21. ¡HEY, CAPITÁN!

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Kaminari no podía dejar de maldecir su mala suerte.

Quería hablar con Shinso, quería aclararle todo y dejar de odiarse a sí mismo por ser un idiota sin remedio, sin embargo, la noche de la fiesta Hitoshi había desaparecido después de que él hablara con Monoma y cuando volvió al festejo su equipo lo interceptó; entre sus amigos y los demás invitados Denki no tuvo tiempo para hablar a solas con el mayor pues la única vez que se encontraron juntos estaban rodeados por sus padres.

Para terminar de empeorar las cosas, esa noche no le pudo decir nada y al día siguiente tampoco pues sus padres lo llevaron a un restaurante para comer y premiarlo por su logro, cancelando el entrenamiento diario y evitando que pudieran hablar.

Al parecer el destino lo odiaba, y no podía culparlo porque para ser sinceros él también se odiaba.

Era domingo y debía de encontrar la manera de hablar con Hitoshi antes de que las cosas empeoraran. En dos días Shohoku jugaría contra Ryonan y en ocho él se enfrentaría al capitán de la UA en una apuesta.

Sentía que el mundo giraba a una velocidad a la que no era capaz de ir.

Y odiaba quedarse atrás.

— ¡Voy a la casa de Hitoshi! —gritó para que su madre en la planta superior pudiera escucharlo.

Tomo su celular, las llaves de su casa y salió de su hogar para dirigirse a la vivienda que se encontraba a dos de la suya.

Cuando toco el timbre pudo sentir como el aire se retenía en sus pulmones. Los nervios le recorrieron por completo y la idea de salir corriendo era cada vez más atractiva.

— ¿Denki? —la puerta se abrió.

Hitoshi al otro lado lo vio curioso y Kaminari quiso huir de su mirada.

— Pasa . —se hizo a un lado—Perdón por cancelar otra vez la práctica.

— Descuida, tenías mucha carga de trabajo ¿no?

— Fue mala idea dejar algunas cosas para después. —se encogió de hombros.

Denki recuerda que Shinso había cancelado la práctica aquel día porque debía de ponerse al corriente con tareas y trabajos que se le había acumulado por el poco tiempo que tenía entre la escuela, el club, los deberes del hogar y los entrenamientos con el rubio, lo cual lo hizo sentir mucho peor al notar como dañaba a Hitoshi de distintas formas sin percatarse.

"Hitoshi no está para perder el tiempo con alguien como tú" le había dicho Monoma y ahora lo entendía más que nunca.

El mayor estaba poniendo todo de su parte y él ni siquiera pudo ser honesto con sus intenciones.

— ¿Denki? —lo volvió a llamar.

Kaminari salió de sus pensamientos dándose cuenta que se había mantenido parado frente a la puerta si moverse; Shinso ahora lo miraba con preocupación.

— Siento haberte molestado, vendré luego. —se dio la vuelta dispuesto a volver a su casa cuando una mano lo tomó por la muñeca.

De manera silenciosa Hitoshi bajo el agarre de su muñeca a su mano, tomándola con suavidad y guiándolo al interior de su hogar.

Denki sostuvo con más fuerza la mano ajena, bajando la mirada y sintiendo los ojos preocupados del mayor sobre el.

Se sentía pequeño, quería escapar.

— ¿Que sucede, Den? —le preguntó en voz baja y cautelosa, casi confidencial.

¿Pero como explicarle lo sucedido?

¡HEY, CAPITÁN! -SHINKAMI-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora