Sueños [Creek]

(9) Notas

"El frío viento del invierno chocaba fuertemente contra las ventanas, Tweek estaba en su cuarto mirando los copos de nieve caer mientras en su mano apretaba fuertemente las partituras de piano, hoy era la audición y no sabía si estaba listo para entrar."

El sonido de las gotas chocando contra el cristal lograban ser bastante reconfortantes esa tarde, el día seguía igual de nublado que en la mañana y el sol no mostraba ningún rayo entre las nubes, logrando que el día se viera aburrido y simple.

Tweek suspiró apretando el café entre sus manos, miró a Kenny reposando en la camilla de la enfermería y después fijó su vista en Bebe.

—Kenny va a estar bien — Le avisó Bebe a Tweek mientras se acercaba a él — Solo se desmayó, pero estará bien. Aunque no creo que despierte hasta un par de horas, si quieres puedes salir y después yo te llamaré para avisarte si despertó o no, ¿vale?

Tweek asintió y Bebe le sonrió, la chica iba a decir algo más cuando la puerta fue abierta, ambos se giraron para ver quién era.

—Oh, hola Tweek.— saludó con cariño una pelinegra vestida de enfermera.— hola amor.— la pelinegra se acercó a la rubia y le dio un pequeño beso en la mejilla.

—Hola Wendy— saludaron ambos rubios al mismo tiempo.

Wendy era estudiante de enfermería y estaba tomando su pasantía en un hospital cercano así como también tomaba prácticas en el instituto, ya estaba en su segundo año estudiando y era bastante reconocida por estar adelantada en su carrera (siendo que entró a los 16 y muchos de sus otros compañeros eran mayores) siendo sin duda una erudita en la medicina.

—¿Kenny se volvió a quemar?— Preguntó la chica mirando al rubio inconsciente.

—No, esta vez se desmayó—dijo Bebe con una sonrisa en sus labios. Wendy dejó escapar una pequeña risa de simpatía.

—Parece que Kenny es propenso a los accidentes— Comentó la azabache mirando al rubio.

—Ni te lo imaginas — comentó Tweek mirando a su amigo, quien dormía ajeno a todo a su alrededor— Voy a salir un rato— dijo Tweek saliendo de la enfermería.— Nos vemos después.

—Adiós Tweek— dijeron ambas chicas hacia el rubio. Tweek asintió y se fue caminando hacia su habitación. Se sentía bastante cansado hoy.

***

—.... Y por eso, y muchas otras razones más, espero y te pudras en el infierno— Craig suspiró cansado y volvió a acercar el celular a su oreja.

—También es un gusto volver a hablar contigo Ruby—la chica al otro lado rió sarcástica y Craig pudo imaginar cómo se cruzaba de brazos.

—Y bien, ¿qué es lo que quieres? Porque si no te das cuenta, ya tengo quince años y no estoy de humor para escuchar cualquiera de tus estúpidas mierdas —Craig miró una de las orejeras de su gorro y suspiró pesado.

—Lo siento.—Pudo sentir como Ruby apretaba el celular al otro lado, esperaba y no volviera a mandarlo a la mierda.

—¿Qué es lo que sientes, Craig?—pudo sentir como la voz de su hermanita se quebraba, pero el hecho de que no le cortara indicaba que quería escucharlo.