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Ese mismo día no podía dejar de parar en pensar en sus clases y lo atareada que estaba, realmente se moría por descansar un poco, no podía esperar en llegar a la cafetería de siempre y tomar un delicioso café.

Mientras caminaba a su destino no pudo evitar detenerse cerca de el parque donde un joven tocaba suavemente el violín de forma tan dulce que la hacía suspirar.

Su nombre era Leigh, un chico de cabellos obscuros como el carbón y hermosos ojos del color de la miel quien se encontraba recitando la canción para las personas quienes se detenían por curiosidad y escuchar un poco más.

Sus mejillas rápidamente se tornaron rojas y por un momento olvidó como respirar, se sentía tan tímida cuando lo veia, era inevitable si pensaba en lo mucho que le gustaba.

Dió un suspiro enamorada alejándose lentamente de ahí y seguir su camino a la cafetería con mariposas en sus estómago nerviosa.

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"Ding!" Fue el sonido que resaltó por todos lados indicando que alguien a entrado al local y era hora de volver a trabajar.

Para su sorpresa no fue así, era simplemente Leigh entrando al local con cara de cansancio.

—Buen día Jotaro -saludo cansadamente sentándose en el sillón de la sala de empleados bastante agotado-

—Hmmp -solto un ligero sonido regresandole el saludo de esa manera mientras fumaba-

Cuando recién entro a trabajar se dió cuenta de que este chico estaba en su primer día pensando en que el puesto que quería ya estaba ocupado pero en realidad serían compañeros de trabajo.

Bastante calmado y muy amable con los clientes aumentando las ventas de ese pequeño local desde que llegaron ahí.

Ahora está vez si era un cliente quien entro, era la misma chica de la vez pasada y se acercó a atenderla.

—Hola de nuevo -sonrio dulcemente causando un momento de silencio-

—¿Que le serviré está vez?

—Un té de gengibre por favor.

Este asintió y fue a la parte de atrás de la cocina para preparlo, el de ojos ámbar lo miraba acercándose.

—¿Quieres que lo prepare yo? -pregunto al ver al más alto tener una pequeña batalla con la tetera

—Por favor -dio un suspiro aliviado sentándose denuevo dónde el otro solía estar-

Lo veía ir de aquí a aya mientras preparaba la bebida que se veía ser realmente diferente a la primera que hizo.

Con un color más hermoso y un olor agradable termino de servir una taza de un apetitoso té.

Al ir a entregar se dirigió a la barra viendo atentamente como entregaba su orden a la chica.

Está torpemente pago y todo el transcurso se quedaba mirando hechizada a la cocina.

Una linda escena ciertamente


Hola!
Se que desaparecí un montón de tiempo y lo siento mucho, la universida me está exprimiendo las pocas ganas de vivir que me quedan(?.

En fin, actualizare más seguido y sacaré otro libro de mis hombres(??

Chao <3

🌊Jotaro Kujo Escenarios✨ [✅✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora