EPÍLOGO.

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La pequeña Darcie llegó a sus vidas dos años más tarde. Y todos comentaban sobre sus mejillas sonrosadas todo el tiempo y los ojos verdes que brillaban cada que los abría.

Louis le propuso a su esposo tener un nuevo bebé que tuviera sus genes, su ADN y que fuera de ellos, lo que Harry llamó una locura al principio. Pero conforme el tiempo pasó, fue adaptándose a la idea.

Tuvieron que hacer una cantidad de tratamientos como dejar que los médicos extrajeran fragmentos de su ADN. Consiguieron un vientre de alquiler y así, esperaron a la pequeña Darcie.

Llegó días más tarde del cumpleaños de Harry, y todos en la familia estaban felices por su presencia. Amelia pedía cargarla todo el tiempo, Jaden se sentía un poco nervioso pero de vez en cuando lo pillaban dándole besitos suaves en la frente y cantándole canciones de cuna.

Cuando Darcie cumplió dos años, decidieron mudarse a Los Ángeles pues, casi todo el trabajo de ambos se encontraba allí.

Amelia empezaba a entrar a su etapa de adolescencia y a veces Harry sentía que podía devolverla al centro de adopción donde doce años atrás la cargó junto a Louis por primera vez y se murió de amor. Sin embargo, amaba a su hija y entendía que era una etapa que pronto pasaría y todo estaría bien.

Jaden por su lado, seguía inocente como siempre. Un chico obediente y a veces un poco sumiso pero lleno de encanto. A veces Samantha quien había salido del centro mental podía verlo, ahora se comportaba y no hacía los escándalos a los que estaba acostumbrada, por esto pudo volver a ver a Jaden luego de un año y medio y muchos meses en terapia. Jaden entendía que su madre tenía un problema y lo afrontaba como si fuera un adulto. Louis estaba muy orgulloso de él.

Su pequeño cachorro, ya no tan pequeño y ya no tan cachorro, como Harry lo predijo, les dio bastantes problemas en casa, a pesar de eso todos lo amaban con el alma y no podían vivir sin el tierno animal color oro. Tommo lo llamó Harry, en honor al apellido de Louis.






























Harry y Louis tomaron unas vacaciones que llamaron luna de miel por su cuenta. Los niños se quedaron en casa de la madre de Louis y sus hermanas.

Fueron a Hawaii porque ninguno de los dos conocía la isla y les parecía un lugar mágico, así que viajaron un viernes con planes de quedarse con dos semanas.

Dos semanas que fueron maravillosas y como Harry lo diría, sacado de un cuento de hadas. Nadaron junto a pequeños peces, probaron comidas típicas del lugar, visitaron todos sus puntos turísticos, conocieron personas que los admiraban, asistieron a discotecas donde bebieron tanto alcohol que al día siguiente debían turnarse el baño para expulsar todo de su estómago, y por último pero no menos importante, hicieron el amor tantas veces como pudieron y en lugares que probablemente tendrían vergüenza de contar.

Harry se sentía tan enamorado que podría explotarle el corazón. Igual Louis, se sentía afortunado y agradecido con Harry y con la vida por haberle dado una segunda oportunidad junto al amor de su vida. Se prometió a sí mismo no volver a arruinarlo y desde aquel día, todo iba muy bien, no tenían problemas sino minúsculos con soluciones muy fáciles. Eran felices, realmente felices.

FIN.

Amelia & Jaden | Larry Stylinson. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora