraba las maletas por todo el pasillo rogando que estos se hicieran eternos para no separarse del chico. Al llegar a la entrada del colegio el rubio detuvo su paso, convencido de lo que estaba por decir.

-¿Quieres venir conmigo?- Harry volteó al escuchar como la voz del rubio temblaba.- ¿Quieres pasar navidad conmigo y mi familia?-

-¿Estás seguro?- El pelinegro soltó las maletas para acercarse al ojigris.

-Sí.- Contestó confiado.- Vamos juntos.

El rostro del León se iluminó, pues sabía lo que esto implicaría… Draco lo presentaría como su pareja formalmente; el rubio estaba dispuesto a dejar de aparentar.

Harry sonrió y se lanzó a los brazos del chico una ola de emociones llenaron su pecho: alegría, emoción y nerviosismo se hacían presentes en el interior del azabache.

-Llegamos.- Hablo el rubio al estar frente a las puertas de la mansión Malfoy.

Harry estaba nervioso, una vocecita en su cabeza le gritaba que saliera corriendo de ahí si quería seguir con vida.

-¿Harry?- El de ojos plata tomo la mano del azabache, para tranquilizarlo sabía que estar frente a la mansión y con sus padres a unos cuantos metros no era cualquier cosa.- Si te quieres ir, es el momento.- Dijo al momento de abrir las pesadas puertas.

-Estare bien.- El león sostuvo con fuerza la mano del rubio.- Vamos.-

Las puertas se abrieron dejando ver el interior de la mansión, Harry quedó impresionado de la inmensidad de la casa. Al entrar fueron recibidos por un elfo doméstico.

-Sus padres lo esperan en el despacho.- Dijo sin más.

...

Enamorado de una SerpienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora