Amelia & Jaden | Larry Stylinson. [TERMINADA]

Uno.

"Louis Tomlinson, ¿qué mierda estás diciéndome?" Harry respiraba con fuerza, haciendo que sus fosas nasales se abrieran y cerraran con fuerza.

Louis intentó coger sus manos pero el rizado las apartó con brusquedad, su expresión estaba completamente absorta en ira y decepción.

"Harry, no te alteres, amor."

"No me digas amor." Gritó con fuerza, Louis se alteró en su lugar por la reacción del ojiverde. "¿Cuándo pasó?"

Harry ya no lo miraba, no quería ver al hombre que una vez le prometió amor eterno frente al altar.

"Cuando fui a Los Ángeles, en el concierto con 'The Rogue.'" confesó apenado, bajó la mirada, ahora observaba sus dedos sintiéndose lo peor.

"No puedo creerlo, Louis. Mientras yo estaba aquí con Amelia, ¡la bebé estaba enferma!" Volvió a gritar, Louis se limitó a cerrar sus ojos. "Y tú, maldito infeliz, revolcándote con esa zorra."

Harry se levantó del sofá donde estaba sentado y comenzó a caminar por toda la amplia sala. Louis levantó su mirada, con ojos suplicantes miró a su esposo.

"Perdóname." Comenzó a hablar con la voz quebrada. "Harry, habíamos discutido, tú dijiste muchas cosas que me hirieron y me pasé de tragos... yo, eso no significó nada." Louis se levantó del sofá y siguió el paso del rizado. "Yo te amo, amor."

Harry se volvió con brusquedad, quedando frente a frente, los pocos centímetros de diferencia que le llevaba a Louis hicieron que este se sintiera diminuto ante su mirada de desprecio.

"¿No significó nada?" Preguntó con una sonrisa agria." Vas a tener un hijo con ella, ¡la embarazaste, Louis!"

El rizado tomó a Louis de la camisa y la arrugó en sus puños, apretando su mandíbula con fuerza y los ojos llenándose de lágrimas por primera vez en la discusión.

Louis se sintió la peor persona del mundo al ver aquella imagen.

"Eso no cambiará nada, amor. Yo sigo contigo." Insistió.

El ojiverde lo soltó con fuerza y caminó hasta el gran ventanal que dejaba entrar la tarde soleada de New York. Afuera el día era hermoso, pero adentro llovía, Harry sentía una tormenta en su interior que no lograba apaciguar.

"Quiero que te vayas de mi casa." Sentenció luego de unos segundos callados.

Lo dijo sin mirarlo porque sabía que no podría pedirle marcharse viéndolo a los ojos que tanto amaba.

"¿Qué?" Louis caminó con afán hasta su esposo. "Harry, no, espera, hablemos de esto."

"No tengo nada de que hablar, Louis." Sorbió su nariz, tragando sus lágrimas. "Lo que hiciste, tiene consecuencias. Tú te vas de aquí, hoy mismo."

El rizado se esfumó en el pasillo de la gran casa que ambos habían comprado para vivir su vida matrimonial 5 años atrás. Louis se quedó parado junto al ventanal, con el corazón en la mano y desesperado.

"No puedo creer esto." Se quejó el rizado viendo su teléfono.

"¿Qué sucede?" Su mejor amigo, Niall salió desde la cocina de su apartamento con un trapo de limpiar en sus manos.

Dos días atrás había dado fin a su matrimonio perfecto con Louis, no sabía nada de él desde hacía dos días y sentía que iba a morirse de tristeza, lo extrañaba demasiado pero Harry sabía muy bien lo mucho que merecía y valía para aceptar que su esposo le haya sido infiel con una modelo.

"¡Últimas noticias! Louis Tomlinson salió de su casa en New York con maletas, ¿Será este el fin del matrimonio del cantante con el actor Harry Styles?" Leyó el rizado con fastidio.

Niall tensó sus labios desde el umbral de la cocina.

"No prestes atención a la prensa, sabes cómo son." Aconsejó el rubio.

Harry resopló desde su asiento y estregó sus manos por toda su cara, dejando el móvil de lado.

"Ni siquiera llevamos una semana y ya el mundo sabe que nos separamos." Se quejó de nuevo. "A veces odio ser famoso."

"Lo sé, amigo" Niall caminó hasta el sofá donde se encontraba el rizado y se sentó a su lado. "Entonces, ¿qué pasará con Amelia?"

Harry tenía sus ojos cerrados y la cabeza apoyada en el espaldar acolchonado del sofá.

"Se queda conmigo, obvio." Contestó.

"¿No crees que será duro para la bebé no tener a sus dos papás juntos?" Preguntó el rubio con una expresión de preocupación.

Harry abrió sus ojos y resopló.

"Por supuesto que lo será, pero..." Se calló por un instante, Harry estaba haciendo lo que más podía por no echarse a llorar. "No puedo quedarme con él, no después de que me engañó."

"Por supuesto, yo estoy de tu lado, Hazza."

"Va a tener un hijo..." Susurró mirando a un punto fijo.

Tristeza no definía lo que Harry sentía, es que ¡se suponía que Louis era el amor de su vida! ¿Por qué lo traicionó? ¿Acaso no estaba dándole lo suficiente? Ambos eran felices, cuando adoptaron a Amelia, el ojiazul no paraba de decirle a Harry lo mucho que lo amaba y lo mucho que lo hacía feliz, ¿qué cambió?

"Harry." Niall lo sacó de sus propios pensamientos.

"¿Eh?"

"Te decía que vas a tener que seguir viéndolo porque tienen una hija." Dijo su amigo.

Harry suspiró y asintió.

"Sí, pues yo no pienso verlo. Cuando vaya por Amelia a la casa, me aseguraré de estar fuera antes de que llegue." Aseguró el rizado muy orgulloso de su plan.

Niall se rio por lo bajo y negó con la cabeza.

"Será fácil mientras la niña esté pequeña, ¿qué harás cuando tenga un recital en la escuela? ¿O cuando se gradúe de la universidad?" Preguntó su amigo alzando las cejas en interrogación.

El rizado resopló por milésima vez en el día. No lo había pensado, él había imaginado su vida perfecta junto a Louis y cada uno de esos detalles como presentaciones, bailes y graduaciones, se suponía que irían juntos como esposos y padres, no separados. Esto sería muchísimo más difícil de lo que él pensaba.

"Maldito Louis Tomlinson." Gruñó por lo bajo a los segundos.

"Entiendo tu ira y tu tristeza, Harry, de verdad." Empezó a decir el rubio. "Pero vas a tener que obligarte a superarlo porque tienen una hija y eso no es algo que puedas cambiar."

Niall tenía razón, Harry odiaba aceptar que su amigo tenía razón pero la tenía. Amelia era su vida entera y si tenía que hacer el sacrificio de ver la cara de su esposo infiel, pues lo haría, todo lo haría por su hija.