O que hacer?...

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La narración de Mayrin

Me estaba despertando lentamente, viendo que Marcus seguía durmiendo, me estaba levantando lentamente para no despertarlo, todavía me sentía débil pero sabía que necesitaba sacar algunas cosas de mi apartamento y aunque tenía miedo, No quería preocupar a Marcus, lentamente tomé la llave del auto y me fui sin que él se despierte, fui al auto a pesar de tener una sensación extraña, pero no llamé.

Llegué a casa y todo estaba en su lugar, al menos pensé hasta que llegué a mi habitación.

Mayrín: ¿Qué haces aquí? (Digo ya asustado)

Eduardo: ¿Qué es esto mi amor, esta es la forma de hablarle a tu esposo? (Me subí encima de ella besándola con fuerza)

Mayrín (le abofeteo) ¡No me toques!

Eduardo: (Solo le pegué en la espalda y se cayó al suelo) Ya que no vas a hacer tus payasadas, ahora cállate y escucha bien (tomándola y clavándola contra la pared) Eres mía, de nadie más.

Mayrín: ¡Ve a soñar! (Con lágrimas en los ojos) Nunca volveré a ser tuyo, ¿¡entendido !? (escupir en su cara)

Eduardo: (le doy otra bofetada en la cara) Deja de hacer esto mi amor, odiaría ver esa carita tan linda lastimada.

Mayrín: Suéltame, suéltame (lo pateo)

Eduardo: (la agarro con fuerza) escucha bien, me vas a pagar por eso, ¿me escuchas? ¡Y va a ser muy caro, porque nunca estarán juntos!

De repente escucho la puerta de la casa abrirse

Sebastião: Mamá, ¿dónde estás?

Dentro del cuarto -

Eduardo: Escucha, si sé que volviste con él, morirá y será por mis manos, querrás que te culpen por la muerte de la persona, ¿amas más a mi amor?

Mayrín: ¿Qué hice? Déjame ir por favor

Eduardo: Nunca eso, ahora soy así y recompongo que voy a fingirle a Sebastião que seguimos felices y que nos amamos y si le dices algo a Ornellas te llevarás una pequeña sorpresa (dejo vete de ella y volví a la sala de estar)

Dios mío, ¿qué hago ahora? Intento recomponerme y voy a la sala y veo a ese monstruo hablar normalmente con mi hijo, él sabe que mi mayor debilidad son mis hijos ...

Eduardo se queda un rato más y se va diciendo que tenía que grabar y yo le digo a mi hijo que voy a cenar con unos amigos, y él creyó que cuando me subí al auto tiré todo lo que pude manejar en ese momento. , Gritaba y gritaba sin parar, lloraba sin parar y quería romper todo lo que podía, no podía ocultárselo a Marcus, cuando de repente vislumbro mi teléfono y veo varias llamadas perdidas de él pero todo lo que podía pensar Se trataba de qué haré ahora, cuál sería mi futuro ahora y esas amenazas eran ciertas, no podía soportar perder a Marcus y él tampoco podía soportar perderme a mí ...

Fui a la playa, me quité los zapatos y me senté en la arena, estaba mirando al horizonte esperando encontrar una respuesta a todos estos malditos problemas, pero esa respuesta no llegó

Fuera de ficciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora