La vida está llena de decisiones y justo cuando crees que ese ciclo constante está por terminar, la decisión más importante de tu vida se presenta de una manera tan irónica que pareciera ser cruel. Durante años las personas estaban preparadas para ese momento, muchos incluso lo anhelaban, pero otros simplemente respondían sin saber lo que se les avecinaba; una vida eterna de muerte constante y un hambre voraz que es capaz de empujarte a hacer lo que antes solías pensar era cosa de asesinos, locos, depredadores.
Matar es una decisión cuando eres vampiro, sin embargo, durante los primeros años de nuestra raza no era así, en realidad, el asesinar de la manera más despiadada posible te hacía ganar el respeto de los demás, otorgaba poder por sobre todas las habilidades que se pudiera tener. Cuando las siete líneas de sangre real se enteraron de la existencia de la otra, decidieron que la creación de un concejo, reglas y acuerdos entre mundanos harían que la vida vampírica prevaleciera durante el mismo tiempo que la humanidad misma, pero para lograr esos acuerdos era necesario que cada vampiro que se gozara con la muerte de mundanos fuera eliminado. Evidentemente, los vampiros poderosos que existían antes que el concejo, estuvieron en desacuerdo, la muerte, sangre y destrucción masiva reinó sobre una gran parte de la población, se tomaron medidas más agresivas, encomendando vampiros a asesinar a sus propios hermanos que actuaran en contra de los mandatos, quienes incumplían la caza, en el mejor de los casos, eran exiliados, aunque la mayor parte del tiempo, eran condenados a muerte por desacato.
No hay manual, guía o instructor que guíe a través de la experiencia, la mayor parte de todo lo que hay que aprender llega por manos de aquellos con quienes te topas en las sombras, por lo que existe información errada con respecto a los vampiros, la creencia de que es posible asesinarnos con una estaca en el corazón es la más popular. Explicar lo anterior puede ser agotador cuando se le explica a un vampiro que tuvo el infortunio de morir joven, sus preguntas giran alrededor de la moral mundana, la cual no es ni cerca de ser parecida a una ética vampírica. Amanda era uno de estos pequeños vampiros cuyas preguntas eran agotadoras, ella resultaba bastante agotadora.
-Hay algo que no entiendo, Ana. -Me dijo con una confusión evidente en su voz. - ¿Cómo sé de qué linaje vengo?
-La sangre que corre por tus venas tiene información muy específica y ancestral, aunque te llenes todos los días con sangre mundana, tu esencia seguirá ahí y eso es suficiente.
-¿Suficiente para qué?
-Para que el consejo pueda rastrear tu linaje. Los primeros vampiros fueron resultado de una maldición que clamaba con ser el fin de su linaje, sin embargo, las ganas de vivir aún después de la muerte prevalecieron a través de generaciones, y aun así no se puede saber con certeza quién será el siguiente vampiro, eso se le deja al destino.
-Recuerdo que cuando morí, una voz me dijo que tenía dos opciones, no entendí ninguna de las dos, pero supongo que terminé eligiendo esto. -Observé como su mirada decaía hasta quedar observando sólo sus pies, definitivamente esta no es una vida para ella.
-Todo en la vida es una decisión, incluso terminar con ella o continuar de esta manera. Si te soy honesta, creo que elegimos la mejor opción, Amanda, hay mucho por ver aún.
-Pero cómo se supone que lo vea si no podemos salir.
-Podemos salir, durante la noche, justo ahora parece que es un castigo, pero te acostumbrarás. De hecho, ¿qué te parece irnos de aquí?
-¿A dónde iremos?
-Es una sorpresa.
-Pero... ¿no deberíamos esperar a Nathaniel, Ana?
Nathaniel, el sólo recordar su rostro me hace sentir asqueada, desde aquella noche no volvió, habían pasado nueve días, las botellas de sangre de Amanda se terminaron y él no regresó. Evaluando mis opciones, podía dejarla en la residencia a su suerte, o bien podría llevarla conmigo a donde Sebastián me esperaba desde hacía varias noches. Él no estaría contento con mi decisión, pero tendría que aceptarla, eventualmente. De cualquier manera, no tenía las respuestas que él quería, por lo que era mejor volver y evaluar nuestro siguiente movimiento.

ESTÁS LEYENDO
ANABELLE
VampirosFría, algunos podrían describir así a Anabelle, una joven que no envejece y que con el paso de los ciclos ha aprendido, por las malas, lo duro que puede ser no seguir las reglas, ¿quién diría que ser un vampiro no sería tan fácil como beber sangre y...