Amelia & Jaden | Larry Stylinson. [TERMINADA]

Dieciséis.

Luego de la felicidad del recuerdo y de mirar a Louis para sorprenderlo sonriendo de la misma forma que él, vino el dolor porque recordó que ya no estaban juntos y Louis sí que tuvo un segundo hijo, pero no con él.

"Yo amo mucho a mis papás y creo que son los mejores del mundo. Siempre me dan muchos besos y me llevan de paseo." Amelia seguía hablando muy emocionada. "Sólo vivo con mi papá Harry pero papá Louis siempre nos visita."

Todos hicieron un pequeño 'ow', Louis miró a Harry serio y con los ojos muy abiertos.

¿Tal vez había sido mala idea que Amelia dijera aquello?

"Por último, la maestra nos pidió que escribiéramos unas palabras desde el fondo de nuestros corazones." La pequeña se inclinó a tomar unos papelitos de una mesa. "Aquí van..."

Miró a sus papás con una gran sonrisa y los hizo moverse a cada lado suyo. Harry posó su mano en la espalda de su hija.

"El amor es muy grande. Pero más el amor que mis papis me tienen y él que yo les tengo a ellos. Lo sé porque me dan muchos mimos." Empezó a recitar la niña leyendo el papel. Harry tenía sus ojos con lágrimas y Louis sonreía embobado. "No importa si no están juntos, ahora sé que ellos decidieron regalarme todo el amor que se daban a mí solita."

Harry quería echarse a llorar en ese preciso instante porque, sí, ambos le daban demasiado amor, sin embargo a Harry seguía sobrandole incluso para darle a Louis. Y él quería, ansiaba brindarle su amor al castaño.

Louis lo miró con una sonrisa de oreja a oreja y las arruguitas junto a sus ojos. Bajaron del escenario pequeño después de que Amelia dio las gracias y se sentaron en el lugar de antes para ver al resto de los niños.

Amelia corrió a sentarse junto a sus amiguitos y de vez en cuando susurraba algo a alguien junto a ella.

"Tenemos una hija tan hermosa." Susurró Louis mirándola y llamando la atención de Harry.

El rizado volteó su mirada en dirección a la niña y asintió con una media sonrisa.

"Se parece a mí." Bromeó.

Louis rio bajito.

"Es verdad. Sólo tiene mis ojos."

"Sólo por casualidad." Harry se encogió de hombros.

"¿Quieres ir a cenar hoy?" Preguntó el castaño.

Harry se quedó quieto y borró su sonrisa.

"No." Respondió de inmediato. "Quiero decir... ¿con quién se quedaría Amelia?"

Preguntó aquello en medio de su nerviosismo, pues sabía que Amelia podría quedarse con Johannah o Charlotte cuando quisiera y sin problema.

"Jaden estará con mamá hoy, no hay inconveniente con que la pequeña se quedé allí. Y Jaden estaría muy feliz, no se ven hace algunos días."

Harry se lo pensó por unos segundos y volteó a ver a su hija de nuevo.

Quería decir que sí, le encantaría. ¿Debería?

"Bien... pero debemos volver por ella temprano, mañana tiene clases." Aceptó el rizado.

Louis sonrió con emoción y asintió.

"Pórtate bien, Amelia. Volveré por ti antes de que sea hora de dormir." Dijo Harry a su hija y le dio un beso en la mejilla.

"Sí, papi. No te preocupes."

La pequeña se abrazó a su cuello y le dio un apretón. Se despidió también de Louis con un beso en la frente y un choque de puños. Louis besó a Jaden en despedida y se fueron caminando hacia el auto.

"¿A dónde iremos?" Preguntó Harry.

"Es un nuevo restaurante a las afueras de la ciudad, te va a encantar." Prometió el castaño.

Sí le encantó el lugar, era justo como al rizado le gustaba. Un lugar no muy grande y con plantas adornandolo. Louis había reservado y estaban en un compartimento amplio bajo luces amarillas.

"¿Entonces cuándo será la gira?" Preguntó Harry mientras masticaba la ensalada roja que había pedido.

Louis tomó agua para responder.

"Estamos terminando algunos asuntos como las fechas y el personal. Seguramente estaremos lanzándolo al público en dos semanas."

"Eso me alegra. Hace bastante que no van de gira." Dijo Harry.

El rizado revolvió las pastas de su plato para tomar un bocado. Recordó estando frente a su teléfono y el televisor de su sala mientras veía las noticias sobre el gran éxito de 'The Rogue' en la gira mundial.

"Ya casi dos años. Ya es hora." Louis sonrió.

"¿Lo extrañas mucho?" Preguntó refiriéndose a cantar frente al público.

"Demasiado. La música no es nada sin las personas." Comentó sonriendo.

La sonrisa se contagió al rizado, siempre amaba ver las arruguitas de Louis formándose junto a sus ojos cuando algo le emocionaba.

Al salir del restaurante, Harry quería esconderse en un basurero y salir jamás. El camino hasta el auto de Louis se encontraba atestado de paparazzis y los flashes no lo dejaban mirar al frente. Sintió que Louis lo tomó de la mano para arrastrarlo lejos de ellos pero era difícil al ser tantos.

"¿Son de nuevos esposos?"

"¿Están considerando volver?"

"¿Harry, estás engañando a Fionn?"

"¿Volverán a vivir juntos?"

"¿Es por su pequeña hija que están juntos o pueden contarnos algo más?"

Escuchaban las preguntas entrometidas de los periodistas mientras intentaban huir de ellos. Un hombre corpulento golpeó a Harry en un costado al intentar acercarse y Louis lo fulminó con la mirada.

"No vamos a decir nada, ya lárguense." Sentenció el castaño.

Unos pasos dificultosos más y pudieron meterse al auto y arrancar. Louis apretaba el volante con fuerza mientras conducía. El rizado tenía una mano en su costilla debido a que le dolía el golpe que le había dado aquel paparazzi.

"¿Estás bien?" Preguntó Louis luego de dar un suspiro.

"¿Tú estás bien?" Respondió Harry.

Volvió a suspirar.

"Quería que esta noche nadie nos molestara, por eso te traje aquí." Dijo con desespero.

"Lou... no pasa nada. No tienes la culpa."

"Debi descuidarme en el camino, o alguien en el restaurante debió avisar." Resopló apretando más el volante. "A veces odio esto."

Harry suspiró y asintió. Lo entendía por completo pero esa era la vida que ambos habían decidido.

"No pasa nada, de verdad." Intentó tranquilizarlo.

Louis le echó un vistazo a su costado y volvió a poner la mirada en la carretera.

"¿Te duele?"

"Algo."

"¿Quieres ir al hospital?" Ofreció Louis.

"No, estoy bien."

"Te llevaré a casa en cuanto recojamos a Amelia y veremos eso." Dijo Louis.

Harry no quiso decir que no. Estaba cansado y no quería discutir, sólo quería llegar por su hija e ir a su casa a dormir.