Ocho.

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La espalda del rizado chocó contra la pared que separaba su vestidor de la habitación, los besos húmedos sonaban haciendo eco en la habitación. Llevó sus manos al cabello despeinado del castaño y lo tomó con desespero. Le acariciaba el torso medio desnudo, los botones de su camisa habían sido arrancados sin compasión por las manos ajenas. Una mordida hambrienta cayó en su labio inferior, soltó un gemido, el ardor fue apaciguado por la lengua del mayor.

"Me encantan tus labios." Gruñó Louis en su boca y lo atacó en un beso de nuevo.

Otro gemido al sentir la presión que hacía el ojiazul en su cuerpo, apretando sus entrepiernas despiertas. El deseo estaba ahogándolo, ni siquiera recordaba cómo había resultado con Louis en su casa, pero luego del almuerzo y unas copas de vino, la razón en su mente se fue al caño.

"No, no, no. Espera." Dijo Harry mientras Louis besaba y succionaba su cuello.

Se separó de golpe, respirando entrecortadamente, lo miró con los ojos muy abiertos y el ceño fruncido.

"¿Qué sucede?" Preguntó preocupado.

"No puedo, Louis." Habló muy rápido y queriendo echarse a llorar. "Fionn."

Louis suspiró y lo miró suplicante.

"Harry..." Habló desesperado.

El rizado negó con la cabeza.

"Fue el vino." Concluyó.

Louis se acercó de nuevo con cuidado y comenzó a rozar sus labios contra los de Harry, este último no hacía nada por detenerlo a pesar de sus palabras.

"Sin embargo no me has alejado, y quieres besarme." Dijo Louis, una sonrisa dibujaba sus labios hinchados por los besos. "Bésame, Harry."

"Louis." Se quejó.

El rizado se acercó peligrosamente a los labios ajenos pero se alejó de nuevo.

"Vamos." El castaño se acercó más y volvió a rozar sus labios con Harry.

El ojiverde jadeó, resopló y se removió en su lugar.

"No hagas que me arrepienta." Dijo luego de unos instantes y empujó a Louis por los hombros.

El castaño cayó de espalda en la cama de Harry, este se subió a su regazo y atacó sus labios de nuevo. Era cierto, Fionn no merecía lo que Harry estaba haciéndole y estaba siendo injusto porque criticó la infidelidad de Louis hasta que se quedó sin palabras, pero ahora mismo él estaba siendo infiel. Pero era Louis, su amor de verdad, ¿podía ser eso una excusa?

"Vamos, muévete para mí." Pidió Louis azotando la cadera de Harry.

Aún vestidos pero friccionandose dolorosamente, provocando gemidos placenteros. Louis colocó su mano derecha en el cuello de Harry y apretó. El rizado tiró su cabeza hacia atrás sin dejar de mover sus caderas contra el regazo de Louis.

"Qué bien te ves moviéndote así." Dijo Louis, su voz rasposa debido a la excitación. "Sólo para mí."

"Sólo para ti." Confirmó Harry en un gemido.

Aún con la mano de Louis ejerciendo fuerza en su cuello, se las arregló para hacerse paso en la entrepierna del castaño y liberar su miembro erecto. Lo tomó completo en su mano, palpando la longitud goteante.

"Vamos, mételo en esa boquita." Ordenó el castaño.

Harry obedeció y comenzó a lamer, chupar y babear la polla de Louis, este se quejaba en gruñidos de placer. Harry sabía lo mal que estaba aquello, pero no pensaba parar, no lo haría.























Gemidos altos retumbaban en las paredes, Harry se sostenía en la pared, las estocadas violentas de Louis casi lo removían de su puesto.

"Oh, Louis." Jadeó el nombre de su ex esposo.

El castaño le propinó una palmada en el trasero, Harry gimió.

"¿Te gusta? ¿Sigue gustándote duro?" Preguntó el ojiazul con la voz rasposa.

Harry no contestó, el placer estaba cegándolo. Se encontraba a punto de explotar en la mano de Louis que lo tocaba al mismo tiempo que se enterraban en él.

"Vamos, gime para mí, Harry." Ordenó y aumentó sus penetraciones.

El rizado apoyó su frente contra la pared, respiró entrecortado y complacido obedeció la petición de Louis, dejando salir gemidos roncos y largos de su garganta.

"No a-ah, no aguanto." Avisó.

Estaba casi al borde de la locura, sentía que podría explotar de placer en cualquier momento, su ceño fruncido y la boca levemente abierta lo demostraban. Louis se inclinó y mordió el omóplato de Harry como respuesta. Aumentó el ritmo de sus golpes en el trasero del rizado, jadeando en la espalda de este.

"Uh, no pares, no pares." Se quejó.

El fuego en su abdomen bajo creció con furia, no pudo aguantar más y se derramó en la mano de Louis, gritando con los ojos cerrados. El castaño dejó que saliera de su nube orgásmica y llevó su mano llena del semen de Harry hasta la boca de este, lo obligó a probarse a sí mismo mientras seguía arremetiendo contra el interior de Harry. En cuestión de segundos, se corrió en el rizado y ambos cayeron recostados de lado en la cama matrimonial. Intentando regular su respiración, Louis pasó su brazo por el costado de Harry y lo abrazó a su pecho.

"¿Qué hicimos?" Preguntó Harry en un susurro.

"Harry." El castaño intentó hablar pero fue interrumpido.

"Creo que mejor debes irte." Dijo y se levantó, buscando sus pantalones en el suelo.

Louis lo miró con el ceño fruncido.

"¿Quieres que me vaya?"

"Sí." Dijo vistiendose sin mirarlo. "Esto no estuvo bien, Louis. Vete."

El castaño pasó una mano por su rostro y peinó su cabello.

"Por lo menos hablemos de lo que pasó." Sugirió.

"No, no hay nada que hablar."

Harry lo miró por unos segundos pero no pudo sostener la mirada con Louis.

Lo que habían hecho, le había gustado, demasiado para aceptarlo pero eso no quería decir que había estado bien. Harry estaba con Fionn, y Louis era su ex esposo.

En cuanto Louis abandonó la casa donde vivió con Harry y Amelia años atrás, Harry se echó a llorar como nunca lo había hecho. Había cometido un grave error, reviviendo el pasado que le dolía y lo lastimaba, Louis no se daba cuenta de eso, él sólo pensaba en sí mismo y Harry, se encontraba destrozado.

Amelia & Jaden | Larry Stylinson. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora