Denki determinó que si la decisión no era suya, no tenía derecho a intervenir.
Después de tanto pensarlo y darle un millón de vueltas al asunto, decidió que no podía obligar a Shinso a tomar una decisión ni presionarlo para que eligiera rápido.
Decidido mantenerse a su lado silenciosamente en forma de apoyo; sin embargo, aquel elefante rosa en la habitación comenzaba a afectar lentamente la comunicación y la relación entre ambos.
Si Shinso Hitoshi se podía definir como alguien callado y reservado, ahora mismo el chico solo era una tumba con vida. Hablaba menos que nunca y jamás decía lo que pasaba por su mente.
Habían pasado exactamente dos días desde su fiesta de cumpleaños y desde entonces no había dado una respuesta ni una opinión sobre lo que pensaba de aquella carta de aceptación; no sabía si intentaba ignorar el tema o seguía digiriéndolo, pero sea lo que sea, no dejaba de preocuparle.
Monoma tampoco había aparecido en ese par de días y solo gracias a Satori pudo tener noticias sobre el rubio.
— Está bien, aunque un poco... ¿como lo explico? — dudó Satori, quien le había llamado para informarle sobre el estado del menor después de que lo fuera a ver cuando abandono la fiesta. Al otro lado de la llamada se pudo escuchar un objeto romperse—. No, no hay palabras para explicarlo. ¿Tristemente agresivo? Creo que esa composición funciona.
— Cuida que no mate a nadie, ¿si?
— Yo me encargo.
— Gracias.
Y desde ese día había recibido breves mensajes del capitán de Ryonan avisándole sobre el estado del rubio pero ningún mensaje ni señal de vida de Monoma.
Para ser honestos, cuando pensaba en la reacción de Hitoshi al saber de su futura vida en Francia, se imaginaba un paisaje menos oscuro.
— Hey, cap — lo llamó.
— ¿Hmn?
— ¿Quieres ir por un helado?
Hitoshi suspiro. Estaban en el patio de la casa del mayor, pero a diferencia de las otras veces, Hitoshi no estaba jugando en su cancha, solo estaba sentado en el escalón frente a la puerta pintando líneas con una tiza sobre el piso.
— Lo siento Den, hoy no...
— Está bien, no importa.
Siguió con la mirada las líneas que dibuja, pensando en lo siguiente que diría.
Sabía que debería de mantenerse ajeno a la decisión de Hitoshi, pero la situación comenzaba a preocuparle.
— ¿Qué es lo que te preocupa?
— ¿Hmn?
— Estas muy callado últimamente. —se sentó a su lado, abrazó sus piernas y miró el cielo pintándose sobre sus cabezas—. Cuando llegaste al vecindario, cuando éramos niños, eras igual de callado; recuerdo que mis padre me decían que era normal que algunos niños no hablaran tanto como yo y que debería de prestar atención por si te sentías incómodo o agobiado cuando hablaba mucho, dijeron que habían condiciones especiales que hacían sentir incómodas a las personas cuando convivían con otros; entonces le pregunté a tus papás si algo así te pasaba y ellos me dijeron que no había nada malo contigo, que solo estabas preocupado; dijeron que era una vida nueva y un comienzo difícil, y que estabas preocupado porque los niños fueran malos contigo, pero después de un tiempo comenzaste a hablar más conmigo y a dejar de ser tan callado con los demás; pero, para ser honesto, justo ahora luces como ese pequeño y asustado Hitoshi, así que se que algo te preocupa.
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¡HEY, CAPITÁN! -SHINKAMI-
FanfictionSi un defecto tenia Denki Kaminari era el no poder negarse ante una apuesta, por más tonta e inútil que fuera, si alguien lo retaba, él aceptaría. ¿Pero qué diablos estaba pensando al aceptar un partido de básquetbol contra el capitán de maldito equ...