Veintitrés.

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Ya casi acababan los conciertos en Latinoamerica. Aquel día habían aterrizado en Colombia y Harry le preguntó a Louis si podían visitar una isla en el país llamada San Andrés. Siempre quiso ir pues las personas hablaban de su hermosura y que parecía un paraíso.

El show fue presentado y dos días después abordaron el avión que los llevaría a la isla. Sólo fueron Louis, él y los niños. Zayn, Liam y su hijo decidieron quedarse en Medellín, donde presentaron su concierto.

El calor del lugar los golpeó en la cara cuando se bajaron del avión y Jaden corrió por la pista de aterrizaje hacia el edificio del aeropuerto. Harry no podía dejar de mirar a Amelia, vestida con un lindo y floreado vestido hasta las rodillas y un sombrero que le cubría el rostro y el cuello.

"¿Jaden conoce el mar?" Preguntó Harry.

"Sí, pero seguramente no lo recuerda. Y no lo ha visitado conmigo."

Harry asintió y sonrió.

Un taxi los llevó hasta el hotel, el conductor hablaba español, francés e inglés pero lo hacía mezclando las palabras así que era difícil entenderle. Louis sin embargo, pudo comunicarse con él fácilmente ya que sabía los tres idiomas a la perfección.

"Te tengo envidia." Susurró Harry.

"¿Por qué?"

El rizado sonrió de lado.

"Hablas un montón de idiomas y yo apenas puedo con el mío." Dijo haciendo un puchero.

"Si quieres puedo enseñarte." Se ofreció el castaño.

Harry le sonrió amplio y besó sus labios fugazmente.

Al llegar al edificio, Amelia quiso meterse a la piscina del hotel que tenía algunos juegos infantiles dentro. Harry le prometió que bajarían a la zona luego de dejar sus maletas en la habitación.

"¿Quieres bajar con nosotros?" Le preguntó el rizado a Louis.

Louis miró a Jaden que dormía en sus brazos.

"Creo que debo ser un papá está noche." Bromeó.

Harry asintió sonriendo.

Al terminar de ordenar todo su equipaje, Amelia arrastró a Harry por los pasillos del hotel hasta llegar a la primera planta. El día ya estaba cayendo pero la chiquilla parecía muy emocionada de entrar al agua. Harry no debía preocuparse pues Amelia recibía clases de natación cada semana y sabía defenderse en el agua. Así que el rizado sólo metió sus pies y se sentó en el borde de la piscina a observar cómo su pequeña jugaba en las atracciones y le mostraba cómo pasaba la piscina de un lado a otro en muy poco tiempo.

Al cabo de unas horas, Amelia se acercó a Harry nadando y un poco cansada.

"Papi, ya tengo hambre." Avisó.

Harry enarcó sus cejas y asintió. En ese momento, él también sintió hambre.

"Yo también, hija. ¿Qué quieres cenar?"

"Pastas." Pidió con una sonrisa. "¿Podemos ver una película con papá y Jaden?"

"Por supuesto. Podemos pedir la cena para comer en la habitación.

Harry ayudó a Amelia a salir del agua y tomó una toalla blanca con franjas azules que les habían otorgado en el hotel. Empezó a pasar la tela por el pequeño y regordete cuerpo de su hija para secarla y entrar al edificio de nuevo.

"Oh, por Dios. ¡Harry Styles!" Escuchó el rizado a un lado suyo.

Dirigió su mirada hasta la persona que lo había reconocido y vio dos chicas sonrientes, parecían adolescentes y muy emocionadas.

"¿Nos podríamos tomar una foto contigo?" Preguntó la otra chica, la que no había hablado.

Harry sonrió y terminó de envolver a su hija en la toalla para que no tuviera frío.

"Por supuesto." Aceptó.

Las chicas dieron un gritico de felicidad y cada una tomó una foto a la otra junto a Harry, luego se tomaron una selfie de los tres.

"¡Muchas gracias!" Agradeció una.

Harry volvió a sonreír, está vez mostrando los dientes.

"Amamos tus películas. Y tienes una hija muy hermosa." Dijo la otra.

"Muchas gracias a ustedes, chicas." Dijo Harry sintiéndose halagado.

Las jóvenes se fueron dando saltitos y un Harry sonrojado entró al hotel junto a Amelia. Subieron por el ascensor hasta el piso 13. Entró en a habitación con Amelia detrás suyo usando la tarjeta que les habían dado en la recepción. El lugar estaba en silencio, avanzó unos cuantos pasos y encontró a Louis durmiendo junto a Jaden, acurrucados uno con el otro. Y es que no podían ser más idénticos porque su hijo sería algo así como un clon de Louis, pero eran muy parecidos. Y Harry quiso echarse a llorar sobre ellos por la ternura que le dio la imagen.

"Ve a ducharte, me encargaré de la cena." Le susurró Harry a Amelia.

La niña caminó hasta la ducha y ajustó la puerta sin cerrarla por completo. Harry fue hasta el teléfono junto a la puerta para llamar a pedir la cena. Louis apareció y lo abrazó por la cintura cuando estaba dando las gracias y a punto de colgar.

"No los escuché llegar." Dijo con la voz ronca.

Harry dio medí vuelta para quedar frente a frente, sonrió por la imagen de Louis adormilado y medio despeinado.

"Perdón por despertarte." Se disculpó Harry.

Louis negó y escondió su cabeza en el cuello del rizado.

"¿Amelia?"

"Dándose un baño. Acabo de pedir la cena."

"Bien."

"Quiere que veamos una película todos juntos."

Louis levantó su cabeza y sonrió.

"Eso suena genial."

Juntaron sus labios en un beso tierno hasta que Amelia llamó a Harry avisando que ya había terminado su ducha.





























Terminaron de cenar y Harry preparó chocolate caliente para todos en la cocina pequeña de la habitación. Amelia y Jaden decidieron ver 'Un jefe en pañales' y la niña comentó como el hermano mayor del bebé se parecía a su padre con unos años menos. Todos rieron ante eso.

Cuando menos se dieron cuenta, los niños ya estaban dormidos entre ellos.

"Déjalos dormir aquí." Dijo Harry y se acomodó en su lugar.

Pasó una manta delgada encima de los pequeños y otra encima suyo. Louis asintió y se metió bajo las sábanas también. Apagó el televisor y estiró un brazo para acariciar el rostro de Harry.

"Buenas noches, Eddy." Susurró.

Harry giró un poco su cara y besó la mano del castaño.

"Buenas noches, Boo." Dijo.

Ambos sonrieron.

Amelia & Jaden | Larry Stylinson. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora