Amelia & Jaden | Larry Stylinson. [TERMINADA]

Quince.

Tuvo que testificar contra Fionn y el recordar aquel terrible suceso le pudo los pelos de punta. Louis estuvo ahí siempre, y lo apoyó. Y Harry quería que lo besara.

"Amelia debe hacer una presentación de su familia. Dice que debe llevar a sus padres." Comentó Harry.

Louis sonrió.

"Así que..."

"Así que, quería preguntarte si estás dispuesto a acompañar a la niña en su exposición. Tendríamos que ir juntos." Respondió tímido.

El castaño se acercó más a su lado, caminaban hombro con hombro por la ancha acera de la avenida, ambos sabían que muchas personas los reconocerían y regarian la bola sobre haber estado juntos. Pero no parecía importarles.

"Por supuesto que sí, Harry. No es necesario preguntar eso." Louis le ofreció una sonrisa de lado.

Se sonrojó levemente sin pensarlo. En su mente sólo podía repetirse que ese tipo de eventos era lo que siempre había querido vivir junto a Louis y Amelia. Tener la experiencia de acompañarla en sus tareas y actividades, y estaba pasando. De verdad estaba pasando, y Harry no podía estar más feliz.

"¡Amelia! ¡Apúrate!" Gritó Harry desde la primera planta de su casa.

"¡Papá! ¡No seas así!" Dijo la chiquilla bajando las escaleras a trote.

Harry puso sus manos en sus caderas y alzó una ceja.

"¿Así como, Amelia Tomlinson?"

"Así." Amelia rodó los ojos y se colgó el bolso en su hombro.

Harry suspiró y decidió dejarlo pasar. Ambos estaban nerviosos, la niña tenía una presentación y Harry lo estaba por Louis.

El claxón del auto sonó afuera de la casa y ambos pegaron un brinquito en su lugar. Se apresuraron a salir, Harry con Amelia en su mano derecha. Bajaron las escaleras de la entrada y observaron el auto negro polarizado de Louis.

"Oi oi." Los saludó en cuanto entraron al auto.

Harry se subió al asiento del copiloto luego de dejar a Amelia en los asientos traseros.

"Hola, papi Lou. ¿Cómo estás?"

"Estoy maravillosamente bien, hija hermosa. ¿Y tú?" Respondió Louis mientras hacía arrancar el motor del vehículo.

Harry acomodó el cinturón de seguridad mientras escuchaba la conversación.

"Nerviosa. Y un poco cansada por los gritos de papá Harry."

Ambos adultos miraron a la niña a través del espejo retrovisor, Louis con una expresión sorprendida y divertida y Harry con una enfadada.

"¿Y por qué te gritaba tu padre?" Preguntó el castaño antes de darle oportunidad a Harry de hablar.

"Porque está asustado y quiere descargar su temor en los demás." Respondió la niña con una sonrisita.

Lo dijo de una forma tan simple que casi pareció ser un halago. Harry abrió la boca.

"Amelia." Advirtió el rizado.

"¿Por qué tiene miedo tu papá, hija?" Preguntó Louis con suavidad.

"Porque estarás tú."

"¡Amelia!" Regañó el rizado con las mejillas rojas.

"¡Es la verdad, papá! Te oí decírselo al tío Niall por teléfono." Comentó la pequeña.