Un Baile de Culturas

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Nota: Este episodio podría considerarse un extra, ya que no aporta mucho a la trama, si lo prefieres puedes saltar al otro capitulo, que será publicado dentro de poco.

Gracias por apoyar esta historia.

***

El acompañamiento con Nikolay

Londres

La sala de ensayo estaba sumida en un silencio.

La música había dejado de sonar en varias oportunidades, ya que me sentía constantemente vigilada. Los espejos reflejaban mi figura, un poco agitada y algo sudada.

Había estado practicando mi solo durante horas, perfeccionando cada movimiento, cada arabesque y fouette. Todo tenía que ser perfecto para las Internacionales, debía ser una de las ganadoras si quería que mi equipo siguiera de pie en la competencia.

Pero algo no estaba bien.

Algo estaba fallando en el solo, pero, externamente,una sensación inquietante se había apoderado de mí... como si ojos invisibles me observaran desde las sombras, así que, por enésima vez, detuve la música para observar a mis alrededores a aquella persona que me vigilaba.

¿Danna?

¿Kanín?

¿Alexander?

—¿Quién está ahí? —pregunté, mientras me deslizaban hacia donde creía que estaba aquella persona. El sudor perlaba mí frente, y mis músculos ardían por el esfuerzo de hace horas.

El sol ya se iba a empezar a ocultar así que tal vez sea Dugga, quien me vino a buscar para irse.

Fue entonces cuando vi a un hombre alto, de cabellos dorados y ojos azules como el hielo, estaba parado junto a la puerta. Vestía unos joggers grises y una camisa negra.

Era Nikolay, el bailarín ruso que había llegado al estudio.

Me detuve en seco, cuando lo ví.

—¿Eres de espiar a las personas, acosador? —pregunté cruzando los brazos, quería dejar en claro que me molestaba, en cierta manera, que interrumpieran mi práctica.

Sin decir una palabra, y con la mirada intensa y seria, Nikolay se acercó. Sus pasos eran silenciosos, como los de un felino acechando a su presa. Retrocedí por inercia, pero me atrapó tomándome de las caderas..

Mis alarmas se dispararon a modo que intenté zafarme de mi agarre, pero las palabras que me dijo el Ruso me tranquilizaron.

—Держите бедра ровно, чтобы ноги не теряли слишком много силы

Mantén las caderas firmes para que las piernas no pierdan demasiada fuerza.

—¿Ahora no hablas inglés? —cuestiono fingiendo pelear contra su agarre.

—Я предпочитаю не говорить по-английски

Prefiero no hablar inglés.

—Итак, давайте говорить на вашем языке —respondo, dejandolo por mi buena pronunciación —Отпусти меня, пока я не ударил тебя по лицу

Bien, hablemos tu idioma. Asi que sueltame antes que te golpee la cara.

Como un acto de supervivencia, Nikolay quitó las manos de mi cadera de inmediato.

—Solo trataba de ayudarte, chica enojada — se defendió colocando las manos en rendición.

—No sé cómo son las cosas en tu país —espeté, cruzando mis brazos y enarcando una ceja —, pero aquí, eso puede considerarse como acoso y más si no nos conocemos y mi nombre es Londres.

Si los deseos fueran estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora