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El frío en Inglaterra estaba bastante fuerte golpeando con irá a cualquier persona que se encontrará en la calle en ese momento.

La chica del cabello morado caminaba con mucha dificultad por el frío que calaba sus huesos, cualquiera se quedaría en casa como buen amante del calor como ella pero prefería salir a quedarse encerrada en casa sola.

Entro en la rústica cafetería que frecuentaba cuando iba a clases que seguía abierta aún si no había clases.

El olor a café era diferente al de siempre así que se acerco a la barra mirando el cambió de la cafetería.

No estaba el amable anciano dueño de la tienda con el cual solía hablar cada que venía a comer algo mientras estudiaba.

En su lugar estaba un hombre alto de complexión fuerte y cabellos obscuros con una gorra de espaldas al parecer usando una máquina.

— Disculpe, ¿Dónde está el señor Grell? -pregunto mirando por sobre la barra al hombre que se volteo a mirarla para contastarle-

Enmudeció al míralo, en su vida jamás había visto a alguien asi además de que le da unos aires de que no era de por aquí

— El señor Grell salió para atender unos asuntos y temporalmente estaré yo -el tono del chico era desganado y no muy amable aunque de notaba el intento para escucharse amable.

Se quedó mirando a la chica esperando alguna orden aunque más bien parecía que la iba a desmembrar en cualquier momento.

—ah! Quiero un café americano por favor -tosio un poco como un intento de aligerar el ambiente incómodo que estaba siguiendo de forma nerviosa

Este asintió comenzando a poner en marcha la máquina con el fuerte silencio tan incómodo que estaba segura que se podía cortar con un cuchillo.

Al mirar su cara se dió cuenta que en efecto no era de ahí, o al menos no completamente quizás era mestizo y de otro pais.

— Su café -le paso con cuidado la taza para sentarse mirando desinteresado, parecía ser alguien demasiado tosco-

— Muchas gracias -tomo la bebida dándole un sorbo temblando suavemente al sentir el sabor en su boca, ¡Era terriblemente amargo!

Suspirando con algo de sutileza para no molestar al gran hombre lo bebía un poco apresurada tratando de no hacer caras hasta terminar.

— Tome, muchas gracias y hasta luego -dejo el dinero en la mesa junto a una propina para salir del café-

El joven solo tomo el dinero junto la propina poniendo ambas en la caja registradora, el anciano dueño del café merecía más ese dinero.

— Yare Yare Daze...

Lamento la demora! Pero aqui está el capítulo que prometí, espero lo disfruten

🌊Jotaro Kujo Escenarios✨ [✅✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora