Unos días antes....
— Necesito que me ayudes con algo.
Monoma lo miró con una ceja levantada.
— Supongo que si lo pides ahora que el cargador portátil se fue es porque es confidencial ¿no?
— Neito, por favor...
— Bien, dime el plan.
— Es sobre la apuesta de Denki, pero necesito que seas discreto con la información.
— ¿Tan malo es?
— Ya lo entenderás cuando te lo diga, ahora, necesito que me ayudes con algo.
— ¿De qué se trata?
— ¿Has abierto alguna vez un casillero?
— ¿Me crees un idiota?
— Hablo en serio. Según mis padres, la escuela se caracteriza por siempre ir a la vanguardia de la tecnología; abrir un locker que no es tuyo en la UA, es algo particularmente difícil, ¿lo has hecho alguna vez?
— No, realmente no. —confesó—. Tienes razón al decir que son complejos; tenemos nuestras propias contráelas y podemos cambiarla a nuestro gusto. Se activa una alarma cuando alguien intenta abrirlo y cuando la contraseña falla tres veces.
— ¿Crees que encuentres la manera de abrir uno?
— Toshi, sabes que te adoro demasiado, pero si empiezas a ser uno de esos novios tóxicamente controladores juro que te odiaré.
— No intentó abrir el locker de Denki. —rodó los ojos.
— Yo nunca lo mencione a él.
— ¿Me ayudarás o no?
— ¿Me explicarás o no?
— Bien, pero será rápido, Den no se puede enterar de esto...
El capitán sacó el celular de la lata, notando lo empapado que estaba y que sería una tontería intentar encenderlo.
La furia resplandecía en sus ojos, los miembros de su equipo lo veían asustados y Kaminari aún intentaba entender lo que estaba sucediendo.
— ¿Cómo es que logró hacer esto? —le preguntó furioso en un gruñido a uno de sus jugadores.
— N-nosotros solo nos fuimos por unos minutos... — contestó uno de los chicos del equipo, igual de sorprendido que los demás —. No le dimos la contraseña a nadie, ni siquiera tu la sabías.
Kazuma lanzó el celular al piso y el objeto se hizo añicos al instante.
— No se lo que hiciste, maldita perra, ¡pero ese no era el trato!
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¡HEY, CAPITÁN! -SHINKAMI-
FanfictionSi un defecto tenia Denki Kaminari era el no poder negarse ante una apuesta, por más tonta e inútil que fuera, si alguien lo retaba, él aceptaría. ¿Pero qué diablos estaba pensando al aceptar un partido de básquetbol contra el capitán de maldito equ...