¡HEY, TOSHI!

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¡Hola! Otra vez yo por aquí.
¡Hey, Toshi! y ¡Hey, Monoma! Son dos extras que hice para cerrar oficialmente con este libro y que tarde años en terminar y publicar; inicialmente solo sería el de Monoma para aclarar más su relación con Satori y su dinámica familia, pero fui débil ante Hitoshi y Denki y no pude evitar escribirles también este cap extra.
Espero les guste tanto como a mi me gusto escribirlo 💛✨

P.D: Denki chiquito y Monoma y Denki besties son mi debilidad, pido perdón.

Aizawa recuerda perfectamente el día que decidió junto a su pareja dar el paso más importante de su relación y adoptar a su futuro hijo

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Aizawa recuerda perfectamente el día que decidió junto a su pareja dar el paso más importante de su relación y adoptar a su futuro hijo.

Tardaron al menos un año en decidirlo, nada fue como lo mostraban en las películas ni como se lo imaginaban en un principio; no sabían si estaban listos para ser padres, no sabían si podrían con las responsabilidades o si se arrepentirían en algún momento.

Llevaban cinco años de casados y diez de relación; estaban más que seguros de lo mucho que se amaban y que aún sin ningún niño en la casa, ellos ya eran una familia.

Pero no pudieron contenerse por demasiado tiempo. En sus planes siempre estuvo formar una pequeña familia, algo que pudieran manejar y no se les fuera de las manos con facilidad, así que una noche decidieron hablarlo y retomar la conversación varías -demasiadas- veces durante los meses siguientes hasta que por fin un año después, consientes de que tenían estabilidad laboral, económica y el suficiente tiempo para dedicarle a su hijo y a su educación, podían dar el paso de rellenar los papeles de adopción.

Hizashi aún puede recordar la letra temblorosa y curva de su esposo por los nervios y como no durmió la noche que les avisaron que tenían una cita con la directora de un orfanato quien les avisaría si su solicitud fue aprobada o no.

Afortunadamente la solicitud había sido aprobada, habían calificado como buenos candidatos para ser padres y podían empezar a visitar las casas hogares para escoger al que se convertiría en su hijo.

Decidieron de manera unánime que lo escogerían del mismo orfanato donde le dieron la noticia de que prontamente serían padres y que no importara si fuera niña o niño siempre y cuando ambos estuvieran de acuerdo.

Desgraciadamente -o afortunadamente- la primera visita no fue lo que esperaban. Habían convivido con todos los niños y pasado toda la tarde entre risas infantiles y chistes inocentes, pero ninguno logró hacerlos sentir esa conexión que se supone deberían de sentir.

Otra vez Aizawa maldijo a las películas por su falsa y vacía percepción de las familias elegidas. No era tan fácil ni lindo como se mostraba.

Esa vez, el que lucia mas que nervioso fue su esposo, quien no dejaba de jugar con su cabello mientras su mirada se perdía en algún punto de la casa, pensando silenciosamente si la falta de conexión entre ellos y los niños se debía a que en realidad ellos no estaban preparados para ser padres.

¡HEY, CAPITÁN! -SHINKAMI-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora