CAPÍTULO 13

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Kanín

Casi se cumplía un mes desde que deje las cosas claras con Londres. Pensé algunas veces en ir a pedirle perdón

*mensajes entrantes*

Cameron: Hermano ¿Por qué Londres ya ni nos saluda?

Chels: hola ermanito es Abby ¿Cuando biene Londres a jugar comigo?

Chels: sorry es Chels, la moco me secuestró el tlf :v

Paola: Los chismes vuelan rápido y traté de advertirte...que bueno que te diste cuenta a tiempo.

Cameron: Ya, pensé que eras mi amigo y que nos contabamos todo, que decepción hermano.

Paola: Quiero invitarte a salir un dia de estos, por favor no me ignores.

Dylan: Por si te interesa vi a Londres saliendo con otro chico fuera del campus.

*Dos Semanas Después*

*Chat con Paola*

Kanín: No le pregunté nada al respecto, solo le dije que se fuera y me dejara tranquilo.

Paola: Fue lo mejor, no debiste preguntarle, solo te manipularía y te llenaría con más mentiras.

Kanín: Pensé que la conocía en esos tiempos de relación falsa y de verdad creí ver a una amiga en ella.

Paola: Así son siempre, primero hacen que confíes en ellas y luego sacan las garras.

Kanín: supongo...

Paola: Ya ves que ni siquiera le importó acabar contigo e irse en busca de otro.

*Tres Semanas Después*

Camino por la ciudad bajo la lluvia, no hay nada en mi que no esté destilando agua.

Ya es casi de noche y las luces de la ciudad me lo confirman al prenderse e iluminar la calle por donde cruzo.

El olor a orine es opacado por el olor a la lluvia y los callejones del barrio se limpian por sí mismo por la intensidad de la lluvia.

Es la primera vez que entraré en el edificio donde vive Londres y es solamente para darles mis disculpas por haberla tratado de ese modo. El edificio de Londres es viejo, su estructura ya esta envejecida y se nota cuando vez algunos escombros en el suelo o ladrillos faltantes en las paredes...en pocas palabras este edificio estaba casi en ruinas.

Una vez dentro de lo que creía que era la recepción, encontré a una chica cerca del mostrador hablando por teléfono y leyendo una revista de los solteros más codiciados del mundo. Su cabello era largo y de color rosado oscuro, tenía perforaciones en el rostro y llevaba un collar con puas en el cuello, top ajustado destacando sus pechos. Masticaba con la boca abierta una goma de mascar inflandola y explotandola a medida que jugaba con el cable del teléfono con su dedo, colocando sus pies encima del mostrador.

Me aclaré la garganta.

—Buenas tardes —saludé.

Ella me hizo un gesto con la mano de modo a que esperara de que terminara de hablar.

—Te lo digo Claudia, no te atrevas a acostarte con Rafael—chasquea fuertemente al masticar— ese tipo habla y habla pero no promete...

—Disculpa...—trato nuevamente.

Si los deseos fueran estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora