¡HEY, CAPITÁN! -SHINKAMI-

19. ¡HEY, CAPITÁN!

— Satori me llamó el otro día. —comenzó a explicar—. Confundió mi número con el tuyo y me dijo que quería felicitarte por tu puesto como capitán; al principio pensé que estaba equivocado y no se refería a ti porque tú ya eras capitán, luego me explicó que hubo una confusión en los papeleos de tu escuela y como estaba en un parque cercano en el vecindario me dijo que si quería ir podía explicarme todo.

— Supongo que se enteró por medio de su entrenador.

— Así es. Después de que me explicó todo lo sucedido se me ocurrió celebrarlo de alguna forma; pero soy malo ocultando sorpresas y planear fiestas siempre me estresa, así que termine portándome como un idiota frente a ti... lo siento.

— Descuida, no puedo reclamarte nada después de que hiciera todo esto.

— Puedes reclamarme que no estuve cuando te nombraron oficialmente capitán; eso fue muy descortés de mi parte.

— No fue nada especial; solo un par de palabras del director y el entrenador y un papel firmado; incluso Monoma prefirió jugar Hi Day! —dijo, recordando que su amigos se había quejado por ya no tener alimento para sus vacas virtuales justo en la parte más conmovedora del discurso del director.

— Al menos Monoma estuvo. —suspiro—. El plan era ir a tu escuela para invitar a tus compañeros sin que te dieras cuenta, pero evidentemente no funciono.

— ¿Por eso Arima me hizo dar diez vueltas a la cafetería y luego me pidió que fuéramos por un cactus a su casillero?

— Bueno, debía distraerte de alguna forma.

Ambos sonrieron pequeño y miraron hacia el patio.

La fiesta estaba al otro lado de la puerta, sin embargo, justo ahora querían quedarse ahí.

Quedarse el uno junto al otro.

Solo eso.

— Monoma ya lo sabía, digo, por si quieres reclamarle después. —añadió Denki causando una pequeña risita en el mayor.

— Lo tendré en cuenta.

— Y perdón si no es lo que esperabas, todo fue demasiado improvisado.

— Es más de lo que esperaba; de hecho, no esperaba nada.

— Fuiste muy malo al no decirnos que te nombrarían capitán.

Hitoshi evitó decirle que no era nada importante porque sabía que Denki no lo consideraba así.

Por alguna razón Kaminari siempre estaba feliz por él y sus logros, y eso causaba un cosquilleo inexplicable en su pecho.

Le gustaba esa sensación.

Le gustaba lo que Denki le hacía sentir.

— Hey, capitán. —lo llamó en voz baja pues con lo cerca que estaban y la soledad que los rodeaba no era necesario alzar más allá la voz.

— ¿Si?

Giro a verlo.

Denki recargó su cabeza en el hombro del mayor.

— Felicidades por ser el nuevo capitán de Shohoku; creo que soy el último en felicitarte.

— Estoy seguro de que aún faltan algunos por felicitarme.

El menor sonrió. Estaba seguro de que no faltaba nadie más.

— Mentiroso. —lo miró; Hitoshi también sonrió.

— Gracias, Den... por todo.

Sus miradas conectadas, los pocos centímetros que los separaban y el cielo dando paso al anochecer creaban la atmósfera perfecta para cerrar los ojos y dejarse llevar.