Amelia & Jaden | Larry Stylinson. [TERMINADA]

Veintiséis.

Un mes más tarde.

Louis apenas y había accedido a hablar con Harry en las llamadas ocasionales que este le hacía con la excusa de hablar con Amelia. Ya le había dicho mil y una vez que estaba arrepentido y Louis prometía que le creía pero su actitud con él demostraba lo contrario.

"Ya dime si en serio me perdonarás. Sé que me comporté mal pero, nos prometimos que íbamos a intentarlo y no estás ayudándome con eso." Dijo Harry a través de la línea.

Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas como cada vez que hablaba con él durante el último mes.

"Ya te perdoné, Harry. De verdad. Cuando vuelva a New York podremos hablar más tranquilos."

"Eso no será hasta dentro de tres semanas. No quiero esperar más." Dijo Harry exasperado.

Louis suspiró.

"Entonces ven." Propuso.

"¿Voy a dónde?"

"Viajamos mañana a Vancouver, coge el primer avión."

Su pecho se hinchó de emoción.

"Bien."

"Está bien, te espero mañana."

"OK..." Dudó en decir lo siguiente pero se arriesgó al final. "Te amo."

Hubo un largo silencio antes de colgar.

"También te amo, Eddy."

Vancouver estaba tal como lo recordaba, precioso. Es que Harry no conocía un lugar que fuera feo, cada ciudad tenía su encanto. Y aquella en aquel momento, mucho más pues iba a ver a su hija nuevamente luego un mes completo y a Louis. Estaba dispuesto a arreglar las cosas.

Llegó al hotel donde estaban todos los del equipo descansando, esa noche no tocarían, el show sería al día siguiente así que tenían tiempo para ellos. Se reportó en la recepción y lo dejaron subir de inmediato a la habitación.

Tocó la puerta al llegar y Amelia le abrió la puerta, en cuanto lo vio se lanzó a sus brazos lanzando un chillido de alegría.

"¡Papi!"

Louis apareció frente a él y sonrió tenso.

"Hola." Saludó.

Harry entró con Amelia en sus brazos y apretó los labios.

"Hola."

"Dame un segundo."

Louis llamó a alguien por su teléfono y salió al balcón de la habitación. Al volver, Harry estaba sentado junto a Amelia quien le mostraba algunos dibujos que había hecho en ese tiempo.

"Amelia, el tío Zayn vendrá por ti e irán por unas golosinas a la tienda." Dijo Louis serio. "¿Está bien?"

"¡Sí!"

Minutos más tarde, Zayn estaba allí. Le sonrió a Harry y lo saludó con un abrazo. Se llevó a Amelia luego de unas cuantas palabras.

Louis se sentó frente a él en un pequeño mueble cuando estuvieron solos, ambos suspiraron.

"Quiero pedirte per-"

"No sigas pidiéndome perdón, Harry."

El rizado se detuvo y asintió.

"Es que no sé qué más decirte." Dijo.

"Yo sí sé. Harry, te amo y podría ir al fin del mundo por ti y por Amelia. Pero no voy a dejar que pases por encima de mí."